KPMG denuncia la valoración que hace RTVE de sus edificios y terrenos

Lo peor es que llueve sobre mojado. “La Sociedad no nos ha proporcionado la (...) evaluación relativa al deterioro de dichos terrenos y construcciones a la fecha de emisión de este informe ni a la del informe de auditoría sobre las cuentas anuales del ejercicio anterior, lo que motivó la inclusión de una salvedad al respecto”, subraya el informe, remitido recientemente al Registro Mercantil. La cuestión no es baladí. Y es que, según el marco normativo aplicable a la sociedad, “es necesario evaluar al menos al cierre del ejercicio, si existen indicios de que algún elemento del inmovilizado material o intangible (…) pueda estar deteriorado, en cuyo caso, deberá estimarse su importe recuperable efectuando las correcciones valorativas por deterioro que procedan”.

La comparación con las cifras de 2009 no aporta casi luz. El valor neto contable de los terrenos e inmuebles de la Corporación se elevaba entonces a apenas 360,59 millones de euros. La cantidad se duplica en 2010 debido a que el 1 de enero de ese año se integraban las tres sociedades que componían la estructura del grupo; un movimiento corporativo que distorsiona la fotografía. De este modo, la Sociedad Mercantil Estatal Televisión Española (SMETVE) y la Sociedad Mercantil Estatal Radio Nacional de España (SMERNE) cedían todos sus activos y pasivos a su accionista único, la Corporación RTVE. La memoria a las cuentas explica que esa fusión ha permitido reclasificar inversiones inmobiliarias por valor de casi 200 millones (terrenos) y 285,76 millones (construcciones), sin entrar en más detalle.

En todo caso, las filiales ya arrastraban el problema, hasta el punto de que ya sufrieron las advertencias del auditor. “Con fecha 25 de marzo de 2010 emitimos nuestros informes de auditoría sobre las cuentas anuales de 2009 de SMETVE y SMERNE que expresaban unas opiniones con salvedades, entre ellas, las correspondientes a la misma cuestión”, subraya KPMG. Precisamente a finales de 2010 el Consejo de Administración de RTVE decidía plegarse a la crisis y abandonar el ambicioso proyecto urbanístico que suponía construir una nueva sede en una finca de Retamares (Pozuelo de Alarcón), a tan sólo dos kilómetros de la actual. La iniciativa buscaba aunar en un solo espacio todos los edificios de Prado del Rey, Torre España, Estudios Buñuel y archivos.

Cesiones de terrenos sin explicar

No es la única laguna que existe en el desempeño del ejercicio en relación con el inmovilizado. La televisión pública también reconoce en su Memoria que “existen ciertos terrenos y construcciones cuyo uso le ha sido cedido a la Corporación RTVE por diversas entidades sin contraprestación alguna”, sin ofrecer más precisiones. Eso sí, defiende que “no ha podido obtener el valor razonable de tales cesiones, razón por la que no ha registrado los mismos en su balance de situación”. Un argumento que no termina de convencer a KPMG, que se dice incapaz de determinar el impacto en las cuentas de estos activos y vuelve a poner de manifiesto que no se la han proporcionado datos suficientes para hacer una estimación.

“No hemos dispuesto de la información que permita determinar la naturaleza y valor de estas cesiones a la fecha de emisión de este informe, ni a la fecha del informe de auditoría sobre las cuentas anuales del ejercicio anterior, lo que motivó la inclusión de una salvedad al respecto. En consecuencia, debido a la falta de la mencionada documentación, no podemos determinar el efecto que pudiera tener en las cuentas anuales de 2010 la no inclusión de dichos terrenos y construcciones cedidos a la Sociedad y a SMETVE y SMERNE”, constata el informe de auditoría.

Como publicó El Confidencial, las cuentas también revelan las ventajas laborales de trabajar en RTVE. Un seguro de vida en plena crisis. Según consta en la documentación remitida al Registro, la Corporación tiene reservados importes millonarios para satisfacer las prestaciones y premios que debe abonar a los empleados. Entre ellos, una paga extraordinaria por cada diez años de permanencia en la empresa o dos meses de vacaciones remuneradas a quienes cumplan 20 años de antigüedad en la compañía. También contempla un premio especial que favorece la jubilación anticipada a partir de los 62 años. En ese caso, compensa con 902 euros mensuales al trabajador hasta que alcance los 65.