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La nueva imagen de la NASA: jóvenes, 'canallas' y atractivos
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La nueva imagen de la NASA: jóvenes, 'canallas' y atractivos

Todos aquellos que vieron en directo los Siete Minutos de Terror en los que se produjo el aterrizaje del Curiosity en Marte no pudieron evitar reparar

Foto: La nueva imagen de la NASA: jóvenes, 'canallas' y atractivos
La nueva imagen de la NASA: jóvenes, 'canallas' y atractivos

Todos aquellos que vieron en directo los Siete Minutos de Terror en los que se produjo el aterrizaje del Curiosity en Marte no pudieron evitar reparar en el llamativo look de uno de los científicos de la NASA que aparecieron en la retransmisión. Sonriente, lozano y portando orgulloso un peinado mohicano adornado por dos estrellas tintadas, el que posteriormente sería identificado como Bobak Ferdowski tenía la apariencia exactamente opuesta a lo que la tradición nos ha dicho que debe tener un científico de primer nivel. Tan impactante fue la imagen de Ferdowski, uno de los directores de vuelo de la misión, que rápidamente se convirtió en un meme viral en la red. Su imagen fue rápidamente parodiada en multitud de imágenes que se recogían en la cuenta de Tumblr llamada Fuck Yeah Bobak Ferdowski y las propuestas de matrimonio al joven ingeniero se sucedieron una detrás de otra, especialmente en Twitter, donde pasó de tener menos 200 seguidores a 21.000 en apenas un día. El deseado joven ha realizado pocas declaraciones al respecto, más allá de recordar que a su novia “le ha hecho gracia” y twittear que no se siente “preparado para recibir tanta atención”, pero que le “alegra haber demostrado que se necesitan personas de todo tipo para llevar a cabo la misión. ¡Ójala mis compañeros dejasen de burlarse de mí!”.

La campaña 'Rock Stars of Science' reunió a músicos como Timbaland y premios NobelLo que en principio no es más que una anécdota frívola puede leerse como parte de una tendencia mayor en la que las aficiones, perfiles e intereses de los científicos de primer nivel ya no responden a la idea preconcebida que gran parte de la sociedad tiene de los mismos, algo que lleva siendo así mucho tiempo, pero que ha conducido a las grandes organizaciones a llevar a cabo campañas que cambien la percepción de su imagen, especialmente entre los más jóvenes. La propia NASA ha firmado un trato con la editorial Forge Books para producir una serie de novelas “inspiradas por los científicos de verdad”. En otras palabras, el objetivo de la alianza es sacar al mercado una colección de libros de ciencia-ficción que signifiquen, tal y como señalaban en su nota de prensa, “una puerta de entrada al público general que ayude a generar una conciencia clara del importante papel que la NASA juega en nuestras vidas”.

Además, a finales de 2010 se llevó a cabo una campaña llamada precisamente Rock Stars of Science en la que se juntaron iconos de la música rock como Debbie Harry de Blondie, Bret Michaels de Poison y el rapero Timbaland e investigadores como el premio Nobel Elizabeth Blackburn, el experto en cáncer Craig Thompson o el director del Instituto Nacional de Salud, Francis Collins. Aunque quizá Ferdowski haya hecho más por el cambio de la imagen de los científicos que toda la colección de Forge Books y la campaña Rock Stars of Science juntas.

De rockero a ingeniero espacial

El jefe de Ferdowski en la misión, Adam Steltzner, fue el protagonista de un artículo en NPR, titulado precisamente Cuando un rockero diseña un Mars Lander. “Tiene las orejas perforadas para llevar pendientes, lleva botas de piel de serpiente y porta un tupé a lo Elvis”, escribía el periodista Joe Palca en el artículo, que señalaba que él recordaba a los científicos como “gente seria, abotonada hasta arriba”. Seltzner es el ingeniero que lidera el equipo de la Curiosity, y su carrera dista de responder a las ideas preconcebidas sobre lo que debe ser una eminencia científica.

