Es noticia
“Se aprovechan de que los padres darían lo que fuera para que sus hijos se curasen”
  1. Alma, Corazón, Vida
DEBATE ÉTICO SOBRE LOS TRASPLANTES DE MÉDULA

“Se aprovechan de que los padres darían lo que fuera para que sus hijos se curasen”

Si usted o alguno de sus familiares necesitase un trasplante. ¿Hasta dónde llegaría? A pesar de que España es líder mundial en trasplantes de órganos desde

Foto: “Se aprovechan de que los padres darían lo que fuera para que sus hijos se curasen”
“Se aprovechan de que los padres darían lo que fuera para que sus hijos se curasen”

Si usted o alguno de sus familiares necesitase un trasplante. ¿Hasta dónde llegaría? A pesar de que España es líder mundial en trasplantes de órganos desde hace 20 años, las listas de espera para estas intervenciones se hacen muy largas para los pacientes.

Ante esto han surgido empresas privadas que aceleran el proceso, buscando donantes en sus enormes bases de datos y cobrando precios abusivos. Este el caso de la compañía alemana DKMS que desde el año pasado trabaja en España realizando campañas de donación para pacientes concretos.

El problema que ha surgido estos días entre la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y DKMS se trata, según explican desde el Ministerio de Sanidad a este diario, de que la alemana se ha saltado los procesos burocráticos que debía realizar para seguir con su actividad. “Ha realizado tareas de promoción de la donación y obtención de donantes sin el conocimiento previo de las autoridades sanitarias, ha hecho llamamientos masivos sin respetar la normativa que asegura que se debe realizar siempre de forma general, sin buscar un beneficio para personas concretas y ha promovido la circulación de muestras biológicas para diagnóstico sin disponer para ello de la autorización administrativa previa”. Por todo ello, la ONT califica de “ilegal” su actividad y le emplaza “a cesar su actividad en España”. Además, ha pedido que se endurezca la normativa española en este sentido.

Un sistema como el español no puede atender casos concretos, está para dar a todos las mismas posibilidades

Aparte de cuestiones legales, el problema surge de un conflicto de intereses y ético en estas situaciones. Hay que entender que las familias de los enfermos van a llegar hasta donde sea necesario para salvar a sus allegados, pero también hay que hacer caso a la visión de los profesionales de la ONT que vigilan porque el sistema siga funcionando.

Iris Peral, cuyo hermano padece leucemia desde hace un año y medio y está esperando un trasplante de médula, explica a El Confidencial que conocían esta opción. “Cuando mi hermano empezó con la enfermedad había otro chico que tenía el mismo problema. Éste se fue a Alemania a un tratamiento privado y se curó”, comenta. Peral asegura que “su madre se informó y decidió que se plantarían irse allí si no encontraban un donante”. La cuestión es que hasta que se realice la intervención el niño debe estar tomando una medicación “que le puede dejar secuelas”, con lo que el tiempo es oro.

Como dice Iris, “lo importante es salvarlo” y en ese momento “te dan igual las normas” que estén estipuladas, por lo que entiende que la gente acuda a empresas como DKMS. Ellos de momento sólo han realizado una campaña entre sus allegados, en sus lugares de trabajo o en la universidad donde estudia para informar de su situación y dar a conocer que hacer una donación de médula es totalmente seguro. Sí asegura Iris Peral “que las empresas se provechan de que estás desesperado, sobre todo cuando se trata de los niños”.

El sistema español se basa en la “igualdad de condiciones para todos”

En este sentido, Rafael Matesanz, creador y coordinador de la ONT, asegura a El Confidencial que “entienden los casos” en los que la gente acude a empresas privadas y comenta que “admiten lo que digan los pacientes”, pero señala que “eso no quiere decir que el sistema se tenga que mover por esos derroteros”.

Por ello, dice que “no van a volver a las formas de hace 30 años”, ya que ahora, se garantiza que el trasplante se va a recibir “en un sistema público, universal y en igualdad de condiciones para todos”.

