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Cultura dio luz verde a la venta de 10.581 obras de arte en el extranjero y detuvo 70
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la ley de patrimonio de 1985 cuestionada

Cultura dio luz verde a la venta de 10.581 obras de arte en el extranjero y detuvo 70

La cifra estimada de las obras vendidas en España a compradores extranjeros o en fuera del país es de casi 420 millones de euros, mayor que en 2013

Foto: 'Dánae' de Tiziano, de los herederos del general Wellington, que salió de España hace dos siglos, estos días en El Prado. (EFE)
'Dánae' de Tiziano, de los herederos del general Wellington, que salió de España hace dos siglos, estos días en El Prado. (EFE)

Entre los misterios más recónditos del “misterio” de Cultura, la actividad de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes de Patrimonio Histórico Español es de las más opacas. Este año ha aprobado la exportación de 10.581 obras de arte para su venta en el extranjero y denegado el permiso a 70, tal y como ha asegurado Carlos González-Barandiarán y Muller, secretario de la Junta, que ha hecho públicas las cifras de la gestión del organismo en un encuentro profesional sobre el tráfico ilícito de bienes culturales. Los datos no están al alcance del público y tampoco es posible saber cuáles han sido las piezas retenidas. Además, de las inmovilizadas sólo se compraron 27 (un año antes, 34). Tampoco aparecen publicadas en ninguna parte.

Los bienes más exportados sonpiezas de numismática(40% del total), seguidas por pinturas (13%) y muebles, objetos de artes decorativas, joyas, esculturas y libros y documentos. Sin embargo, el mayor valor de las exportaciones esel generado por la pintura(un 58% del total) y la numismática, apenas un 1%.

La cifra estimada de las obras vendidas en España a compradores extranjeros o de fuera del país es de casi 420 millones de euros, superior al año anterior, de algo más de 350 millones de euros. Para el Ministerio esto indica “una mayor presencia de compradores foráneos en las subastas españolas, así como que un mayor número de comerciantes nacionales están accediendo a las principales ferias de antigüedades internacionales”.

El valor de los bienes que solicitaron la exportación en 2014 (más de 14.000, contando con los préstamos temporales) asciende a4.501.738.023 euros, aunque el 90% de esta cantidad corresponde a obras que los museos prestan a exposiciones internacionales. Lo llamativo es que este dato, la obra que sale temporalmente de nuestros museos,se ha duplicado sólo en un año. González-Barandiarán aclara que es circunstancial, quese debe a la importancia de las exposiciones solicitantes.

La Junta es un organismo consultivo que tasa el valor de las obras de arte que quieren ir al mercado a cambiar de dueños y decide cuáles dejan escapar y cuáles retienen, bajo la protección de la Ley de Patrimonio español de 1985. Es decir, es el órgano encargado de evitar la fuga de joyas al extranjero. Está compuesta por 22 expertos que se reúnen una vez al mes y revisan informes del tamaño de una broma infinita, para determinar si se beneficia al mercado o al Estado. Los expertos en subastas tienen la teoría de que a menos arte inmovilizado, menos mercado negro debienes artísticos.

Tiene un papel decisivo en el patrimonio que conservar, pero apenas se conoce nada sobre su actividad pública. Nada sobre las valoraciones que emiten. Desde la casa prefieren hablar de "discreción".El propio secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, reconocía a este periódicoen entrevista que, a pesar de que el trabajo de la Junta “es impecable”, “es verdad que en el marco de los mecanismos de transparencia que va adoptando la Administración habrá que plantearse en algún momento ciertos criterios de transparencia y publicidad sobre las resoluciones, no sobre las deliberaciones”.

Carlos González-Barandiarán no acepta la crítica a la opacidad y explica que tienen un nuevo sistema telemático que les permite tener más datos y hacer estadísticas más completas, lo cual no quiere decir que se publiquen. “No hay que confundir que determinados datos no los conozca el público general con que no los sepan las fuerzas de seguridad del Estado. Lo que no se puede es dar a conocer la propiedad de un bien”, cuenta, a pesar de que asegura que la mejor manera de proteger es dar a conocer lo que se tiene. Además, la Ley de Patrimonio aclara que los BIC deben tener un régimen de visitas, como ocurre en el Palacio de Liria de los Alba.

Posible reforma de la ley

“Un propietario no tiene por qué ver su bien en los periódicos. No tiene por qué saber toda España que él tiene un tapiz o por cuánto lo vende. Si no lo hiciéramos así y todo el mundo supiera que un particular tiene un Velázquez en su casa, se le complicaría la vida infinitamente”, añade.Sin embargo, ha habido conflictos de intereses en el seno de la Junta quecuestionan ese categórico “impecable”y ponen en duda la falta de transparencia y la independencia de sus decisiones frente a las presiones del mercado.

