Telefónica renueva sus piezas en Canal+ al tiempo que negocia su compra

Telefónica mueve ficha en el consejo de administración de Canal+. Luis Blasco, presidente de la teleco en Argentina, sustituirá en el cónclave a Ángel Vilá, actual director general de Finanzas y Desarrollo Corporativo de la multinacional española. Según fuentes conocedoras del movimiento, este se producirá de forma inminente y tiene como objetivo apostar por una presencia menos financiera y más volcada en la supervisión de los contenidos. La compañía de César Alierta, que atesora un 22% de la plataforma de pago y negocia actualmente adquirir su control, también cuenta con una vicepresidencia que desempeña Luis Abril, exsecretario general de la Presidencia.

Expiraba el año 2009 y Telefónica cerraba la compra de un 22% de Canal+. Apenas semanas después, Mediaset daba un paso al frente y adquiría la misma participación en el marco de la operación de compra de Cuatro. Los flamantes nuevos socios del Grupo Prisa –cuya deuda por esas fechas superaba los 5.000 millones- se hacían acreedores a dos puestos en el Consejo de la plataforma de pago. Alierta designaba entonces a Abril y Vilá, en aquel tiempo responsable de Desarrollo Corporativo y Filiales de la compañía. Meses más tarde, ya en 2011, Vilá ganaba peso en la sociedad al ser designado máximo responsable de sus finanzas.

Por su parte, Luis Blasco ha estado históricamente más vinculado al sector audiovisual. Incluso en esta última época fue uno de los nombres que más sonó para presidir RTVE tras la llegada del PP al Gobierno. Y cumplía plenamente con el perfil. Presidente de Antena 3 TV entre los años 2002-2003 y consejero de Vía Digital, también desempeñó cargos directivos en medios como Radio España o el Grupo 16. No le es ni mucho menos ajeno el Consejo que se apresta a integrar, en tanto ya fue miembro del cónclave de Sogecable –antigua denominación de Prisa TV- entre septiembre de 2003 y mayo de 2008.
 

Según aseguran las citadas fuentes, el cambio obedece a esos ajustes internos en la empresa y es independiente de lo que pueda pasar en las próximas semanas con Canal+, que vive en un claro impasse. No en vano y como admitió en la última Junta General de Accionistas el presidente ejecutivo del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, el activo está en venta: “Estamos inmersos en la recta final de las negociaciones para una nueva refinanciación de la deuda (…) Dicho plan incluye un plan de desinversiones en el sector audiovisual, lo que nos permitirá reducir de manera ordenada el endeudamiento de la compañía”.

Ofertas de derribo

El plante de los bancos obliga a Prisa a vender una de las joyas de la corona para paliar un agujero ingente que aún supera los 3.100 millones. Y Telefónica es el principal comprador potencial. Todo pese a que, como publicó El Confidencial, el magnate australiano Rupert Murdoch, dueño de News Corporation, se sumaba a la pugna a mediados de junio. ¿Problema en ambos casos? El precio. Si la oferta de Telefónica aún no cubre las expectativas de Prisa, la de Murdoch es incluso peor, de auténtico derribo, según explican fuentes conocedoras del proceso. Y la firma de los Polanco no puede cerrar una venta de saldo, ya que va a deshacerse del activo que más impulsa su beneficio y sus ratios operativos podrían incluso empeorar.

“El precio que pagaría Telefónica vendría definido por las sinergias que generaría la operación y el valor actual neto de los créditos fiscales, esto es, en torno a 800 millones por el 56%. Sería más interesante para Prisa empujar hacia una valoración de la empresa próxima a los 1.800 millones, lo que le otorgaría 1.000 millones por el 56%”, explica un analista del sector, especulando sobre las cifras. La última valoración de referencia para la plataforma entronca con la citada compra de sendos 22% por parte de Telefónica y Mediaset. Cada operación implicó el pago a Prisa de 470 millones, lo que suponía valorarla en más de 2.100 millones. Tres años y una crisis después, ese guarismo está muy lejos de lo que afrontaría la teleco.

Al margen de Canal+, la compañía de César Alierta ya ha pactado entrar en el capital del Grupo Prisa el año próximo. Ese es el momento en que se convertirán en acciones los bonos convertibles suscritos por la multinacionales a mediados de 2012 por importe de 100 millones de euros. Entonces, el peso de Telefónica en la matriz oscilará entre el 6% y el 7%. De hecho, la firma no ha sacado históricamente malos réditos de sus operaciones con la editora de El País. Corría el año 2008 y la sociedad aprovechaba la opa por el 100% de Sogecable para dar carpetazo a su presencia en la sociedad: trocaba su 16,79% por unos jugosos 650 millones. Prisa aún paga esa operación ruinosa.