RTVE entra en números rojos en el primer año de Gobierno del PP

El Partido Popular se estrena en RTVE de la peor forma posible, es decir, volviendo a los años del déficit. Según admitió ayer el nuevo presidente de la Corporación, Leopoldo González-Echenique, la empresa no podrá asumir el recorte de 204 millones que le impusieron los Presupuestos Generales del Estado, lo que le aboca a los números rojos. “No vamos a poder hacerle frente”, aseguró en referencia al ajuste impulsado por el PP, durante su primera comparecencia parlamentaria desde que accedió al cargo. Además, avanzó que el Ejecutivo prevé un recorte adicional de 50 millones para la televisión pública en las cuentas públicas para 2013 que presentará mañana en la Cámara Baja. Todo un tour de force.

El anuncio de González-Echenique trajo a la memoria tiempos recientes en los que el déficit era moneda común en la gestión de RTVE. Fue el Gobierno socialista quien decidió poner el contador a cero en su primera legislatura al acordar que las cuentas públicas de 2006 absorbieran una deuda que alcanzaba ya los 7.500 millones, tras décadas de gestiones deficitarias. La Ley 17/2006, de la radio y la televisión de titularidad estatal, establece claramente que la Corporación solo podrá recurrir al endeudamiento “para la financiación de sus inversiones en inmovilizado material e inmaterial y para atender desfases temporales de tesorería”. Incluso prevé el cese de los consejeros si hay desviaciones presupuestarias significativas.

“Me senté en el cargo el 2 de julio. La situación gerencial ha sido muy difícil, teniendo que gestionar un ahorro brutal”, expuso el presidente. En esta línea, recordó que hay compromisos contractuales ya firmados que no se pueden romper y que la Corporación ha pasado un año entero –el segundo semestre de 2011 y el primero de este año- sin ninguna planificación. “Se hace lo que se puede”, se encogió de hombros, al tiempo que se marcaba finales de 2013 como plazo para volver al equilibrio. Su as en la manga es que el año próximo no tendrá que desembolsar los 127 millones que han costado los Juegos Olímpicos y los partidos de la selección española de fútbol, contenido este último que pretende renegociar.

Más sorprendente fue la velada alusión del presidente a que el recorte de 200 millones en el presupuesto de RTVE no partió del PP, sino del PSOE. “La dirección financiera de la casa me ha dicho que en octubre de 2011 ya se había trasladado a la casa”, deslizó. También resultó inquietante que mostrara sus dudas sobre la capacidad de la Corporación para poder pagar a “los funcionarios imprescindibles”. Aunque González-Echenique no proporcionó cifras, no desmintió el agujero avanzado por el portavoz del Grupo Socialista, Juan Luis Gordo, que cifró entre 70 y 75 millones la desviación presupuestaria que presenta las cuentas de la casa a día de hoy.

El Gobierno Zapatero aprobaba en agosto de 2009 una nueva ley de financiación de RTVE, que eliminaba la publicidad. Esa normativa garantiza a la Corporación unos ingresos anuales de 1.200 millones: la mitad es aportada por los Presupuestos Generales del Estado y la otra se sufraga a través de tasas impuestas a las telecos y a las televisiones privadas, así como de un porcentaje del espectro radioeléctrico. El recorte de 204 millones en la subvención concedida para 2012 provocaba que la televisión pública pasara de los 535 millones de euros que recibió en 2011 a apenas 331 este año. El nuevo recorte de 50 millones para 2013 anunciado ayer por González-Echenique dejará la aportación de las cuentas públicas por debajo de los 300.

Rumbo a rebajas salariales

La comparecencia, que se prolongó durante más de cinco horas en un Congreso tomado por las fuerzas de seguridad ante las manifestaciones del 25-S, se producía apenas un día después de que el presidente anunciará su decisión de denunciar el convenio colectivo de RTVE. ¿Con un expediente de regulación de empleo a la vista? “Trataremos de evitar los despidos por todos los medios”, dijo González-Echenique, que coincidió con el PSOE en considerar el mantenimiento de la plantilla como una línea roja. Se limitó a apuntar que quiere más flexibilidad en la jornada laboral, los horarios y el sistema retributivo. “Tiene que haber más correlación entre el trabajo y la retribución percibida. Ahora es inflexible”, zanjó, tras recordar que ya se han revisado los sueldos de los directivos o las retribuciones de los presentadores de la casa, en ese último caso hasta en un 25%.

El flamante capo de la televisión pública admitió que 18 de las 35 personas que formaban parte de la estructura de Informativos han salido de la misma con el cambio de Gobierno y los nuevos nombramientos, entre ellos el del responsable de los telediarios, Julio Somoano. “Un 50% es importante, pero es un sector especial”, dijo. Peor se entiende que justifique los movimientos comparándolos con los que tuvieron lugar en 2004, después de que el PSOE ganara las elecciones. “De 19 salieron 14, un 74% de la plantilla”, proclamó. Todo un ejemplo de la perversión de un modelo en el que se asume que un cambio en el Ejecutivo legitima para voltear la estructura de la televisión pública. En todo caso, rechazó que pueda hablarse de una purga en relación a determinados presentadores y achacó sus salidas a simples relevos o “decisión unilaterales” de los periodistas.