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De vacaciones y pendientes del móvil: ¿de verdad lo necesitamos todo el rato?
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EL 55% LO CONSULTA HASTA EN LAS CENAS FAMILIARES

De vacaciones y pendientes del móvil: ¿de verdad lo necesitamos todo el rato?

Aunque una buena parte de los españoles está de vacaciones, son muy pocos los que logran olvidarse completamente del trabajo. Debido a los móviles e internet

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De vacaciones y pendientes del móvil: ¿de verdad lo necesitamos todo el rato?

Aunque una buena parte de los españoles está de vacaciones, son muy pocos los que logran olvidarse completamente del trabajo. Debido a los móviles e internet es difícil desconectar por completo, a no ser que se viaje a una isla desierta (y sin cobertura). Se han escrito ríos de tinta sobre la “desconexión digital”, la necesidad de olvidarse de internet para poder descansar realmente del trabajo, pero los expertos también advierten que no hay que olvidarse por completo del móvil.

Según ha explicado a Efe el doctor en Psicología José Ignacio Baile, “dejarse el móvil en vacaciones no es saludable, porque es una herramienta muy útil para nuestras comunicaciones y relaciones”. En su opinión, no resulta sensato decir que nos lo vamos a dejar en casa “porque nos puede resolver problemas puntuales, como un accidente de tráfico o una llamada familiar de urgencia”.

El abandono total del móvil sería “irresponsable”, según este especialista, vicerrector de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), una entidad que ha publicado una serie de consejos para que los españoles sepan desconectar en vacaciones, en la medida de lo posible, de las nuevas tecnologías.

Desconectar en vacaciones puede ser muy difícil

Olvidarse del móvil no es saludable, pero menos lo es, en estos días de asueto, hacer un uso abusivo o tan extenso de él como se hace habitualmente. La clave para desconectar es hacer un uso “racional y comedido”.

Más de la mitad de los españoles prefieren renunciar todo un mes a cerveza, vino, chocolate, zapatos, TV o al coche antes que prescindir del teléfono móvilUn informe  sobre “hábitos y riesgos en los usuarios de móviles, tabletas y PC en Europa”, de la empresa de seguridad informática Kaspersky Lab, confirma la gran dependencia de los españoles respecto a estos dispositivos. Según el estudio, llevado a cabo mediante encuestas a casi 2.500 usuarios de smartphones de Europa, el 55% de los españoles que posee uno de estos teléfonos “inteligentes” lo consulta “en secreto” durante las cenas familiares, la gran mayoría para mirar su correo electrónico y más de la mitad para acceder a redes sociales. Otro dato llamativo del estudio es que más de la mitad los españoles, también un 55%, prefieren renunciar todo un mes a cerveza, vino, chocolate, zapatos, TV o al coche antes que prescindir del teléfono móvil.

Para poder desconectar en vacaciones, según Baile, hay que hacer “parones” en el uso del móvil, bien obligándonos a apagarlo en determinadas situaciones, como al salir por la noche para dar un paseo o en las comidas, o renunciando a llevarlo encima cuando nos vamos, por ejemplo, a la playa.

Pero también podemos optar por ponerlo en silencio durante largos periodos de tiempo para que no centre nuestra atención “de forma permanente, ni obsesiva, como ocurre en algunos casos durante el año”, tal como asegura el psicólogo. Así podremos seguir recibiendo llamadas o mensajes, que quizás pueden ser importantes a nivel laboral y que en estos momentos no pueden dejar de ser atendidos, pero sin la necesidad de estar permanentemente atados al móvil.

Mirar el correo una vez al día, por ejemplo antes dormir, es más que suficienteLo mismo ocurre con el correo electrónico: los teléfonos móviles de última generación nos informan puntualmente de cada uno de los correos que recibimos a través de una señal que, si no cesa, puede no dejarnos descansar. La guía de la “desconexión” de la UDIMA recomienda que no se lean los correos cada cinco minutos, ni se compruebe compulsivamente la bandeja de entrada porque ese es el primer síntoma de que no hemos logrado olvidarnos ni un momento del trabajo. Con echarles un vistazo una vez al día, por ejemplo antes dormir, es más que suficiente.

El doctor Baile considera que lo aconsejable es hacer una lectura de los nuevos mensajes una vez cada tres o cuatro días o incluso a la semana porque, subraya, “estamos de vacaciones”.

Víctimas de las redes sociales

¿Y qué pasa con los tweets a los amigos? El consejo, en estos casos, es que se deje de tuitear por unos días. Twitter, dice la guía, es una herramienta fantástica para informarse, opinar y conocer gente, pero si tuiteas cada una de las cosas que haces en vacaciones, ¿qué vas a contar a tu vuelta?

“Las vacaciones deben ser momento de otro tipo de contactos. No hay que ceñirse exclusivamente a los contactos a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías. Hay otro tipo que debemos explorar y disfrutar en las vacaciones, los más humanas del contacto personal”, recalca el doctor.

Lo ideal sería no llevar el ordenador de vacacionesEsos nuevos contactos implican conversar, hablar, volver al envío de tarjetas postales, a escribir una carta a mano, leer información directamente de los periódicos o de un libro. “Es momento de explorar, de disfrutar de todas esas formas de relacionarse que son tan sanas como las redes sociales, cuando se hacen bien”, según Baile.

Por eso, también hay que hacer un uso puntual del ordenador: “Lo ideal sería no llevarlo en estos días, no hacer uso de él, y sólo si estamos esperando alguna cuestión importante que no podemos dejar de atender, pero no estar con él en la playa, en la piscina...”

Las vacaciones deben ser un tiempo para hacer algo diferente a lo que se hace a lo largo del tiempo laboral, porque de esa manera, dicen los psicólogos, “lo retomaremos con más ganas e ilusión”. Si no hacemos esa desconexión, nos dará la sensación de que seguimos igual y cuando volvamos “vamos a hacerlo asqueados y con el mismo nivel de estrés y cansancio”

Podemos rozar la adicción si no podemos, ni siquiera en vacaciones, usar el móvil e internet de forma racional y, según el experto, “no debemos llegar a ese extremo”. 

Aunque una buena parte de los españoles está de vacaciones, son muy pocos los que logran olvidarse completamente del trabajo. Debido a los móviles e internet es difícil desconectar por completo, a no ser que se viaje a una isla desierta (y sin cobertura). Se han escrito ríos de tinta sobre la “desconexión digital”, la necesidad de olvidarse de internet para poder descansar realmente del trabajo, pero los expertos también advierten que no hay que olvidarse por completo del móvil.