Sobre los casos concretos, Matesanz afirma que “no sirven para nada” porque “jamás se han encontrado donantes en los núcleos cercanos y esta gente del entorno que se mueve por solidaridad hacia alguien conocido cuando se les llama para que done para otra persona no lo hacen”. Hace referencia a que “esto lo tienen bien estudiado y sólo 20 por ciento responde”.

“Un sistema como el español no se puede mover atendiendo casos concretos porque salgan en los medios, sino para dar a todo español las mismas posibilidades”, argumenta.

DKMS “especula” con los trasplantes

Lo mismo piensa José Mir Pallardó, ex jefe de la Unidad de Cirugía y Trasplante Hepático del Hospital La Fe de Valencia, que “se atreve a firmar que se aprovechan porque los padres darían lo que fuera para que sus hijos se curasen”. Él entiende perfectamente que muchos acudan a empresas como DKMS, pero avisa de que “lo más importante de la cuestión es la transparencia en las donaciones”.

Mir señala que no se puede permitir que haya dinero de por medio, aún más teniendo en cuenta la actitud que siempre ha tenido un pueblo como el español y comenta que “el milagro español se tiraría por tierra” si esto sucediese. Argumenta, además, que “el sistema español funciona”, por lo que “hay que trabajar siempre dentro de él”.

DKMS ha escarbado en cualquier recoveco jurídico para actuar de forma desregulada

Sobre las ganancias de unos 6.000 por trasplante que denuncia Sanidad que obtiene DKMS, Mir considera que son una especulación y añade que “son antiéticas” estas empresas que ganan dinero con los trasplantes. “Es lo más amoral que puede existir. Es lo que viene a ser tráfico de órganos”.

Rafael Matesanz  explica que en este asunto “la corriente ética es muy importante” y, en este sentido, comenta que lo que ha hecho DKMS es “atentar contra la base de nuestro sistema de trasplantes”. “La inclusión de una entidad pone en peligro el sistema por completo”, añade.

Matesanz comenta que “ya se delegó en la Fundación Josep Carreras” la gestión de las donaciones de médula y hasta el momento “ha funcionado de forma satisfactoria”. En este sentido, asegura que “DKMS quería hacer lo que ya hacía la propia fundación”, a un mayor precio y “sin haber llamado a la puerta antes”.

La Fundación Josep Carreras “factura lo que hace porque necesita dinero para financiarse, pero con unas tarifas que han sido acordadas entre las administraciones y que son de unos 8.500 euros frente a los 14.500 que cobra DKMS” y de los que se llevan 6.000 en ganancias. La Fundación sólo cobra cuando se acude al extranjero, pero en intervenciones entre hospitales españoles “no factura nada”. Sin embargo es la  Administración la que asume el coste del trasplante. Por ello, se refiere a que “se conjugan fatal los intereses económicos con las donaciones”.

El coordinador de la ONT se pregunta “si DKMS está registrada como fundación y trabaja sin ánimo de lucro, ¿por qué quiere llegar a otros países?”. La germana lleva trabajando en Alemania durante más de 20 años porque la estructura del sistema de trasplantes del país es totalmente distinta.

A la contra del modelo alemán, el español, afirma Matesanz, “es un sistema integrado, público, regulado, controlado y estructurado con todos los profesionales que ha costado muchos años” y DKMS “ha escarbado en cualquier recoveco jurídico para actuar de forma desregulada”. Además, comenta que “se han negado a facilitarles los datos” que les han solicitado. El creador de la ONT cree que “la situación ha sido completamente extraña y ha bordeado lo éticamente posible”.

Por último, Rafael Matesanz afirma que lo que ha hecho DKMS se trata de “una privatización” de las donaciones y dice que “con todos los esfuerzos que están haciendo para ahorrar costes, si entrasen empresas privadas se regirían por precios de mercado”, lo que encarecería y muy probablemente coartaría el sistema español.

Si usted o alguno de sus familiares necesitase un trasplante. ¿Hasta dónde llegaría? A pesar de que España es líder mundial en trasplantes de órganos desde hace 20 años, las listas de espera para estas intervenciones se hacen muy largas para los pacientes.