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El hombre que creó el número más importante y cómo nos timaron con él
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Minos Zombanakis

El hombre que creó el número más importante y cómo nos timaron con él

El nacimiento e historia del Libor vuelve a la actualidad tras la publicación de un libro, en el que el creador de esta tasa de interés cuenta todo sobre 'el crimen del siglo'

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Minos Zombanakis, nacido hace 86 años en una isla griega, se autoproclama como el creador del Libor (London InterBank Offered Rate), o el tipo interbancario de oferta de Londres. "Modestia aparte, yo fui el que inició todo", asegura entre risas a su biógrafo, que ahora ha hecho pública esta historia en el libro 'The Fix: How Bankers Lied, Cheated and Colluded to Rig the World's Most Important Number' (Ed. Bloomberg).

El Libor, que mide el interés que deben pagar los bancos para pedir préstamos a otras entidades, se creó como tal en 1969, año en el que Zombakis dirigía la recién inaugurada filial londinense de Manufacturer's Hanover (que ahora forma parte de JPMorgan), la cual organizó uno de estos primeros préstamos.

La manipulación del libor se conoce como "el crimen del siglo". Hoy se ha comprobado que fue manipulado a conveniencia de las entidades prestatarias

Todo comenzó con un préstamo de 80 millones de dólares para el entonces sha de Irán, Mohammad Reza Pahlevi. Este préstamo iraní fue uno de los primeros en los que se cobró una tasa de interés variable que reflejó las cambiantes condiciones del mercado y que alzó a Londres como uno de los centros financieros a nivel mundial. "En ese momento me sentí satisfecho, pero no imaginaba que estábamos abriendo un nuevo terreno en el mundo financiero. Solo necesitábamos una tasa para el mercado de préstamos sindicados con el que todos estuviésemos contentos. Cuando comienzas estas cosas, nunca sabes cómo van a terminar ni cómo van a ser utilizadas", señala Zombanakis en el libro, que ahora vive en Kalyves, en la isla de Creta, en un terreno de olivares que siempre ha sido propiedad de su familia.

El entrevistado y sus colegas de aquella época ni siquiera sospechaban que la tasa que estaban utilizando para fijar el precio de los préstamos en el llamado crédito interbancario se convertiría en un elemento central del sistema financiero mundial. Hoy, cuatro décadas después, el Libor ha sido desacreditado por numerosos estudios, que evidencian los intentos de manipulación de esta tasa por parte de los bancos (y por la aparente impasibilidad de los reguladores), que no hicieron nada por ponerle freno. Pero vayamos por partes, esto es, comenzando por el principio.

Así empezó todo

Hasta crear el número que revolucionó el mundo, Zombanakis tuvo una vida muy humilde. El segundo de siete hijos, creció con su familia en una casa precaria, sin electricidad, le dijo a su biógrafo David Lascelles, recoge 'Bloomberg'. Dejó su hogar a los 17 años, huyendo de la isla griega de Creta, que se encontraba ocupada por los nazis. Hizo un viaje de 200 millas en un barco de contrabando con el objetivo de matricularse en la Universidad de Atenas. Como no tenía dinero, dejó los estudios tras dos años, y comenzó a trabajar para el ejército británico.

A falta de dinero, renunció en su segundo año y encontró trabajo repartiendo ayuda para el recién llegado ejército británico. Lo consiguió tras parar a un soldado por la calle y ofrecerle mano de obra. De ahí se fue a Harvard a hacer un programa de posgrado, a pesar de no tener las calificaciones suficientes. De Harvard se trasladó a Roma y entró en el mundo de la banca como representante de Oriente Medio para la empresa Hanover Trust.

Justo en ese momento Londres se estaba convirtiendo en un centro financiero global. Rusia, China y muchos estados árabes querían mantener sus dólares fuera de los Estados Unidos por razones políticas (el coste de la guerra de Vietnam y el déficit comercial estadounidense), y por temor a que les fueran confiscados, así que eligieron depositar su dinero en el Reino Unido. "Los primeros días, aquello era muy parecido a un club", asegura Yassukovich, expresidente de la UK Securities Association, a 'Reuters'.