De hecho, el mercado critica la actual Ley de Patrimonio, porque no permite la libre circulación de objetos artísticos. Es acusada de resistirse al mercado. Gracias a ello hoy podemos contemplar obras maestras como la maravillosa sarga de El vino de la fiesta de San Martín, de Brueghel el Viejo, en el Museo del Prado. Aunque ya avisa González-Barandiarán que en Europa nunca habrá un libre mercado del arte, sí es partidario de reformar la ley.

La ley está pensada para un país de 1985, el momento de mayor auge de robos y tráfico ilícito de obra de arte de este país. Es una ley jurídicamente muy bien armada, muy coherente, pero pensada para un país que vive de un mercado nacional y no internacional. Una ley pensada para limitar la salida de bienes culturales”, cuenta el secretario.

El valor del dinero

¿En qué términos debe reformarse entonces? “No soy el legislador de 2015 –¿esta fecha será un desliz o un aviso?–, pero en mi opinión la ley debería ir en el mismo sentido que la normativa europea y que el permiso se conceda en función de la cuantía y no sólo por la antigüedad”. Es decir, “no todo arte por tener 100 años debe ser protegido”. La propuesta del secretario, y de Europa, es que lo determine el valor. Pero entonces, ¿será el valor económico el que validará la posibilidad de la exportación? “Es lo que determinará la necesidad de autorización”.

Asegura que su trabajo no es fácil, porque debe atender las peticiones del propietario y la protección del patrimonio. “Detrás de una pintura hay una familia o una persona que lo está pasando mal”. A pesar de eso, no tiene la noción “de que hayamos dejado salir ninguna obra clave”. “Si peco de algo es de todo lo contrario, creo que se han retenido cosas que yo hubiera dejado salir”. A su lado estáElisa de Cabo de la Vega, la subdirectora general de Protección del Patrimonio Histórico, que confirma que sus decisiones pecan de “conservacionistas”.

Pero no todo el monte de Patrimonio es orégano. En la Junta creían que, a pesar de “lo tremenda que ha sido la crisis económica, aflorarían muchísimos más bienes históricos de los que han salido”. Sin embargo, cree el secretario que ha habido más bien sequía. Y lo achaca a que “las cosas muy importantes ya han salido, las conocemos y han sido declaradas Bien de Interés Cultural (BIC)”. “Es muy raro que aparezca un Goya que no se conozca”.

La Iglesia no está al día

Hablando de transparencia y protección, también explicó que los bienes de la Iglesia continúan en proceso de inventariado… desde 1985. Todavía no ha finalizado, aunque algunas Comunidades Autónomas lo tienen casi listo. Cuanto más tarden, más fuga de capital artístico. “Está a punto de caramelo, pero la segunda fase también va a ser complicada: la de separar el polvo de la paja”. Lo dicho, una cuestión de fe.

También tendrán que rezar aquellos que quieran ahorrarse pagar impuestos a cambio de obra de arte, porque el Ministerio de Hacienda no está por la labor. Según los datos facilitados por Cultura a este periódico, en 2014 no hubo ni un euro reducido de los impuestos. Y desde 2011, los descuentos son ridículos: entonces, las daciones de todo el año sumaron 25.000 euros; en 2012, 295.000 euros; y en 2013, 22.700 euros. En 2006 se registró la cantidad perdonada a cambio de arte más alta: 26.000.505 de euros.

Son malos tiempos para las triquiñuelas fiscales que, como explica el secretario de la Junta, existían antes entre Hacienda y Cultura: se localizaba a una colección que interesaba adquirir al Estado y se invitaba a la empresa con la deuda adquirida a que lo comprase y lo donase al pueblo español. Listo, ese es el concepto de mecenazgo de este país.“Hacienda ha cerrado ese grifo. Prefiere que si a Cultura le interesa muchísimo una pieza, la adquiera y que los que tengan que pagar impuestos, lo hagan con dinero”. Recaudar o morir. “De todas maneras, de lo que se ha ofrecido por dación en pago en los últimos años no había nada interesante”, explica González-Barandiarán y Muller.

Entre los misterios más recónditos del “misterio” de Cultura, la actividad de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes de Patrimonio Histórico Español es de las más opacas. Este año ha aprobado la exportación de 10.581 obras de arte para su venta en el extranjero y denegado el permiso a 70, tal y como ha asegurado Carlos González-Barandiarán y Muller, secretario de la Junta, que ha hecho públicas las cifras de la gestión del organismo en un encuentro profesional sobre el tráfico ilícito de bienes culturales. Los datos no están al alcance del público y tampoco es posible saber cuáles han sido las piezas retenidas. Además, de las inmovilizadas sólo se compraron 27 (un año antes, 34). Tampoco aparecen publicadas en ninguna parte.

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