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Los bajos salarios españoles echan a los jóvenes talentos europeos del barrio tecnológico de Barcelona
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Los bajos salarios españoles echan a los jóvenes talentos europeos del barrio tecnológico de Barcelona

La revista alemana Der Spiegel considera a Barcelona una de las ciudades más cool de Europa. Su innovador barrio 22@ es una de las grandes bazas

Foto: Los bajos salarios españoles echan a los jóvenes talentos europeos del barrio tecnológico de Barcelona
Los bajos salarios españoles echan a los jóvenes talentos europeos del barrio tecnológico de Barcelona

La revista alemana Der Spiegel considera a Barcelona una de las ciudades más cool de Europa. Su innovador barrio 22@ es una de las grandes bazas con las que cuenta la capital catalana para encabezar este ranking. Pero hay un problema: los elevados precios de la vivienda, comparados con los bajos salarios, están provocando una fuga de cerebros hacia otras capitales, tal y como ha puesto de manifiesto recientemente una información de la agencia Bloomberg.

Der Spiegel se deshace en elogios hacia el proyecto 22@, del que afirma que “supone una de las grandes transformaciones de Barcelona”, al igual que lo fueron los Juegos Olímpicos, y que está transformando 200 hectáreas de suelo industrial en el Poblenou para convertirlas en un innovador distrito productivo, destinado a la concentración y desarrollo de actividades intensivas en conocimiento”. Según la revista alemana, el barrio, presidido por la Torre Agbar, posee las tres Ts: tecnología, talento y tolerancia.

Por ello, empresas punteras en tecnología a nivel nacional como Yahoo, Microsoft o HP se han asentado en esta área, atraídas además por la abundancia de trabajadores con talento a bajo coste en relación con otros países de la UE. Asimismo, emprendedores de todas las partes del mundo acuden a la capital catalana en busca de un porvenir. “Estamos aquí por la facilidad para encontrar gente con talento y por la calidad de los licenciados universitarios”, afirma Enrique Lores, jefe ejecutivo de la empresa de impresoras en Barcelona. Pero es que, además, los costes laborales son más bajos: “Un programador informático gana alrededor de 30.000 euros al año, un tercio menos que en Francia”, asegura Albert Esplugas, director local de Microsoft.

“La gente se ve obligada a compartir piso hasta los 40 años”

Sin embargo, “el esfuerzo barcelonés por transformarse en un hub de software, PCs y diseño que rivalice con la West Coast estadounidense puede verse comprometido por culpa del creciente coste de la vida en relación con los salarios”, afirma Bloomberg, que añade que “los precios de las viviendas han aumentado el 43% en los últimos tres años, mientras que los salarios medios lo han hecho tan sólo un 9,5%”.

“El gap entre salarios y precios de la vivienda está minando la capacidad barcelonesa para atraer talento y las ambiciones de los que vienen”, prosigue la agencia. Por ejemplo, “un piso de dos habitaciones en el barrio más barato de la ciudad ahora supone 12 veces el salario medio de 20.000 euros anuales”.

Bloomberg cita el caso de Pau Soler, un ingeniero de HP, doctorado en la Universidad de París. “Los precios están expulsando a mucha gente de la ciudad”, dice. “Te ves obligado a contratar una hipoteca y entonces no puedes arriesgarte a establecer un negocio”. Otro tanto le ha ocurrido a Meir Sayuri, que se mudó a Barcelona desde Brasil como arquitecta, atraída por la reputación de la ciudad como centro de diseño. Ganaba alrededor de 21.000 euros al año. “Barcelona realmente es una gran ciudad, pero la gente se ve obligada a compartir piso hasta los 40 años”. Sayuri se ha trasladado a Manchester, donde cobra el doble y además la empresa le ofrece facilidades de alojamiento.

La revista alemana Der Spiegel considera a Barcelona una de las ciudades más cool de Europa. Su innovador barrio 22@ es una de las grandes bazas con las que cuenta la capital catalana para encabezar este ranking. Pero hay un problema: los elevados precios de la vivienda, comparados con los bajos salarios, están provocando una fuga de cerebros hacia otras capitales, tal y como ha puesto de manifiesto recientemente una información de la agencia Bloomberg.