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Un genial Eliseu confirma las credenciales del Málaga para octavos de final
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LA ACTUACIÓN DE ISCO FUE CLAVE PARA GESTAR LA GOLEADA EN TIERRAS BELGAS

Un genial Eliseu confirma las credenciales del Málaga para octavos de final

A la tercera, fue otra vez la vencida. No parecía el tercer partido en la Liga de Campeones. El Málaga se asemeja cada vez más a

Foto: Un genial Eliseu confirma las credenciales del Málaga para octavos de final
Un genial Eliseu confirma las credenciales del Málaga para octavos de final

A la tercera, fue otra vez la vencida. No parecía el tercer partido en la Liga de Campeones. El Málaga se asemeja cada vez más a un equipo veterano, sólido y con proyección ofensiva, juegue en la 'Bombonera' de La Rosaleda o en Bruselas, una ciudad más volcada en alojar a eurofuncionarios que en animar a su equipo de fútbol.

Era clave y decisivo que Isco volviera a aparecer. El emperador 'boquerón' de la Champions empezó el partido muy tímido, como si quisiera pasar desapercibido y no molestar a nadie. A los 15 minutos se arrepintió de su decisión. Empezó a mostrar que el partido contra el Zenit no fue un espejismo de final de verano. Isco era el jugador de más talento de los 22. De nuevo empezó a deslumbrar.

Joaquín ha vuelto otra vez a su mejor nivel. Se asocia con Saviola, insiste en regatear como quiere, por la banda izquierda, también por el centro. Y mientras Isco decidía convertirse de nuevo en el rey de la noche, el resto del equipo no tiene problemas en mantener un juego diseñado con aristas de campeón. El portero Willy Caballero fue otra vez apenas un invitado al festín del espectáculo del Málaga CF.

El equipo belga no ofreció apenas resistencia. No queda ni rastro de las sensaciones del Anderlecht de mediados de la década de los ochenta del pasado siglo, aquel que enamoraba con el juego del diminuto Enzo Scifo y el español Juan Lozano. Este 'Ander' carece de mordiente y no le seduce conducir el balón.

Saviola había fallado una ocasión única. Y cuando quedaba un minuto para acabar la primera parte, llegó un saque de esquina. Eliseu empalmó un tiro deslumbrante que se podría haber convertido en un ensayo de rugby en vez del gol más espectacular de la jornada de Liga de Campeones.

Ni el Málaga ni el Eliseu acusaron el descanso. El portugués, que estuvo a punto de ser vendido al Benfica, marcó de nuevo gracias a otra genialidad de Isco, definitivamente confirmado como estrella malaguista. Eliseu, ese jugador alocado y correcaminos, se transformaba en el protagonista del partido. Minutos antes, Joaquín había marcado de penalti.

A la tercera, fue otra vez la vencida. No parecía el tercer partido en la Liga de Campeones. El Málaga se asemeja cada vez más a un equipo veterano, sólido y con proyección ofensiva, juegue en la 'Bombonera' de La Rosaleda o en Bruselas, una ciudad más volcada en alojar a eurofuncionarios que en animar a su equipo de fútbol.