Adam Steltzner, director de la misión, fue músico antes que científico“En el instituto me especialicé más bien en el sexo, las drogas y el rock and roll”, señala Seltzner en la entrevista al mismo tiempo que recuerda que la razón por la que aprobó geometría en el colegio no fue por su brillantez, sino porque “la profesora no quería verme más”. A juzgar por sus palabras, el hombre que en su día quiso ser una estrella del rock –fue bajista de varias bandas del área de la bahía de San Francisco, una de las escenas musicales más fecundas de Estados Unidos– fue todo un sátiro en su día: su primer coche fue un Cadillac del ’69 en cuyo asiento de atrás instaló una cama. De hecho, la inspiración para dedicarse al estudio de las estrellas surgió una noche mientras volvía a casa, de madrugada, después de un concierto, y sufrió una revelación gracias a la belleza de los astros. Pero la de Seltzner no es la única historia que pone de manifiesto la relación, al menos en Estados Unidos, entre la cultura popular (especialmente, el rock) y la ciencia.

Científicos rockeros, rockeros científicos

Quizá el caso más conocido de músicos eruditos sea el de Brian May, guitarrista de Queen, que es doctor de astrofísica en el Imperial College de Londres y que empezó a trabajar en su tesis en los años setenta, cuando la banda británica comenzó su fulgurante carrera, lo que le obligó a dejar de lado su investigación hasta la disolución del grupo tras la muerte de Freddy Mercury. Además, llegó a escribir junto a Patrick Moore y Chris Lintott un libro de divulgación llamado Bang! The Complete History of the Universe (John Hopkins University Press) que utiliza el nombre de May como reclamo para acercar la astrofísica a un público ajeno a la materia. La curiosidad del guitarrista que compuso We Will Rock You y We Are the Champions le llevó a visitar el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma el año 2007, considerado como uno de los mejores de Europa para observar la noche celeste.  

Art Garfunkel compaginó su carrera musical junto a Paul Simon y las matemáticasPero May no es el único rockero que se ha interesado en el conociemiento científico: Greg Graffin, cantante de la banda de punk Bad Religion, se licenció en antropología y geología en UCLA donde imparte clases de paleonteología. Graffin ha editado un polémico libro llamado La anarquía de la evolución: fe, ciencia y mala religión en un mundo sin Dios (Harper Perennial), donde concilia su faceta de provocador punk con su interés por las teorías evolucionistas. No es el único punk californiano con estudios en el campo de las ciencias: el primer disco de los Descendents, Milo Goes to College, debe su nombre a que su cantante Milo Aukerman estudiaba biología. Hoy en día, se dedica a la investigación y tiene en su haber un doctorado en bioquímica.

Pocos saben que Art Garfunkel compaginaba sus conciertos junto a Paul Simon a mediados de los sesenta con la realización de un Master en matemáticas, que fue demasiado para él y postergó la finalización de sus estudios hasta años más tarde. Algo parecido a lo que ocurrió con el guitarrista de Velvet Underground Sterling Morrison, que después de la disolución de la banda completó su doctorado en Estudios Medievales en la Universidad de Texas. Y la inolvidable More Than a Feeling de Boston no habría sonado igual si su guitarrista, Tom Scholz, que trabajaba en Polaroid como diseñador, no hubiese aplicado sus conocimientos de ingeniería a la creación de amplificadores como el Rockman. Curiosamente, en la portada de todos los discos de la banda de Massachusetts aparece un platillo volante, imagen insignia de la formación: quizá la pasión que científicos y músicos sienten por su trabajo les haga tener más cosas en común de las que los separan.

Todos aquellos que vieron en directo los Siete Minutos de Terror en los que se produjo el aterrizaje del Curiosity en Marte no pudieron evitar reparar en el llamativo look de uno de los científicos de la NASA que aparecieron en la retransmisión. Sonriente, lozano y portando orgulloso un peinado mohicano adornado por dos estrellas tintadas, el que posteriormente sería identificado como Bobak Ferdowski tenía la apariencia exactamente opuesta a lo que la tradición nos ha dicho que debe tener un científico de primer nivel. Tan impactante fue la imagen de Ferdowski, uno de los directores de vuelo de la misión, que rápidamente se convirtió en un meme viral en la red. Su imagen fue rápidamente parodiada en multitud de imágenes que se recogían en la cuenta de Tumblr llamada Fuck Yeah Bobak Ferdowski y las propuestas de matrimonio al joven ingeniero se sucedieron una detrás de otra, especialmente en Twitter, donde pasó de tener menos 200 seguidores a 21.000 en apenas un día. El deseado joven ha realizado pocas declaraciones al respecto, más allá de recordar que a su novia “le ha hecho gracia” y twittear que no se siente “preparado para recibir tanta atención”, pero que le “alegra haber demostrado que se necesitan personas de todo tipo para llevar a cabo la misión. ¡Ójala mis compañeros dejasen de burlarse de mí!”.