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Los manifestantes radicales, su falta de GABA y la manipulación periodística
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LOS CIENTÍFICOS SE QUEJAN DE LOS MEDIOS

Los manifestantes radicales, su falta de GABA y la manipulación periodística

Contenedores y coches incendiados, una docena de detenidos y un caos descomunal se adueñaron de Barcelona durante varias horas el pasado miércoles. Aunque las autoridades y políticos se

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Los manifestantes radicales, su falta de GABA y la manipulación periodística

Contenedores y coches incendiados, una docena de detenidos y un caos descomunal se adueñaron de Barcelona durante varias horas el pasado miércoles. Aunque las autoridades y políticos se afanan en restarles protagonismo  – “son grupos aislados”, dicen – , lo cierto es que se hacen notar y su comportamiento fomenta que los medios nos preguntemos por qué. ¿Se puede justificar el vandalismo? La prensa británica publicó en grandes titulares que los manifestantes radicales son, científicamente, más impulsivos .

Para comprender por qué siempre hay unos pocos que perpetran el caos y la violencia en las protestas, los medios ingleses se valieron de una información científica mal interpretada. Tenemos que remontarnos al verano pasado para comprenderlo. Algunos manifestantes británicos, que se echaron a la calle como sus equivalentes españoles para protestar contra los recortes educativos, saquearon y provocaron incendios en los principales edificios de las capitales inglesas. A la par, se hizo público un descubrimiento científico.

La prensa malinterpreta la ciencia para hacer titulares

La publicación del artículo científico relacionaba los bajos niveles del neurotransmisor GABA  – una molécula encargada de la comunicación entre neuronas –  en el lóbulo frontal del cerebro con un determinado tipo de personalidad impulsiva  – impulsividad temeraria, concretamente – . Estos individuos, aseguran los expertos, actúan de manera más precipitada en respuesta a emociones intensas. Además, los resultados concordaban con evidencias genéticas que relacionaban al GABA con el alcoholismo y la drogadicción. La excusa perfecta para abrir a toda página.

Press Association: La falta de una sustancia química en el cerebro estimula las revueltas

A medida que crecía la tensión en las calles inglesas, algunos de los medios más prestigiosos comenzaron a relacionar al neurotransmisor GABA con los altercados. “La falta de una sustancia química en el cerebro estimula las revueltas” escribía Press Association en la primera interpretación errónea y desvirtualizada del descubrimiento. Luego seguiría The Sun proponiendo una cura para la enfermedad que podría estar lista en 10 años: “Spray nasal (a base de GABA) para detener borrachos y revueltas”. También el Daily Mail se hizo eco del descubrimiento: “¿Tienen los alborotadores retratados saqueando una tienda en Hackney niveles bajos de una sustancia química del cerebro que contribuye a descontrolar su comportamiento? Los científicos creen que sí”.

Los científicos responsables del descubrimiento no tardaron en reaccionar. En un artículo publicado en el periódico británico The Guardian escribían: “Seamos absolutamente claros. Nuestra investigación no tiene casi nada que decir acerca de los disturbios, y ciertamente no puede ser utilizada para justificar o excusar cualquier tipo de comportamiento. Nuestro trabajo muestra que las personas con menor reporte de GABA son más impulsivas, y ya se sabe que impulsividad y agresión están unidas. Esto a su vez sugiere que el GABA podría tener un papel en la mediación de la impulsividad y la agresión”, matizaron en un comunicado. Sus quejas consiguieron que retiraran el artículo de The Sun, aunque todavía es posible leerlo.  

Los científicos se quejan de la mala difusión de sus logros

Hay ciertos estudios que pueden ser malinterpretados porque contienen conclusiones aparentemente sencillas. En este caso se relaciona un tipo de comportamiento con una sustancia química. Pero el error es asumir que esta relación es directa y causal, es decir, que tan sólo una variación en los niveles de GABA conllevaría el desarrollo del comportamiento impulsivo. Éste es un problema recurrente en la interpretación de la ciencia, aseguran los científicos responsables del descubrimiento. "No se sabe si los cambios de GABA son la causa o por el contrario son el resultado de estos comportamientos. Una simplificación excesiva de los datos puede incluso llevar a justificar determinados comportamientos antisociales por ser químicamente inevitables", razonan. 

