Vasile entierra más dinero en Caribevisión: su inversión de 25 millones sólo vale uno

Endemol no es el único quebradero de cabeza para Paolo Vasile. Y es que Telecinco sigue enterrando dinero en Caribevisión, su gran apuesta para competir con Univisión y Telemundo por la audiencia latina en EEUU. Según recoge en su Memoria de las Cuentas Anuales de 2010, Telecinco se dejó en la cadena cuatro millones de euros más durante el pasado ejercicio, después de que en 2008 ya invirtiera 31,7 millones de dólares (entonces 21,5 millones de euros). “Es dinero tirado a la basura. La cadena sólo hace teletienda y redifusiones de material viejo”, explican a este diario accionistas minoritarios de la sociedad.

“El julio de 2010 Gestevisión Telecinco, S.A. capitalizó en Pegaso 4.063 miles de euros (5.392 miles de dólares estadounidenses) de préstamos realizados elevando su participación en el capital social de dicha sociedad al 43,71%”, reza la información remitida por la empresa a la CNMV. Telecinco atesoraba antes de la transacción un 35,08% de Pegaso TV, que a su vez posee un 83% de Caribevisión. Todo un atrevimiento invertir más. De acuerdo con los datos que maneja la cadena de Fuencarral, el deterioro registrado en la inversión se dispara hasta los 10,9 millones de euros. Es más, el valor neto de la participación en Pegaso asciende a apenas 1,4 millones. De momento, un fiasco.

Y no sólo para la cadena de Paolo Vasile. Telecinco comparte el accionariado de Pegaso TV con Alejandro Burillo Azcárraga -primo del todopoderoso Emilio Azcárraga Jean, presidente del gigante mexicano Televisa- y con el grupo inversor Quantek. El restante 17% de la cadena está en manos del Grupo Carlos Barba, que ahora controlan Alfredo Fraile, ex vicepresidente de Telecinco, y Carlos Vasallo, empresario mexicano. Según explican fuentes de este núcleo de accionistas minoritarios, están en marcha demandas contra Telecinco y Burillo Azcárraga por “incumplimiento societario”, después de que los accionistas de referencia cedieran en julio de 2009 la gestión de Caribevisión a Omar Romay, fundador de America TeVe.

La decisión parecía entonces indicar que Burillo y Vasile se rendían y no invertirían más en Caribevisión, rebautizada como CV Network. Barba, ex presidente de Univisión y fundador de Telemundo, no se mordía la lengua y daba por hecho el fin de la aventura. “Una televisión no es un supermercado. Querían hacer break-even el primer año, sin dar un plazo razonable de cuatro o cinco. Es más, Romay tardó cinco años en equilibrar las cuentas de su empresa. En mi opinión, nos hemos apurado en hacer esa joint-venture 50%-50% con America TeVe. El único objetivo de los accionistas ha sido reducir los costes al mínimo”, aseguraba a este diario, visiblemente contrariado por la decisión.

Desde Telecinco, siempre silencio. “Ejecutaron esos créditos en 2010 como una huida hacia adelante”, se interpreta desde los minoritarios, para quienes Burillo y Vasile han sido cómplices de una gestión desastrosa de la cadena, con directivos “que pasaban más tiempo jugando al golf que trabajando”. La idea con que nació el proyecto no podía ser más ambiciosa: competir con Univisión y Telemundo, cadenas líderes en la audiencia latina en Estados Unidos. El objetivo era acceder, sobre todo, a la audiencia cubana y puertorriqueña. Para ello, tres eran los mercados clave: Nueva York, Miami y Puerto Rico. Una aspiración que parece hoy una quimera.

Endemol, Caribevisión… ¿Cuatro?

Telecinco, una máquina de hacer dinero en España para Mediaset, no parece haber tenido suerte en sus inversiones corporativas. Como publicaba este periódico, la productora Endemol, de la que posee un 33%, también atraviesa por problemas financieros y existe un claro riesgo de que rompa este año las obligaciones que tienes contraídas con la banca. La compra de la sociedad holandesa, creadora de programas como Gran Hermano, era la operación de mayor envergadura afrontada por Telecinco en España hasta la compra de Cuatro. Ambas transacciones han requerido de importantes ampliaciones de capital, que en el caso de Endemol se elevó a 180 millones de euros. Un esfuerzo de los accionistas que se ha esfumado apenas cuatro años después.

Según reconoce la cadena en información remitida a la CNMV, si no se cumple con las entidades financieras podría desencadenarse un proceso que “traería como consecuencia la exigibilidad de la deuda pendiente por parte de los acreedores del grupo” y la apertura de un procedimiento por el que éstos “pasarían a ser propietarios de Endemol”. La cadena italiana admite que trabaja con los acreedores de la compañía para solventar la situación.

Endemol se ha convertido desde hace meses en un incordio para las huestes de Vasile. Y es que el valor de la participación de Telecinco en la productora, estimada en más de 465 millones de euros en 2007, se ha ido reduciendo en los libros de la cadena “hasta llegar a un valor contable de cero a 30 de septiembre de 2010”, admite la propia compañía. Los problemas en la productora han lastrado el resultado de la cadena, hasta el punto de que los beneficios de 70,5 millones obtenidos en 2010 se elevarían hasta 164,34 millones sin el fiasco contable de Endemol.