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“La gente de Alemania que viene a vivir a España es muy rara”
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SARAH LARK HA VENDIDO MÁS DE 6 MILLONES DE LIBROS

“La gente de Alemania que viene a vivir a España es muy rara”

En abril de 2011 se publicó en España En el país de la nube blanca (Ediciones B), la primera novela de la trilogía de la escritora

Foto: “La gente de Alemania que viene a vivir a España es muy rara”
“La gente de Alemania que viene a vivir a España es muy rara”

En abril de 2011 se publicó en España En el país de la nube blanca (Ediciones B), la primera novela de la trilogía de la escritora alemana Sarah Lark sobre la colonización de Nueva Zelanda. Apenas ha pasado un año y medio y la saga se ha convertido en un fenómeno editorial que supera ya los 350.000 ejemplares vendidos en nuestro país, emulando el éxito de la escritora en Alemania, donde ha vendido ya más de seis millones de ejemplares.

Esta semana se ha publicado la tercera parte de la trilogía, El grito de la guerra (Ediciones B), en la que Lark pone punto y final a la historia, algo que, según ha reconocido a El Confidencial, no ha gustado a sus lectores: “Con este libro termina la trilogía, pero me siguen pidiendo un cuarto libro. Siempre quieren más. Los personajes son como su propia familia y se sienten parte de ella”. Esta es la razón por la que, según Lark, tienen tanto éxito las trilogías: “Las personas se enganchan más a la novela y se identifican más con los personajes”.

Mi libro no está sólo dirigido a las mujeres, pero les interesa más que a los hombresLark tiene claro que su libro ha tenido tanto éxito porque “cada lector encaja con alguien con quien puede identificarse”. O más bien, cada lectora, pues la escritora sabe perfectamente quién está leyendo sus libros. En su opinión, un libro sólo puede tener un éxito masivo si atrapa a las lectoras, pues son las que más leen: “El 80% de los lectores son mujeres, hay estudios que lo confirman. Mi libro no está sólo dirigido a ellas, es una lectura familiar, pero les interesa más que a los hombres. Creo que hay géneros que sólo leen mujeres. Ningún hombre lee novelas románticas. Yo no hago ese tipo de literatura, pero sí es cierto que escribo pensando más en las mujeres, que son la gran parte de mis lectores. Ahora, de todas formas, he ganado más lectores masculinos”. Y cree que ganará más con esta última parte de la trilogía: “Este último libro se centra en la II Guerra Mundial y tiene más elementos que pueden atraer a los hombres”.

¿Quién es Sarah Lark?

Aunque casi todo el mundo la conoce como Sarah Lark, este no es el verdadero nombre de la escritora, que realmente se llama Christiane Gohl. Tampoco es el único seudónimo que ha utilizado, pues tiene dos novelas de ambientación histórica firmadas bajo el nombre español de Ricarda Jordán. ¿A qué se debe el uso de tanto nombre falso?

En Alemania para escribir novelas tienes que tener cuatro nombresLark, si es que podemos llamarla así, reconoce que no le gusta cambiar de nombres, pero se trata de una tradición muy arraigada en la industria literaria alemana que ha tenido que aceptar, pese a los problemas de identidad con los que debe enfrentarse día a día: “Es un fenómeno alemán. Para escribir novelas tienes que tener cuatro nombres”. En su caso, reconoce, había además un problema añadido: “Con mi nombre real he escrito muchos libros sobre equitación y caballos. Si lo buscas en Internet salen muchas referencias y puede confundir a los lectores. En la editorial pensaron que no me iban a tomar en serio si veían que sólo había escrito sobre animales. Además, Sarah Lark es un nombre que llega mejor al público internacional”.

Quizás el cambio de nombre le ha sentado bien a Lark que, pese a vender millones de libros en su país natal, nunca ha conectado demasiado bien, en lo personal, ni con su tierra ni con sus compatriotas. “Siempre digo que nací en un país que no era el mío”, reconoce la escritora. “En Alemania tenía mucho frío. Realmente podría escribir en todo el mundo, pero pudiendo elegir, prefiero estar en un lugar caliente”.

Desde hace ya unos años Lark reside en Almería, en concreto en el pequeño municipio de Los Gallardos, aunque en todos lados aparece como residente de la cercana (y más conocida) población de Mojácar, algo que está intentando solucionar para que no se enfaden en su Ayuntamiento. Sus razones para venir a  España, más allá de huir del frío, no tienen nada que ver con las del resto de sus compatriotas que viven en nuestro país, sobre los que no tiene una opinión demasiado amable: “La gente de Alemania que viene a vivir a España es muy rara. Vienen aquí porque piensan que hay menos leyes y pueden hacer lo que quieran. Piensan que todo es más libre, que hay menos control. La policía siempre me pregunta por el resto de alemanes, porque les causan bastantes problemas. Yo no he venido a España por la razón por la que viene la mayoría, he venido por el tiempo y la gente, que es más amable que en Alemania”.

Un corazón repartido entre Nueva Zelanda y los caballos

Aunque en la ficción Lark ha elaborado numerosas historias de amor, ha renunciado a probar suerte al respecto en el mundo real. Cómo ha reconocido en numerosas ocasiones, su único amor son los caballos y no quiere ni oír hablar de mantener una relación con un hombre: “No he visto muchas relaciones felices. Al principio parecen estar muy enamorados, pero luego todo es malo. A mí me gusta la armonía, y eso es algo difícil de encontrar en los hombres”.

Los maorís tienen una gran tradición oral que los ingleses recogieron por escrito. Y está todo en InternetQuizás en busca de evasión decidió centrar su producción literaria en la historia de Nueva Zelanda, uno de los pocos lugares que aún siguen pareciendo exóticos a los europeos, quizás porque se encuentra, literalmente, en la otra punta del mundo. La distancia, en cualquier caso, no es un problema. Lark reconoce que con la información que hay en Internet le basta y le sobra para documentarse: “Nueva Zelanda tiene una historia corta. No es como España o Alemania. Está todo escrito y hay documentación de cada pueblo y cada familia. Los maorís, además, tienen un gran sentido para la documentación y una gran tradición oral que los ingleses recogieron por escrito. Y está todo en Internet. Es incluso más fácil que buscarlo en Nueva Zelanda que, además, está muy lejos. No tienes que rebuscar en los archivos, ni hablar con la gente, que es más complejo”.

Actualmente la escritora se encuentra trabajando en una nueva trilogía, situada de nuevo en el país de los kiwis, pero con distintos personajes: “Los nuevos protagonistas vienen de Alemania. Es un grupo muy religioso, que va a Nueva Zelanda a fundar un nuevo pueblo, a modo de experimento”.

¿Será la nueva trilogía otro éxito de ventas? A Lark no parece importarle gran cosa. Lo único que, asegura, le gusta de tener tanto éxito es que se están traduciendo sus libros: “A mí lo que me importa es que les gusten a mis amigos y me encantan que los traduzcan para que puedan leerlos. Es lo que me importa. Los lectores extranjeros son para mí como un mundo virtual. Sé que tengo millones de lectores pero es algo que no me influye. Vivo en el mundo de los caballos, donde hay otra gente y otros famosos”. 

En abril de 2011 se publicó en España En el país de la nube blanca (Ediciones B), la primera novela de la trilogía de la escritora alemana Sarah Lark sobre la colonización de Nueva Zelanda. Apenas ha pasado un año y medio y la saga se ha convertido en un fenómeno editorial que supera ya los 350.000 ejemplares vendidos en nuestro país, emulando el éxito de la escritora en Alemania, donde ha vendido ya más de seis millones de ejemplares.