El doctor Ramón Fernández Álvarez, coordinador del área de enfermedades de origen medio ambiental de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) cree que la prensa, como cualquier otro campo se hace eco de lo más sorprendente. "Esto hace que cosas marginales puedan ser llevadas a un primer plano simplemente por su capacidad de generar sorpresa".

Es peligroso falsear la información porque se mina el respeto público por la ciencia

La interpretación errónea de estudios científicos en la prensa es una queja habitual de los investigadores. La ciencia, que necesita de los medios para su difusión, pide serenidad para explicar unos resultados de compleja interpretación. “Esta proliferación de falsedades es muy peligrosa, no sólo porque desinformar a la opinión pública, sino también porque minan el respeto público por la ciencia y el apoyo a la utilización de los impuestos para financiarla”, continuaron quejándose.

Algunos científicos opinan que la naturaleza intrínseca del periodismo sensacionalista es incompatible con los criterios de objetividad necesarios para notificar la ciencia. Esto se puede traducir en que muchos científicos dejen de emitir comunicados de prensa y se nieguen a colaborar con los medios. ¿Cómo hacer que la verdad también sea interesante?

Periodistas y científicos deben unirse para entenderse

No es la primera vez que se hace un llamamiento a la conciliación entre científicos y periodistas. En 1997 el periodista Jin Hartz y el físico Rick Chappell publicaron Mundos aparte: Cómo la distancia entre la Ciencia y el Periodismo amenaza el futuro de América, un libro en el que denuncian que la ignorancia científica se debe precisamente a la incapacidad de entenderse entre periodistas y científicos. El año pasado la revista científica Science hizo un llamamiento a través de una editorial para que los científicos se esfuercen en comunicar sus logros y no se queden en el laboratorio.

Los periodistas dan excesiva importancia a temas que para los científicos son anecdóticos

Al final del comunicado de queja, los científicos dejaron una reflexión. “Como científicos estamos consternados por la distorsión de nuestra investigación, pero nos ha dado la oportunidad de reflexionar sobre tres cuestiones. ¿Por qué la investigación de este tipo resulta tan atractiva para los medios y por qué la interpretan mal tan fácilmente? En segundo lugar, ¿cuánto daño se hace cuando se distorsiona la ciencia en la prensa? Y en tercer lugar, ¿qué podemos hacer nosotros, como comunidad de científicos y periodistas, para evitar que suceda?”.

Álvarez no cree que se haga daño. "Sorprende desde la profesión que a veces en la prensa se da excesiva importancia a temas que para nosotros son anecdóticos". El experto asegura que los medios, a veces, ponemos el foco sobre cosas poco relevantes que afectan a que la opinión pública no entienda o no conozca el papel real del médico o investigador. "Si se publican muchas noticias de lo avanzada que está la tecnología en materia de trasplantes o células madre, en el día a día puede ser difícil explicar que se pueda morir un paciente joven por una neumoná o una varicela", ejemplifica Álvarez quien considera vital contextualizar bien las informaciones – entre científicos y periodistas– que hablen de tecnologías punta.

Contenedores y coches incendiados, una docena de detenidos y un caos descomunal se adueñaron de Barcelona durante varias horas el pasado miércoles. Aunque las autoridades y políticos se afanan en restarles protagonismo  – “son grupos aislados”, dicen – , lo cierto es que se hacen notar y su comportamiento fomenta que los medios nos preguntemos por qué. ¿Se puede justificar el vandalismo? La prensa británica publicó en grandes titulares que los manifestantes radicales son, científicamente, más impulsivos .