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El que avisa ¿no es traidor? Así acabaron los soplones
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El que avisa ¿no es traidor? Así acabaron los soplones

Edward Snowden ha sido el último gran chivato que ha saltado a las portadas de los periódicos, tras reconocer ser el responsable de la filtración de

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El que avisa ¿no es traidor? Así acabaron los soplones

Edward Snowden ha sido el último gran chivato que ha saltado a las portadas de los periódicos, tras reconocer ser el responsable de la filtración de varios documentos secretos de la Agencia Nacional de Inteligencia de EEUU (NSA) en los que se indica que ésta tuvo acceso a registros telefónicos y de internet de millones de usuarios en Estados Unidos.

No es fácil salir a la luz cuando se es responsable de una filtración de este tipo. Las acusaciones de espionaje suelen ser duras, sobre todo si el implicado está revelando secretos de Estado. Snowden se encuentra escondido en Honk Kong, pero muchos expertos legales creen que podría ser extraditado por las autoridades Chinas en cualquier momento.

En el mundo anglosajón se conoce a los soplones como whistle-blowers (“los que soplan el silbato”), una palabra con connotaciones positivas, pues se refiere a aquellos chivatos que revelan información de interés para la ciudadanía que se estaba tratando de ocultar. Pero, pese a que mucha gente reconoce la honorabilidad de estos soplones, muchos gobiernos e instituciones no opinan lo mismo, y han hecho la vida imposible a personas que consideran traidores. Esta es la historia de cinco de los más famosos chivatos.

Edward Snowden ha sido el último gran chivato que ha saltado a las portadas de los periódicos, tras reconocer ser el responsable de la filtración de varios documentos secretos de la Agencia Nacional de Inteligencia de EEUU (NSA) en los que se indica que ésta tuvo acceso a registros telefónicos y de internet de millones de usuarios en Estados Unidos.