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“El mainstream ha desaparecido y sólo quedan migajas: es perfecto”
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EL CALIFORNIANO CHUCK PROPHET GIRA POR NUESTRO PAÍS

“El mainstream ha desaparecido y sólo quedan migajas: es perfecto”

Dicen que no se puede volver a repetir el pasado. Pero Thomas Wolfe estaba totalmente equivocado: por supuesto que puedes. Ya lo dijo Bob Dylan. Que

Foto: “El mainstream ha desaparecido y sólo quedan migajas: es perfecto”
“El mainstream ha desaparecido y sólo quedan migajas: es perfecto”

Dicen que no se puede volver a repetir el pasado. Pero Thomas Wolfe estaba totalmente equivocado: por supuesto que puedes. Ya lo dijo Bob Dylan. Que les den a los puristas”. El guitarrista y cantante de rock de San Francisco Chuck Prophet se muestra así de efusivo cuando se le pregunta acerca de por qué decidió revisitar el célebre London Calling de The Clash en una gira que le trajo por dos veces a nuestro país el pasado 2011. “Desempleo, alcoholismo, y una adultez prematura. Todos estos temas están tan vivos como siempre. Y de eso trataban las canciones de The Clash. Se trata de un disco tan relevante como siempre, o más”.

Prosigue Prophet preguntándose: “¿No se supone que las canciones están para ser cantadas y tocadas? De los acordes iniciales de London Calling a la crucifixión disco de Train In Vain, The Clash extendieron la world music por todo el mundo. Casi nada. ¿Quién se resistiría a algo así?” Pocos, dado que dichos conciertos fueron un absoluto éxito de público.

De esta manera, Prophet logra justificar la aparente contradicción en la que incurren este tipo de proyectos, que intentan conciliar la nostalgia de lo pasado (dicho álbum cuenta con más de treinta años de antigüedad) con su adaptación a un contexto socioeconómico levemente diferente al de Gran Bretaña a finales de los setenta, por más que comparta ciertas peculiaridades. Se trata de un proyecto que probablemente habrá reportado al músico un pequeño alivio económico que le ha permitido, de nuevo, volver a interpretar sus propias canciones.

Chuck Prophet es, ante todo, un superviviente. Como lo son todos esos músicos de más de cuarenta años que se encuentran hoy en día viajando por medio mundo con el objetivo de prolongar su precaria carrera musical. Aquellos a los que la crisis (de la industria, pero también la financiera) les ha pillado en una encrucijada en la que no tienen el suficiente renombre como para tener el futuro garantizado ni son tan jóvenes para volver a empezar de cero. ¿La solución? Vivir día a día, y echar un vistazo hacia lo que en un pasado funcionó.

Cómo funcionan las cosas

Tras convertirse en uno de los cabecillas de la revolución alternativa de los años ochenta con Green On Red (con los que se reunió hace unos años), Prophet ha pasado las últimas dos décadas labrando una interesantes carrera en solitario que ha compaginado con distintas colaboraciones como guitarrista con músicos como Lucinda Williams. Una diversificación que le permite seguir en activo treinta años más tarde.

La gente aún es capaz de encontrar nuevas formas de combinar dos guitarras, bajo y batería“La supervivencia es lo primero. El mainstream ha desaparecido, y no nos quedan más que las migajas. Me parece perfecto”, recuerda Prophet. “Por supuesto, me gustaría hacer un musical. O una película. Me encantaría tener el apoyo económico suficiente para seguir mi inspiración allí donde me llevase”, concede con ironía el músico. “Pero me temo que las cosas no funcionan así”.

Mirando hacia atrás con ira

La gira que trae de nuevo a Prophet a nuestro país es, esta vez, muy distinta a aquella en que recuperaba a The Clash. Ahora, el compositor vuelve a su propio repertorio, acompañado por The Mission Express, un cuarteto en el sentido más clásico del término. Entre las canciones interpretadas figurarán las de su nuevo trabajo, Temple Beautiful (Yep Rock), un disco de esos que ya no se hacen. Aunque suene a tópico.

En la época de las producciones artificiales, la fusión de géneros y la permeabilidad a las nuevas tendencias y sonidos, este nuevo álbum se erige como uno de los pocos discos de rock puros (que no puristas) publicados en 2012. “La gente aún es capaz de encontrar nuevas formas de combinar dos guitarras, bajo y batería. No hay ningún problema con ello. Nuestra aspiración es hacer una música que tenga algo que decir y que lo diga de la forma apropiada”. 

El propio Prophet llevaba tiempo sin grabar un álbum tan rockero, si obviamos el previo Let Freedom Ring (2009, Cooking Vinyl Records), que ya anunciaba su deriva actual. Pero álbumes como No Other Love (New West, 2002) o Age of Miracles (2004) nos lo presentaban flirteando con el hip-hop y el funk, el soul y el country. ¿Por qué echar la vista atrás? “Me cansé de hacer discos con tantas capas. Me aburrí de las cuerdas, y los vientos, de las regrabaciones… Estas nuevas canciones no necesitan nada más que dos guitarras, un bajo y una batería para funcionar”.

