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Instinto paternal contra instinto de supervivencia
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estreno de 'fuerza mayor'

Instinto paternal contra instinto de supervivencia

Una avalancha provoca una crisis entre varias parejas en el drama sueco de Ruben Östlund que triunfó en el Festival de Sevilla y estuvo nominado al Globo de Oro

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Existe la teoría de que las situaciones de peligro e imprevistas sacan lo mejor (o lo peor) de cada uno. El héroe secreto que se lanza a la carretera para apartar a una viejecilla que iba a ser atropellada, o el cobarde que ve a un ‘machito’ pegar a su novia y no hace nada por evitarlo. Situaciones en las que se actúa por impulso, sin pensar.

Una situación como esta es el punto de partida de Fuerza Mayor, del sueco Ruben Östlund, una de las películas europeas más reconocidas durante 2014, premio del jurado en la sección Un certain regard de Cannes, nominada al Globo de Oro a la Mejor película de habla no inglesa y triunfadora en el Festival de Sevilla, donde ganó el Giraldillo de Oro al Mejor filme y el premio al Mejor guion. Östlund ha sido además el protagonista involuntario de uno de los vídeos cinéfilos-virales más divertidos de los últimos meses. El realizador y su productor se grabaron con el móvil mientras esperaban su nominación al Oscar. Lo que quedó es su cara de decepción al no verse entre los candidatos. Una jugada que ya hizo Steven Spielberg con Tiburón, al grabarse viendo su ausencia entre los finalistas a Mejor director.

Östlund sitúa la acción de su cuarto largometraje en un resort de esquí, un hotel de lujo donde una familia acomodadacon dos hijos pasa sus vacaciones. Cinco días que el patriarca ha podido cogerse en su ajetreada rutina, aunque no pueda dejar su teléfono ni un segundo. Allí vivirán un suceso que cambiará su vida. En la terraza del restaurante verán una avalancha que creen controlada, pero que termina precipitándose sobre ellos. Sólo un susto. Nadie resulta herido, más allá del propio núcleo familiar. Esta situación de peligro, en la que el padre huirá como un chiquillo dejando tirado a sus hijos y a su mujer será la excusa para que el director vaya mucho más allá.

Östlund utiliza este pequeño hecho, que en muchas familias pasaría inadvertido, como punto de inflexión de una pareja en crisis. La mujer visualizará en ese momento lo peor de su marido, y acelerará un proceso de destrucción que tarde o temprano iba a llegar. Una película desarrollada en un escenario idílicoy que sin embargo siempre aparece amenazante e inquietante gracias a la puesta en escena de Östlund, que consigue que los telesillas, los esquís, y las pistas de hielo hablen de los personajes y de su interior.

El director sigue las máximas de uno de los más grandes, y además sueco como él, Ingmar Bergman y realiza su particular Secretos de un matrimonio en unas vacaciones de lujo de una familia burguesa. Pronto el ocio dará lugar a los reproches en unos largos parlamentos cargados de mala leche y rencor. Una película que basa su fuerza en un guion prodigioso, que mide cada paso con un crescendo lento pero constante.

También vemos a un peculiar Haneke con sentido del humor en Ruben Östlund. Como el austriaco, también demuestra una habilidad para diseccionar con sequedad las relaciones humanas. La cámara y el guion del realizador sueco son un bisturí con el que abre en canal a esta pareja, pero también a todas las parejas del mundo. ¿Quién puede poner la mano en el fuego porque no hubiera hecho lo mismo, quién no reprocharía a su pareja haber escapado? Preguntas que hace al espectador sin ayudarle a contestarlas.

Östlund no juzga a sus personajes, los desnuda y los expone ante la cámara. Para ello su decisión formal de rodar cada secuencia con planos estáticos o con ligeros movimientos de cámara que nos oprimen, pero que nos obligan a tomar partido sin que nadie nos empuje en ninguna dirección. Un estatismo que contrasta con las grandes secuencias donde sigue a la familia esquiandoo con losque retrata el paisaje. Hay más vida y movimiento fuera que en la familia, parece decir el director, que termina cada día en los que divide su filme con El veranode Las cuatro estaciones de Vivaldi.

Una película con un planteamiento sencillo, pero inquietante y que hace que cada espectador se plantee también las estructuras familiares impuestas durante años y que aquí se demuestran tan obsoletas como falsas.

Fuerza Mayor

Dirección: Ruben Östlund

Duración: 118 minutos

Nacionalidad: Suecia

Género: Drama

Intérpretes: Johannes Kuhnke, Lisa Loven Kongsli, Vincent Wettergren, Clara Wettergren, Kristofer Hivju

Existe la teoría de que las situaciones de peligro e imprevistas sacan lo mejor (o lo peor) de cada uno. El héroe secreto que se lanza a la carretera para apartar a una viejecilla que iba a ser atropellada, o el cobarde que ve a un ‘machito’ pegar a su novia y no hace nada por evitarlo. Situaciones en las que se actúa por impulso, sin pensar.

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