Un juez de Madrid paraliza la ejecución de una hipoteca multidivisa por la sentencia europea

No hay datos pero ya es una realidad. La sentencia del pasado 14 de marzo de la justicia europea que permite a un juez paralizar un procedimiento de ejecución hipotecaria cuando existan indicios de que el contrato hipotecario puede contener cláusulas abusivas, ha provocado un goteo de suspensiones de este tipo de procedimientos.

Sólo un día después de conocerse la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, un Juzgado de Palma de Mallorca acordaba la suspensión cautelar de una ejecución hipotecaria, permitiendo al consumidor afectado por la misma permanecer en su vivienda hasta que se rectifique el proceso. El pasado viernes, un juez de Lanzarote frenaba el desalojo de una vivienda, después de que el abogado del propietario del inmueble invocara la sentencia del tribunal de Luxemburgo. 

No han sido los únicos. Ayer, un juzgado de primera instancia de Madrid, a instancias de los servicios jurídicos de Asuapedefin (la asociación de afectados por los derivados financieros), dirigidos por Patricia Gabeiras, conseguía paralizar la ejecución de una hipoteca multidivisa de Barclays.

El auto del juez, por el que se acuerdan medidas cautelares, se fundamenta también en la reciente sentencia del Tribunal de Justicia Europeo. "Es evidente la existencia de un peligro en la mora procesal, por cuanto el carácter del procedimiento de ejecución hipotecaria y su rapidez, podrían conllevar que en caso de que se dictase sentencia en este procedimiento estimatoria de la nulidad de la cláusula litigiosa, los bienes hipotecados se encontrasen ya en manos de tercero, dificultando la efectividad de la tutela que pudiere otorgarse pues como dice el Tribunal Europeo, “garantizar al consumidor una protección a posteriori meramente indemnizatoria, que resulta incompleta e insuficiente y no constituye un medio adecuado y eficaz para que cese el uso de dicha cláusula, en contra de lo que establece el artículo 7, apartado 1, de la Directiva 93/13", apunta el juez en dicho auto.

Y continúa “así ocurre con mayor razón cuando… el bien que constituye el objeto de la garantía hipotecaria es la vivienda del consumidor perjudicado y de su familia, puesto que el mencionado mecanismo de protección de los consumidores, limitado al pago de una indemnización por daños y perjuicios, no es adecuado para evitar la pérdida definitiva e irreversible de la vivienda”

Tal y como explica la asociación, el procedimiento de ejecución comenzó en marzo de 2012 en los Juzgados de Alicante. “Unos meses antes, el banco había dado por vencido el préstamo a pesar de que los clientes estaban al corriente de pagos. Los clientes encargaron su defensa a Patricia Gabeiras para intentar suspender la ejecución al tiempo que se iniciaba el procedimiento declarativo. El equipo de Gabeiras preparó entonces una demanda en la que se pedía la nulidad parcial de la hipoteca multidivisa en la que se incluyeron medidas cautelares para que se suspendiera la ejecución mientras se discutía si las escrituras de Barclays contenían cláusulas abusivas”.

Más de 65.000 hipotecas multidivisa

En España podría haber más 65.000 hipotecas multidivisa. Hipotecas contratadas en yenes o en francos suizos que proliferaron de manera alarmante entre 2007 y 2008, en pleno boom inmobiliario y cuando los tipos de interés se encontraban en máximos, según datos que maneja Asuapedefin. Los afectados iniciaron hace meses la batalla legal. Una batalla que ya les ha dado en dos ocasiones la razón. 

Al igual que muchos otros hipotecados, quienes contrataron estas hipotecas se están encontrando con numerosas dificultades para afrontar el pago de las cuotas. A los problemas derivados de la crisis como el aumento del desempleo, todos se han encontrado con otro factor que ha jugado en su contra, la fuerte apreciación del yen respecto al euro, lo que ha provocado que tanto la deuda contraída como las cuotas se hayan duplicado en muchos casos.

Debido a los impagos, muchos de los afectados por las hipotecas multidivisa se encuentran inmersos en un procedimiento de ejecución hipotecaria. Procedimientos que, hasta la reciente sentencia del TJUE, impedían a un juez entrar a valorar el carácter abusivo de las cláusulas de los contratos hipotecarios.