Así ayudó la conductora de un autobús escolar a un niño en su primer día de clase

Augusta es una pequeña ciudad de apenas 1.500 habitantes en el estado de Wisconsin, en el norte de Estados Unidos. Allí, tras las vacaciones de verano, toca volver a la rutina y eso afecta tanto a los adultos como a los escolares. Sin embargo, no todos tienen las mismas ganas de volver al cole y ver a sus nuevos compañeros.

En uno de los autobuses que trasladan a los niños a los colegios de la zona en su primer día de clase se tomaba una fotografía que se ha vuelto viral. En la imagen se puede ver a un niño llorando, colocado justo detrás del asiento del conductor, y cómo la mujer que llevaba a los escolares hasta su destino le agarra la mano para consolarse.

El niño tiene cuatro años, se llama Axel e iba a ser su primer día en la guardería. Cuando se abrió la puerta del autobús se echó a llorar y la conductora tuvo que ayudar a su madre a consolar al pequeño. Le colocó justo detrás de ella y le dio la mano para se sintiera más seguro, un gesto que la propia policía de Augusta ha querido compartir en su página de Facebook.

Héroes sin capa

La policía señala en su mensaje que “la compasión que vemos todos los días en nuestros maestros, conductores de autobuses, cuidadores, personal de administración y del servicio de alimentos y distintos profesionales es realmente admirable. ¡Somos muy afortunados de poder asociarnos con estas personas!”

Alex superó su primer día gracias a la ayuda de la conductora del autobús y ahora le encanta ir al colegio

La conductora que da la mano al niño se llama Isabel Lane y ha explicado a la CNN que "pude ver que necesitaba ser consolado y eso fue lo mejor que pude hacer en ese momento. Para mí fue una gran victoria porque todas las mañanas deseo a los niños que pasen un buen día y cuando tengo un niño que sé que no le gusta ir a la escuela y dice 'sí, lo intentaré', me hace sentir bien porque significa que me escucharon y espero que yo les haga sentir que pueden ser escuchados".

La madre del niño, Amy Johnson, fue quien hizo la foto tras bajarse del autobús. Reconoce que gracias al gesto de la conductora, Axel dejó de llorar antes del final del trayecto: "Ahora se sube al autobús todos los días y le encanta la escuela". Dentro de dos años, Axel tendrá que ayudar a su hermano pequeño, que ahora tiene dos años, para superar este mal trago que él ya ha pasado.