Ni Montblanc ni Siurana: este es el pueblo de Tarragona que National Geographic recomienda visitar por su encanto "brujo"

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Altafulla, un tesoro oculto entre el mar y la montaña en la provincia de Tarragona, ha capturado la atención de National Geographic por su enigmático encanto. Este pintoresco pueblo catalán, con su patrimonio histórico que abarca desde la época romana hasta la actualidad, se ha ganado un lugar especial en el corazón de los viajeros que buscan experiencias auténticas y fascinantes.

Rodeado de una naturaleza exuberante, Altafulla despliega una variedad de atractivos que van desde su castillo medieval hasta sus playas galardonadas y senderos pintorescos. El núcleo medieval amurallado, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, transporta a los visitantes a través de las épocas, con sus calles empedradas y sus hermosas casas que cuentan historias de marqueses y leyendas de brujería.

La Iglesia de Sant Martí, con su estilo fortificado que evoca la grandeza del castillo, y el Museo Etnográfico, que ofrece un vistazo al pasado agrícola de la región, son solo algunas de las joyas culturales que se encuentran en este encantador pueblo. Pero no es solo su legado histórico lo que atrae a los visitantes; también es su atmósfera vibrante y sus festividades, como la Nit de Bruixes, donde las antiguas historias cobran vida en un escenario de correfocs y rituales mágicos.

Altafulla es famosa por sus leyendas sobre brujería. 'Altafulla, tres mujeres, tres brujas', es un dicho que hace referencia a las tres hechiceras de las que se habla en muchas de las historias recogidas en un interesante libro de Antoni Gelabert. Según estas, las brujas salían de sus casas por las noches y caminaban hacia la playa, donde tenían lugar algunos de sus rituales. Se creía que residían en las casas de la Vila Closa, cercanas a la iglesia.

En los tejados de las viviendas más señoriales del municipio aún pueden verse vasijas, colocadas para evitar que las brujas entren en los hogares. Esta práctica, arraigada en la tradición local, es un recordatorio de las antiguas creencias y supersticiones que han perdurado a lo largo de los siglos en este municipio de Tarragona.

National Geographic ha destacado a Altafulla como un destino único que combina historia, naturaleza y misticismo de una manera cautivadora. Con su ambiente acogedor y su oferta diversa de actividades, este pueblo costero invita a los viajeros a sumergirse en un mundo donde la magia y la realidad se entrelazan de manera encantadora.