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Localidades murcianas reclasifican suelo agrícola afecto al trasvase Tajo-Segura para construir megaurbanizaciones
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Localidades murcianas reclasifican suelo agrícola afecto al trasvase Tajo-Segura para construir megaurbanizaciones

El ladrillo le está ganando el terreno a la hortaliza murciana. Así lo ponen de manifiesto los informes al respecto. El más reciente, de la Escuela

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Localidades murcianas reclasifican suelo agrícola afecto al trasvase Tajo-Segura para construir megaurbanizaciones

El ladrillo le está ganando el terreno a la hortaliza murciana. Así lo ponen de manifiesto los informes al respecto. El más reciente, de la Escuela de Arquitectura de Alicante, habla de 800.000 nuevas viviendas en 10 años a partir de 2005. Las recalificaciones de terreno agrícola de la Cuenca del Segura para convertirlo en urbanizable son de miles de hectáreas. Y, mientras tanto, la Confederación Hidrográfica y el Ministerio de Medio Ambiente siguen si realizar una auditoría de los usos del agua del Trasvase Tajo-Segura, que Cristina Narbona consideró necesaria cuando fue nombrada ministra.

El crecimiento urbanístico en la Región de Murcia se sitúa entre los más intensivos de España –aunque el reciente informe de la ONU sobre vivienda en España haya obviado esa región–, según establece el libro El Tsunami urbanizador español y mundial, publicado por Fernández Durán este mismo año en la Editorial Virus, de Madrid.

El terreno agrícola afecto al Trasvase Tajo-Segura es de unas 110.000 hectáreas, de las cuales al menos el 80% están en la Región de Murcia. En los últimos años se han reclasificado terrenos de regadíos del trasvase para construir al menos diez futuros complejos urbanísticos con campos del Golf y miles de viviendas: Roda Golf, Señorío de Roda, los más recientes de Librilla, Lo Poyo y Novo Carthago, etcétera.

Prácticamente todos los proyectos de complejos urbanísticos en el extenso Campo de Cartagena, regado por el Trasvase Tajo-Segura, se hacen sobre reclasificaciones de tierras de regadío servidas por el acueducto.

Además, algunos proyectos en otras zonas, como el llamativo de Marina de Cope (Águilas), prevén utilizar aguas subterráneas procedentes de pozos para abastecer las viviendas y campos de golf. El simple crecimiento urbanístico en torno a la capital de la Región se ha hecho sobre terrenos de huerta tradicional, cuyo riego a manta acaba de ser defendido, el viernes pasado, por el presidente de la Junta de Hacendados.

El informe de la Escuela Superior de Arquitectura de Alicante, Murcia, horizonte prospectivo 2005-2015, presentado sin apenas repercusión en el Colegio de Arquitectos murciano la pasada primavera, habla de esas futuras 800.000 nuevas viviendas en diez años, lo que supone duplicar las actuales y triplicar la población.

También en este año 2006, el Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), dependiente de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) establecía que en el período 1987-2000 las “superficies artificiales” en la Región de Murcia crecieron 14.005 hectáreas, un incremento del 62% respecto a 1987 y el más alto de España. “Las zonas agrícolas han reducido su extensión en 7.557 hectáreas” en ese período, añade el OSE.

El cómputo de hectáreas de regadío perdidas por el ‘tsunami urbanizador’ sólo puede hacerse mediante una auditoría en toda regla, con metría por satélite, de la Cuenca del Segura, estima Julia Martínez, profesora de Ecología de la Universidad de Murcia y presidenta de Ecologistas en Acción.

Batalla por los derechos del agua

Los organismos de agricultores –el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) y las Juntas de Hacendados– no reconocen pérdidas de superficie de regadíos porque eso equivaldría a perder derechos de uso de agua.

Ecologistas en Acción tiene constatado que, desde la aprobación en abril de 2001 de la ley regional del Suelo, que convirtió todo el terreno en urbanizable o no urbanizable, ha descendido notablemente el número de denuncias de ampliación de regadíos, es decir, de riegos ilegales.

Al socaire de esa ley, el informe de los arquitectos alicantinos señala que los 45 ayuntamientos murcianos han firmado un total de 286 convenios urbanísticos al margen de los planes generales municipales hasta diciembre de 2005.

El ladrillo le está ganando el terreno a la hortaliza murciana. Así lo ponen de manifiesto los informes al respecto. El más reciente, de la Escuela de Arquitectura de Alicante, habla de 800.000 nuevas viviendas en 10 años a partir de 2005. Las recalificaciones de terreno agrícola de la Cuenca del Segura para convertirlo en urbanizable son de miles de hectáreas. Y, mientras tanto, la Confederación Hidrográfica y el Ministerio de Medio Ambiente siguen si realizar una auditoría de los usos del agua del Trasvase Tajo-Segura, que Cristina Narbona consideró necesaria cuando fue nombrada ministra.