Así pues, Londres se estaba beneficiando de estrictas regulaciones estadounidenses que limitaban la cantidad de bancos estadounidenses que podían dar préstamos en dólares y la cantidad de interés que podrían cobrar por bonos vendidos a extranjeros. Ante tales restricciones, muchas compañías establecieron oficinas en la capital británica, donde podían ejercer el comercio internacional sin obstáculos. En 1968, después de diez años en Roma, Zombanakis vio en Londres su próximo destino.

El Libor mide el interés que deben pagar los bancos para pedir préstamos a otras entidades. Se creó como tal en 1969, y su padre fue Minos Zombakis

El griego había detectado una brecha: no había suficiente oferta para los prestatarios que buscaban una fuente alternativa de capital en los mercados de renta fija. Zombanakis persuadió a sus jefes neoyorkinos para que le dieran 5 millones de dólares para establecer una sucursal en Londres. Una vez asentado en Reino Unido, se dio a conocer en los círculos financieros británicos. Le llevó poco tiempo ganarse el apodo de "el banquero griego".

Aquí es donde entra en juego el famoso préstamo al sha de Irán mencionado al comienzo del artículo. Los iraníes necesitaban 80 millones de dólares, y Zombanakis sabía que ninguna empresa prestaría tal cantidad a un país en desarrollo, carente de suficientes reservas en divisas para cubrir la deuda. Así que él decidió hacerlo pero fijando antes una tasa de interés, que sería recalculada cada pocos meses, por asumir tal riesgo.

La fórmula era y continúa siendo hoy muy simple. Cada mañana en Londres, empleados de 16 bancos anuncian a la agencia a Thomson-Reuters los tipos de interés que les están exigiendo sus rivales. Entonces, la Asociación de Banqueros Británicos (BBA, por sus siglas en inglés, British Bankers Association) determina la tasa, tras eliminar los cuatro tipos más elevados y los cuatro más bajos, y después de realizar la media estadística con los ocho restantes. La tasa resultante, o Libor, es comunicada a las 11:00 horas cada día, y se establece para diez monedas diferentes, sobre 15 plazos de vencimiento diferentes para cada una.

Todo se desmadró

Todo iba bien. El Libor era considerado entonces como un sistema simple, justo e independiente. Pero poco después, en los años 80, el asunto se desmadró y esta tasa era utilizada para todo: ofrecer hipotecas, bonos individuales, créditos comerciales... En pocos años, esta tasa se convirtió en uno de los puntos de referencia a la hora de llevar a cabo operaciones de derivados por cientos de miles de millones de dólares.

Los veteranos de la banca aseguran que el buen funcionamiento del Libor se perdió cuando se convirtió en el punto de referencia de financiación

A medida que aumentaba la demanda de los clientes para contraer préstamos, crecía la complejidad del mercado. La negociación comenzó con swaps (permuta financiera) de tasas de interés, opciones en moneda extranjera y acuerdos a un plazo determinado. Mientras tanto, los bancos estaban pidiendo prestado cada vez más de su propia financiación en los mercados de crédito. El aumento de la oferta y demanda debería haber servido de incentivo para empujar una subida de las tasas del Libor, pero no fue así.

En un intento de controlar la situación, formalizar el proceso y aumentar la eficiencia y la transparencia, la Asociación de Banqueros Británicos (BBA) tomó el control en 1986 y llamó a dicha tasa 'BBALibor'. Los primeros involucrados en las negociaciones del BBALibor estaban sorprendidos del tremendo impacto de lo que comenzó siendo una tasa de interés en negociaciones privadas. El creciente uso del Libor debería haber llevado consigo un aumento de las tasas. "Existió la tentación de aumentar las tasas debido al enorme crecimiento del mercado de derivados, que manejaba miles de millones de libras de operaciones relacionadas con Libor", explica David Potter, exdirector de Midland Bank. El estatismo y la subestimación del Libor contribuyó claramante a la crisis de 2007.

Zombanakis, al igual que muchos veteranos de la banca, aseguran hoy que el buen funcionamiento del Libor se perdió cuando se convirtió en un punto de referencia de financiación para todo. "Comenzamos algo que era práctico y conveniente, nunca pensábamos que esta tasa se extendería a hipotecas y cosas así", añade el creador de la tasa que ahora está siendo cuestionada por todos.

