La guerra de los egos salpica el futuro de Alonso... y 'laSexta'

La cuenta atrás empezó y en ocho días debe quedar resuelta la ‘Guerra Mundial de la Fórmula 1’, es decir, la ‘guerra del ego’. La incapacidad de diálogo por parte de Max Mosley es contestada con la arrogancia y prepotencia de Ferrari. Entre medias, incomprendidos como Renault, Toyota, BMW o Toro Rosso. Dos posturas muy lejanas, una tozudez que propicia el desencuentro y la incertidumbre en el ‘Gran Circo’ de cara a la próxima temporada. Hasta el sincero e inalterable Fernando Alonso ha expresado su preocupación acerca de su futuro, un problema que se extiende, por contrato, a laSexta.

El día 29 es el último para la inscripción de escuderías de cara al año que viene. El presidente de la FIA ha modificado las condiciones de cara al 2010 para hacer hueco a tres escuderías más gracias a la imposición de 45 millones como presupuesto límite y una serie de ayudas. Eso sí, de cumplirse las amenazas de media FOTA, el campeonato se correría todavía con menos vehículos. Además, se irían algunos de los pesos pesados y míticos en un deporte con más de medio siglo de historia. Lotus (no comparable con Ferrari) fue cinco veces campeón del mundo, abandonó hace tiempo la F1 y no pasó nada.

Ecclestone como mediador del conflicto

Con el ego como bandera, la sumisión y aceptación de las normas es algo prohibitivo para las escuderías que ya se han posicionado. Los tribunales de París le han dado la razón a Moxley y la pelota está del lado de la FOTA. Como no van a ‘bajarse los pantalones’, esperarán la actuación de un mediador al que no le interesa el año próximo un Mundial sin Ferrari y al que le gusta la idea de nuevos equipos para el ‘Gran Circo’: Bernie Ecclestone.

El magnate británico tiene acuerdos televisivos con medio mundo por un producto, la Fórmula 1. Pero es una Fórmula 1 con los mejores pilotos del globo y las escuderías más mediáticas. En dicho ‘paquete’ se engloba Ferrari y pilotos como Kimi Raikkonen o Fernando Alonso. El finlandés declaró ayer que estará siempre donde Ferrari. Si el Cavalino se va, el también. Ecclestone debe rendir cuentas a la firma de capital riesgo CVC, propietaria de la Fórmula 1, y no desea que le tiren de las orejas. Hará de pacificador o de ‘poli bueno’, ya declaró a principios de la semana que no quiere “dos campeonatos” para acercarse a la postura de las escuderías.

Por su parte, el asturiano alimentó la idea de correr en 2010 las 24 horas de Le Mans, una carrera muy atractiva para él. Dudó de que en un año estuviera corriendo en Mónaco. Son posibilidades que aterran a los directivos de laSexta, cadena que ha contratado los derechos este año y hasta el 2013 por 200 millones en total.

Ferrari, Alonso y una mayoría del paddock, están cansados de pelear contra una política dictatorial. Sin consenso y donde no saben si un día se acuestan con medallas, al día siguiente no, un año con KERS de un precio astronómico y al siguiente uno estándar… La estabilidad y el orden institucional es un hecho improbable a corto plazo.

Al final, A McLaren, hasta le pueden venir bien sus líos de mentiras con la FIA y su posición de neutralidad (a pesar de tener las preferencias de Ferrari). Otros pelean y se desgastan mientras los de la factoría de Woking permanecen al margen.