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El Barça no perdona y hace valer el factor cancha para conquistar un nuevo título de la Liga ACB
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LOS AZULGRANA DOBLEGARON AL MADRID EN UNA GRANDÍSIMA Y APRETADA FINAL (73-69)

El Barça no perdona y hace valer el factor cancha para conquistar un nuevo título de la Liga ACB

¡Qué bonito es el baloncesto! Sobre todo con partidos y finales como la que nos han ofrecido Barça y Madrid. Independientemente de quién haya sido el

Foto: El Barça no perdona y hace valer el factor cancha para conquistar un nuevo título de la Liga ACB
El Barça no perdona y hace valer el factor cancha para conquistar un nuevo título de la Liga ACB

¡Qué bonito es el baloncesto! Sobre todo con partidos y finales como la que nos han ofrecido Barça y Madrid. Independientemente de quién haya sido el campeón, finalmente el título cayó del lado azulgrana, el gran triunfador de este ‘play off’ ha sido el deporte de la canasta. La emoción y la tensión se mantuvieron hasta los últimos segundos del último cuarto del partido definitivo. Quizá el Barça supo manejar mejor los nervios y adquirió una ventaja mediado el encuentro que supo gestionar para levantar el título y reeditar el conquistado la pasada campaña. Así, los azulgrana hacen bueno el baluarte de su entrenador, que siempre conquista un gran título por temporada.

La prueba evidente de la tensión que suponía un encuentro de estas características fueron los primeros dos minutos y medio sin anotar por parte de ambos conjuntos. Los nervios estaban a flor de piel y los jugadores veían el aro demasiado pequeño, no obstante en el primer cuarto los dos equipos firmaron un 30% en tiros de campo, pobrísimo balance. La alternancia en el bajo marcador nos llevó hasta los últimos segundos del primer capítulo, donde los azulgrana se estiraron hasta cuatro puntos por encima (16-12).

El segundo acto de esta gran final lo podíamos catalogar como el cuarto de los parciales. Empezó el Barça con un 8-0 que obligó a Pablo Laso a pedir tiempo muerto y parar la escabechina que los culés estaban haciendo sobre la canasta madridista. Rápidamente el Madrid respondió con otro 0-8 que provocó la misma reacción en el banquillo local. Y así hasta prácticamente el final de este cuarto, donde destacó Fran Vázquez. El pívot gallego, que hizo un partidazo, tomó la responsabilidad anotadora que antes había adquirido Ingles para encestar ocho puntos seguidos y dejar la diferencia al descanso en +5 (39-34).

Al conjunto madridista le hacía falta mayor intensidad en defensa. Por momentos, el equipo de Laso pareció desconectado, algo que le pasa bastantes veces y que el Barça no desaprovechó para irse a vestuarios con ventaja. En el Barça, sólo las dos tempraneras faltas personales y la poca aportación hasta el momento de Navarro era el único lunar en el expediente azulgrana. Aún así, las espadas continuaban en todo lo alto de una final que despertó en este segundo parcial.

El Madrid despertó, pero no fue suficiente

El partido se reanudó tal y como terminó, con canasta de un Fran Vázquez tremendamente inspirado. El Barça llevó la diferencia hasta los nueve puntos mediado el tercer período, pero un arranque tan típico de furia de los madridistas, con un parcial de 0-8, hizo soñar al Madrid, pero los de Xavi Pascual no iban a permitir dejar escapar el título en casa. Apareció Pete Mickael, motivadísimo en esta final, para volver a llevar la diferencia a la máxima de los nueve. El Barça ganaba la lucha por el rebote y estaba más inspirado en ataque, así que el Madrid necesitaba dar un vuelco al partido para mantenerse vivo.

Y así fue en el último cuarto. Con un magistral Felipe Reyes en el rebote y varios jugadores aportando en ataque, como Llull, Carroll y Singler, los de Pablo Laso llegaron con vida al tramo definitivo del encuentro. La final no estaba decidida y la emoción era tremenda. El Palau apretaba y el Madrid respondía con una personalidad digna de un equipo campeón. Un triple de Singler dejaba la diferencia en dos arriba para el Barça con menos de un minuto por jugar. Los blancos remaban y remaban, pero la diferencia que habían adquirido los culés durante el tercer cuarto era excesiva. Quizá ahí empezó a fraguarse el título.

Los tiros libres en los últimos segundos terminaron por sentenciar al Madrid y dar el decimoséptimo título de la ACB al Regal Barcelona. Los 7.591 aficionados azulgrana (un centenar eran merengues) del Palau explotaron de alegría. La Liga Endesa se quedaba en la Ciudad Condal, ganando al eterno rival y una final espectacular, quizá la de mayor calidad de los últimos tiempos. El Madrid lo tuvo en el cuarto partido el pasado miércoles y lo dejó escapar. El Barça no falló y reedita campeonato.

- Ficha técnica:

73 - Barcelona Regal (16+23+17+22): Huertas (4), Navarro (6), Mickeal (17), Lorbek (10), Vázquez (16) -cinco inicial- Ingles (8), Wallace (5), Sada (5), Eidson (2) y N'Dong (-).

69 - Real Madrid (12+22+13+22): Llull (12), Carroll (16), Suárez (2), Mirotic (10), Tomic (2) -cinco inicial- Reyes (6), Pocius (-), Singler (12), Velickovic (1), Sergio Rodríguez (6) y Begic (2).

Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Daniel Herrezuelo y José Ramón García Ortiz. Eliminaron por cinco faltas personales a Vázquez (min.38) y Llull (min.40).

Incidencias: Quinto y último partido de la final de la Liga ACB disputado en el Palau Blaugrana ante 7.691 espectadores. El pívot del Barcelona Regal Erazem Lorbek fue nombrado al final del encuentro jugador más valioso de la final.

¡Qué bonito es el baloncesto! Sobre todo con partidos y finales como la que nos han ofrecido Barça y Madrid. Independientemente de quién haya sido el campeón, finalmente el título cayó del lado azulgrana, el gran triunfador de este ‘play off’ ha sido el deporte de la canasta. La emoción y la tensión se mantuvieron hasta los últimos segundos del último cuarto del partido definitivo. Quizá el Barça supo manejar mejor los nervios y adquirió una ventaja mediado el encuentro que supo gestionar para levantar el título y reeditar el conquistado la pasada campaña. Así, los azulgrana hacen bueno el baluarte de su entrenador, que siempre conquista un gran título por temporada.