Algunos advirtieron

Mientras que la mayoría de los jugadores del mercado no hizo nada por poner de relieve la peligrosidad del Libor, solo dos miembros del banco advirtieron a los reguladores de que era una medida peligrosa. Uno de ellos fue Marcy Engel, abogada de Salomon Brothers, quien escribió al regulador estadounidense de derivados, Commodity Futures Trading Commission (CFTC), a finales de 1996, advirtiendo de que el uso de esta tasa provocaría un engaño entre los comerciantes. "Un banco podría verse tentado a ajustar sus ofertas cada día, de tal manera que beneficie así sus propios intereses", escribió.

Foto: El dinero no da la felicidad, pero te lo pasas de miedo. (iStock)

La otra persona que advirtió fue Richard Robb, trabajador del DKB Financial Products de Nueva York, quien sugirió en una carta a la CFTC que las empresas prestamistas podrían sentirse tentadas a suspender sus presentaciones durante períodos de estrés para enmascarar cualquier dificultad de financiación. "En un principio era útil, pero cuando llegó a ser tan dominante debería haber sido limitado y regulado por bases firmes". La comisión no hizo caso a ninguno de los dos, ya que la opinión predominante en la época era que el Libor no podía ser manipulado.

La mayoría no hizo nada por avisar de la peligrosidad del Libor. Solo dos miembros del banco advirtieron a los reguladores de que era una medida peligrosa

Pero la realidad era bien distinta: manipular el Libor era mucho más fácil de lo que nadie había pensado. Las alarmas saltaron a finales de 2007 en Estados Unidos, donde las estimaciones del Libor empezaron a variar de forma sospechosa y sustancial entre el dólar y las demás monedas. Es decir, los riesgos financieros se disparaban por la incipiente crisis financiera, pero el Libor permanecía estable. En estos años, numerosos 'traders' inflaban la tasa para incrementar sus ganacias en los préstamos a corto plazo.

Todo ello derivó en investigaciones que acabaron con la multa de 290 millones de libras (344 millones de euros) a finales de septiembre de 2012 a Barclays, cuyos 'traders' habían intentado manipular el Libor. Otros bancos mundiales aún hoy están siendo investigados por haber actuado de manera similar. Además, se ha pedido a la Asociación de Banqueros Británicos que deje de tener la potestad para determinar el Libor.

'El crimen del siglo'

A pesar de que la manipulación del Libor se conoce como "el crimen del siglo", los banqueros que trabajaban en Londres en las décadas previas a la crisis crediticia –cuando los fondos interbancarios se paralizaron y la especulación de los bancos sobre el costo de sus préstamos era deshonesta– insistían en que no había indicios de manipulación. Pero hoy sabemos que sí. Y aunque esta tasa es menos importante en la zona euro (por detrás del Euribor), el Libor sigue siendo utilizado para determinar el tipo de interés en contratos equivalentes a más de 260 billones de euros (cinco veces el PIB mundial) y establece el precio de referencia para numerosas hipotecas, préstamos con tarjetas de crédito o préstamos empresariales.

Barclays fue multado con 344 millones de euros por manipular el Libor. Otros bancos aún hoy están siendo investigados por haber actuado de manera similar

Las personas más pobres son las actualmente más afectadas por el Libor. En Ohio, por ejemplo, el 90% de todas las hipotecas subprime de 2008 fueron indexadas a Libor, el doble de la proporción de préstamos de primera calidad.

Zombanakis ve el circo en el que se ha convertido el Libor. Asegura que se esfuerza por reconocer el mundo moderno de la banca de inversión, donde los comerciantes se hacen con bonificaciones multimillonarias tras engañar a sus clientes. "En aquel entonces el mercado era pequeño y estaba dirigido por auténticos caballeros. Hemos dado por sentado que estos Señores no tratarían de manipular cosas como esa. Pero a medida que el mercado crecía, no se podía confiar en él. No podrías controlarlo. La banca ahora es como una raqueta de prostitución dirigida por chulos. Hay demasiado dinero involucrado", asegura el creador del Libor cómodamente desde su sofá.

Minos Zombanakis, nacido hace 86 años en una isla griega, se autoproclama como el creador del Libor (London InterBank Offered Rate), o el tipo interbancario de oferta de Londres. "Modestia aparte, yo fui el que inició todo", asegura entre risas a su biógrafo, que ahora ha hecho pública esta historia en el libro 'The Fix: How Bankers Lied, Cheated and Colluded to Rig the World's Most Important Number' (Ed. Bloomberg).

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