La elite del alpinismo español ya ha comenzado el rescate de Óscar Pérez

Desde hace pocas horas, el grupo reunido y coordinado por el Club Peña Guara y por Sebastián Álvaro ha comenzado el rescate de Óscar Pérez en Pakistán. Desde que el sábado Álvaro Novellón lograse alertar del accidente de su compañero (ocurrido el miércoles) tras descender solo hasta el campo base del grupo montañoso Latok, en la cordillera del Karakorum, se ha movilizado hasta a las más altas esferas políticas con el objetivo de lograr que la misión diese al fin comienzo.

Esta espectacular movilización ha supuesto una ‘globalización’ del rescate. Ha impactado al alpinismo a escala internacional, y en los foros de este gremio se sigue muy de cerca todo lo que acontece. El paradigma de la solidaridad que permite aún a los amigos y familiares de Óscar albergar esperanzas de volver a verle vivo lo representan los cinco alpinistas españoles que salieron el martes de nuestro país para colaborar en el rescate. Ellos, unidos a los tres que se encontraban ya en la zona, pertenecen a la élite nacional de este deporte de riesgo e, incluso, los expertos les sitúan en el más alto nivel del alpinismo mundial.

Son  Jordi Corominas, Jonathan Larrañaga, Daniel Ascaso, Jordi Tosas, Simón Elías, Ramón Portilla, Álvaro Corrochano y Antonio Moratinos. Corominas y Larrañaga, junto al estadounidense Fabrizio Zangrilli, están ya camino del lugar donde dejó Novellón a Pérez. Los cinco primeros son los que aterrizaron ayer en Skardú, la localidad importante más cercana al Karakorum. Allí tuvo lugar más tarde la reunión técnica donde se decidió cómo se iba a realizar el rescate. Se ha optado por la via sur. Los tres montañeros antes citados van a por Óscar mientras el resto, junto a varios porteadores, van turnándose para crear las complejas infraestructuras necesarias que permitan acometer el descenso del herido hasta una zona cercana a los 5.000 metros donde ya pueda ser rescatado por un helicóptero.

Óscar Álvaro ha relatado a través de la web desnivel y en intervenciones en diversos medios cómo se siente ante este reto inesperado del que le ha tocado ser protagonista principal. Afirma, como ya dijimos en El Confidencial ayer, que las esperanzas de éxito son mínimas. Pero aboga por luchar hasta el final, tal y como saben hará Óscar. La previsión meteorologica es buena para el fin de semana. Y se espera que mañana, sábado, el grupo de rescate llegue hasta Pérez. Que el herido aguante vivo el tiempo suficiente es la principal motivación de los compañeros que van en su búsqueda. Y saben que podrá hacerlo.

Polémica sobre el coste del rescate

Este tipo de deportistas adquieren una templanza que, unido a su conocimiento de lo que está pasándoles, les permite ser conscientes desde el primer momento que deben aguantar. Óscar sabía, desde el mismo instante que vio alejarse a Novellón, que su rescate duraría varios días. Todos los que han vivido situaciones parecidas afirman que, más allá del aguante físico y de las lesiones, está el aguante psicológico. Realmente, esta es la única clave.

Ha levantado cierta polémica cómo se costea un rescate como este. Pero varios montañeros consultados por este medio afirman que en estas situaciones se actúa con el corazón, que lo que les mueve es la solidaridad, la esperanza, el saber que lo que está pasándole a Óscar les podría pasar a ellos en cualquier momento.

Sin ir más lejos, Zangrilli se sumó sin dudarlo al rescate sin conocer a Pérez y cuando regressaba de haber conquistado el K2, uno de los ’ochomiles’ más duros. Algo parecido pasa con otros dos norteamericanos que ayudan desde el campo base. Y los cinco españoles citados se encontraban en los Alpes (por eso están semiaclimatados), algunos de vacaciones y otros trabajando, y lo dejaron todo sin dudarlo para cruzarse medio mundo y socorrer a su compañero.

Por esto, la ejemplar reacción de todos los que están inmersos en el rescate tiene una importancia extraordinaria para el futuro. Alberto Ayora, experto en alta montaña y, más particularmente en la prevención de accidentes, rescates y gestión del riesgo (tema principal de su libro homónimo), nos afirmaba que todo este despliegue salvará muchas vidas en el futuro, más allá de que tenga o no éxito con Óscar, y más allá del dinero que cueste.

Y es que la movilización a la que estamos asistiendo va a servir de gran precedente, a la vez que sentará las bases para nuevos y más eficaces protocolos de actuación en estos casos. De hecho, el gran ejemplo que está dando España en este suceso ha dejado boquiabierto a más de un profesional de la montaña fuera de nuestras fronteras. Y cuando se trata de salvar vidas humanas, el dinero queda aparcado en otro lugar mucho menos importante.