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El Regal Barça resurge de sus cenizas y lleva la final nuevamente al Palau
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EL QUINTO PARTIDO DECIDIRÁ EL CAMPEÓN DE LA LIGA ENDESA

El Regal Barça resurge de sus cenizas y lleva la final nuevamente al Palau

Más emoción, imposible. La final de la Liga Endesa tendrá un quinto y definitivo partido en el Palau Blaugrana el próximo sábado, y todo gracias al

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El Regal Barça resurge de sus cenizas y lleva la final nuevamente al Palau

Más emoción, imposible. La final de la Liga Endesa tendrá un quinto y definitivo partido en el Palau Blaugrana el próximo sábado, y todo gracias al incontestable triunfo del Regal Barcelona en el Palacio de los Deportes (75-81). Los azulgrana supieron reponerse a las mil maravillas de la humillación del tercer partido y supieron manejar mucho mejor el encuentro que su rival. El Real Madrid, demasiado tensionado, no se encontró en ningún momento del partido, y sólo a ráfagas mantuvo la tensión hasta los últimos segúndos.

Nada tuvo que ver el Barcelona de este cuarto partido con el del pasado lunes. Los hombres de Xavi Pascual salieron al parqué madrileño cual animal malherido, con ganas de tomarse la revancha, a pesar de contar con la importante baja de Boniface Ndong. Aún así, el primer cuarto no difirió en exceso de lo visto en el primer encuentro en Madrid, alternancias en el marcador, ambos equipos enchufados en ataque, pero con el matiz de que en esta ocasión las defensas eran mucho más intensas y agresivas. Lorbek fue el hombre más destacado de este período (y del partido), sus 24 puntos y 21 de valoración fueron un gran pilar en el que se sustentó el equipo azulgrana, que curiosamente en seis minutos había consiguió más rebotes (10) que en los dos primeros cuartos del partido anterior. Así, con estas referencias, no era de extrañar que los visitantes se fueran dos arriba en el marcador (15-17).

El Barça sabía que estaba contra las cuerdas y que no podía despistarse en ningún momento, por eso la intensidad del segundo cuarto fue incluso mayor que la del primero. Al Madrid se le atragantaba el sistema defensivo ideado por Xavi Pascual, con una combinación de defensa en zona y al hombre. Por su parte, en el Barça, todos estaban muy enchufados, entre ellos Pete Mickael, tremendamente abucheado por el público madridista tras el pique con Carlos Suárez del pasado lunes y las posteriores declaraciones. El americano, junto a un acertadísimo Judson Wallace (3 de 3 en triples en el segundo período), tomó el relevo anotador de su equipo. Los de Pascual estaban muy cómodos, todo lo contrario que el Madrid, que no podía correr y le costaba horrores penetrar en la defensa azulgrana. Aunque la diferencia al descanso no era significativa (34-39), sí era toda una declaración de intenciones por parte de los visitantes.

No hubo remontada del conjunto blanco

El Madrid regresó de los vestuarios sabiendo que no podía permitir que el Barça se llevara la eliminatoria al Palau. Tenían la opción de sentenciar el título en casa, ante su gente, y la histórica oportunidad de lograr un doblete 19 años después. Sin embargo, los azulgrana en esta ocasión no estaban por la labor, y con un Lorbek imperial pusieron la directa hacia el quinto y definitivo partido en tierras barcelonesas. El esloveno era una máquina de anotar ante la perplejidad de jugadores y público blancos. Con diferencias rondando los nueve puntos en la recta final del tercer cuarto, todo hacía indicar que la final iba a tomar nuevamente el puente aéreo. La diferencia se antojaba complicada de remontar (53-62), sobre todo teniendo en cuenta que el Barça daba la sensación de haberse aprendido muy bien la lección de los dos partidos anteriores, fundamentalmente el de la Ciudad Condal, donde también ganaba por esa diferencia en el último cuarto y terminó cediendo ante el eterno rival.

Al Madrid no le quedaba otra que la heroica, sacar esa raza de campeón y coraje del que Pablo Laso ha dotado a este equipo. Un triple de Mirotic en los primeros compases del cuarto capítulo hacía levantarse de sus asientos a las 13.248 espectadores que abarrotaron el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Pero es que, esta vez, el Barça tenía demasiados argumentos como para dilapidar la hermosa ventaja que se había trabajado. A Lorbek se unieron Wallace, Mickael, Huertas y Navarro (todos ellos con dobles dígitos en la anotación) y al conjunto blanco se le hacía muy cuesta arriba, sobre todo sin la aportación ofensiva de un hombre tan importante como Jaycee Carroll (sólo 4 puntos en todo el duelo). 

Éste sí era el Barça que todos conocíamos, al Madrid nos lo habían cambiado. La máxima de 13 puntos a falta de 3 minutos hacía imposible la empresa para los pupilos de Laso. Sólo un arreón final de casta colocó al Madrid a 4 puntos (75-79), pero ir a remolque todo el partido pesaba mucho en las piernas y los brazos de los jugadores blancos. La templanza de hombres como la 'Bomba' en los segundos finales, unida a la precipitación en alguna jugada del Madrid, fueron suficientes para ponerle la máxima emoción a una final digna de esta competición y de sus contendientes. El Palau Blaugrana dictará sentencia y conocerá un campeón, sea cual sea, muy meritorio.


Ficha técnica:

75.- Real Madrid: Llull (12), Suárez (-), Singler (11), Velickovic (7), Tomic (12) --quinteto inicial--, Rodríguez (9), Carroll (4), Reyes (6), Begic (-), Pocius (-).

81.- FC Barcelona Regal: Marcelinho Huertas (15), Navarro (12), Mickeal (13), Lorbek (24), Fran Vázquez (-) --quinteto inicial--, Sada (-), Ingles (1), Wallace (16), Rabaseda (-), Eidson (-).

- Árbitros: Hierrezuelo, Conde, Jiménez. Sin eliminados.

- Pabellón: Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid.

Más emoción, imposible. La final de la Liga Endesa tendrá un quinto y definitivo partido en el Palau Blaugrana el próximo sábado, y todo gracias al incontestable triunfo del Regal Barcelona en el Palacio de los Deportes (75-81). Los azulgrana supieron reponerse a las mil maravillas de la humillación del tercer partido y supieron manejar mucho mejor el encuentro que su rival. El Real Madrid, demasiado tensionado, no se encontró en ningún momento del partido, y sólo a ráfagas mantuvo la tensión hasta los últimos segúndos.