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Ni las caídas impiden que Marc Márquez tenga todo a punto para volver a conquistar La Catedral
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ES LA ÚNICA CARRERA DEL CALENDARIO QUE SE CELEBRA EN SÁBADO

Ni las caídas impiden que Marc Márquez tenga todo a punto para volver a conquistar La Catedral

En el circuito holandés se respira la magia del motociclismo. El ambiente está impregnado del característico olor de la gasolina. Es La Catedral porque Assen ya

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Ni las caídas impiden que Marc Márquez tenga todo a punto para volver a conquistar La Catedral

En el circuito holandés se respira la magia del motociclismo. El ambiente está impregnado del característico olor de la gasolina. Es La Catedral porque Assen ya existía antes de que se crease el mundial de motos y tiene estatus de lugar sagrado. Tiene todos los ingredientes que hacen a un trazado especial: duelos históricos, mundiales que se decidieron en sus curvas y mucha tradición sobre las dos ruedas. La cita holandesa supone, con permiso de Jerez, la gran fiesta de las motos y Marc Márquez quiere liderarla. El piloto de Moto2, único español que logró hacer pole, quiere repetir las victorias de los dos últimos años y ni las caídas impedirán que hoy tenga todo a punto para volver a conquistar La Catedral.

Assen es tradición y eso hay que respetarlo. Es la única cita del mundial que se celebra en sábado porque hace años los holandeses dedicaban su semana (de lunes a viernes) a trabajar y los domingos se organizaba la feria de ganado por lo que  el único día que quedaba era el sábado. Los holandeses se desplazaba hasta Assen para dar rienda suelta a su pasión por las motos y desde 1925 el trazado sólo ha faltado a tres mundiales debido a la Segunda Guerra Mundial. Además, Assen tiene su sitio reservado en el calendario: la caravana mundialista siempre se traslada hasta Holanda el último fin de semana del mes de junio. Inamovible.

Subir al podio holandés y grabar en el recuerdo del circuito una victoria es algo que desean todos los pilotos que forman parte del mundial. Ganar en Assen es especial. Todos sueñan con ello y Marc Márquez ya lo ha cumplido. Cuando todavía estaba en 125cc fue décimo en 2009 mientras que en 2008 una caída le impidió acabar una carrera loca en la que la lluvia obligó a parar y reanudar la cita. Las cosas cambiaron en 2010 y 2011 cuando el piloto leridano se subió a lo más alto del podio. Este sábado las cosas no pintan mal para Márquez que lidera la parrilla de Moto2 después de luchar cuerpo a cuerpo con Pol Espargaró y de besar el suelo en dos ocasiones: en los últimos libres y en la calificación. Ni las caídas evitaron que lograse la pole. Tampoco pusieron en peligro su participación tal y como aseguraba Márquez tras la calificación: “Me encuentro bien físicamente”. Además, el líder de la categoría intermedia lanzó un aviso: “Para la carrera creo que tenemos una buena puesta a punto de la moto. Me encuentro con mucha confianza encima de la moto. Sabíamos que estábamos bien, que no nos encontrábamos tan lejos como parecía. Estamos más preparados para luchar por la victoria”.

En el circuito holandés se respira la magia del motociclismo. El ambiente está impregnado del característico olor de la gasolina. Es La Catedral porque Assen ya existía antes de que se crease el mundial de motos y tiene estatus de lugar sagrado. Tiene todos los ingredientes que hacen a un trazado especial: duelos históricos, mundiales que se decidieron en sus curvas y mucha tradición sobre las dos ruedas. La cita holandesa supone, con permiso de Jerez, la gran fiesta de las motos y Marc Márquez quiere liderarla. El piloto de Moto2, único español que logró hacer pole, quiere repetir las victorias de los dos últimos años y ni las caídas impedirán que hoy tenga todo a punto para volver a conquistar La Catedral.

Marc Márquez