San Francisco como paraíso perdido

En este panorama incierto, la ciudad de San Francisco se erige como tema principal del álbum, telón de fondo para el mismo y, en resumen, el signo de una época (los sesenta y los setenta) donde el porvenir se presentía justo y prometedor, y no tenebroso e impredecible. Aunque Prophet provenga de Whittier, un distrito de Los Angeles, para él la ciudad del Golden Gate siempre ha sido una de sus principales inspiraciones.

Para Prophet era fácil percibir a principios de los ochenta la meca hippie como una ciudad de las oportunidades, ya que era el lugar donde apenas unos años antes había tomado forma uno de los movimientos contraculturales más importantes del siglo XX. ¿Por qué dedicar justo ahora un disco a Frisco? “Era lo correcto. Las canciones nacen en tu inconsciente, pasan por tus dedos y salen por tu boca. Lo metes todo en la olla y ves lo que flota, y lo coges”, explica el guitarrista de Green On Red. “Un buen día, nos dimos cuenta de que estábamos haciendo un disco sobre San Francisco. Quisimos darle el homenaje que merece”.

Cada mitología necesita un héroe y Mays era uno de ellos¿Qué tiene de especial la ciudad? “No lo sé. Será algo que está en el agua. Quizá se deba a sus políticas progresivas, a la historia, a la cultura. Comencé a bucear en todo ello”. Y, sin embargo, el guitarrista nunca se ha interesado especialmente por el tipo de música en que uno piensa automáticamente al oír hablar de San Francisco, la psicodelia y las jam-bands: “Ese material nunca significó gran cosa para mí. El punk rock fue un intento de acabar con todo eso. Mucha de esa música es cursi, aunque hay material muy bueno”. Y recuerda la honda impresión que le causó ver en su juventud a bandas como Flamin’ Groovies o Peter Case de Plimsouls, representantes de esa otra california, más punk y sixties.

Mitos americanos

En esta búsqueda de sus raíces, Prophet se ha cruzado en su camino con otros iconos a los que ha rendido homenaje al mismo tiempo que le han servido de inspiración. El primero de ellos es Waylon Jennings, enfant terrible de la música country outlaw y cuya figura Prophet relaciona íntimamente con sus recuerdos de adolescencia. “Mi padre escuchaba cosas de countrypolitan como Charlie Rich o Tammy Wynette. ¡Desde luego, nada que ver con el Grand Ole Opry! Amaba a Johnny Cash y la canción de Flatt y Scruggs de los Beverly Hillbillies. Mi disco favorito de country de todos los tiempos es Dreaming My Dreams. Mi primer disco en solitario está claramente influido por él, hasta en la portada”. Se trata del álbum de Jennings que Prophet ha regrabado y publicado bajo el nombre de Dreaming Waylon’s Dreams.

La otra figura que aparece en el disco es Willie Mays, el famoso jugador de béisbol que se consideraba a sí mismo el mejor de todos los tiempos. Como The Clash, como Jennings, Mays es en el imaginario de Prophet no tanto una referencia o un ídolo como el resumen de toda una época dorada. Y recurrente: tanto Joe Henry como The Baseball Project, compañeros de viaje de Prophet, han citado al deportista en sus canciones en tiempos recientes. Una coincidencia nada circunstancial.

Cada mitología necesita un héroe y Mays era un hombre de enjundia. Permaneció firme frente al racismo, y sigue siendo objeto de grandes tomos biográficos. Al mismo tiempo, todos sospechamos que quizá apuntaba demasiado alto”. Desde luego, el producto de una época más idealista y soñadora que los precarios y pragmáticos tiempos modernos.

*Chuck Prophet & the Mission Express tocarán el 4 de mayo en Bilbao (Kafe Antzoki), el 5 en San Sebastián (Bukowski), el 7 en Madrid (El Sol), el 8 en Valencia (El Loco) y el 9 en Barcelona (La [2] de Apolo).

Dicen que no se puede volver a repetir el pasado. Pero Thomas Wolfe estaba totalmente equivocado: por supuesto que puedes. Ya lo dijo Bob Dylan. Que les den a los puristas”. El guitarrista y cantante de rock de San Francisco Chuck Prophet se muestra así de efusivo cuando se le pregunta acerca de por qué decidió revisitar el célebre London Calling de The Clash en una gira que le trajo por dos veces a nuestro país el pasado 2011. “Desempleo, alcoholismo, y una adultez prematura. Todos estos temas están tan vivos como siempre. Y de eso trataban las canciones de The Clash. Se trata de un disco tan relevante como siempre, o más”.