Amazon quiere ser el nuevo Hollywood

Metro, Disney, Warner, Paramount… Y ahora: Amazon Studios. De fábrica del Kindle a fábrica de sueños. O cuando Hollywood cabe en una pantalla de ordenador. Amazon, líder mundial de comercio electrónico, creó hace un par de años su propio estudio de películas y series de televisión. Pero es ahora cuando ultima sus primeras creaciones. Actores como John Goodman y Bill Murray están pisando ahora mismo la alfombra roja digital desplegada por Amazon.

“Siempre me preocupa acabar en un vídeo de YouTube. Pero esto es exactamente igual que un set de televisión: con un gran director y grandes técnicos”, contó hace unos días a Reuters John Goodman. El actor fetiche de los Hermanos Coen estaba en el set de rodaje de Alpha House, serie de Amazon ideada por Gary Truau, dibujante de tiras cómicas ganador del Pulitzer. La sitcom, que contará con un cameo de Bill Murray, cuenta la historia de cuatro senadores que comparten piso de alquiler en Washington.  

Alpha House es uno de los seis pilotos de telecomedias que prepara Amazon Studios. Cuando estén listos, se colgarán en su plataforma de streaming (Instant Video). Los clientes VIP de Amazon podrán verlos gratis. Su entusiasmo determinará cuáles se convierten en series. Amazon cortará la cabeza a los pilotos que no gusten. Entre el cliente siempre tiene razón y la dictadura express de la audiencia.

La conexión directa con el feedback de la audiencia es una de las claves históricas del éxito comercial de Amazon. Y su brazo audiovisual no iba a ser una excepción. La empresa lleva meses recibiendo miles de guiones de sus usuarios. Tres de ellos han sido seleccionados y podrían convertirse en películas. Amazon los ha puesto ya en manos de tres prestigiosos productores de Hollywood: Denise Di Novi (Crazy Stupid Love), Bill Gerber (Gran Torino) y Edward Saxon (El silencio de los corderos).  

La fórmula es sencilla: mezclar a jóvenes talentos desconocidos con veteranos del show business. La innovación como negocio. El director de Amazon Studios, Roy Price, es hijo del ex presidente de uno de los estudios míticos del viejo Hollywood: Universal Pictures.

“Me interesa mucho saber en qué va a parar la distribución televisiva a través del ordenador”, añadió Goodman en la entrevista. Un tema que está ahora mismo más que calentito. Netflix, líder mundial de streaming y alquiler de películas por internet, se ha pasado a la producción de contenidos. A lo grande. Hace unas semanas estrenó la serie House of Cards, trepidante thriller político dirigido por David Fincher y protagonizado por un despiadado Kevin Spacey. Netflix se va a gastar 100 millones de dólares en producir dos temporadas. Aún es pronto para saber si será un negocio rentable, pero Netflix ya ha conseguido una cosa, quizás la más importante: que House of Cards se convierta en la-serie-que-hay-que-ver. 

Resumiendo: para qué comprar los contenidos a otros si los puedo producir yo directamente. Los distribuidores de internet quieren todo el pastel. Y ya sabemos qué ocurre cuando Amazon echa el ojo a un sector del mercado cultural. Tiembla Hollywood.