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Recorremos el Camino de la Cruz de Caravaca: otra forma de descubrir la Región de Murcia
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TURISMO DE INTERIOR

Recorremos el Camino de la Cruz de Caravaca: otra forma de descubrir la Región de Murcia

En 2024 se celebra el Año Jubilar de Caravaca, una de las cinco ciudades santas de la cristiandad. Su travesía, que invita a la reflexión, se convierte en la ocasión perfecta para conocer de cerca la naturaleza y la cultura murcianas

Foto:  Panorámica de Caravaca de la Cruz. Foto: Turismo Región de Murcia.
Panorámica de Caravaca de la Cruz. Foto: Turismo Región de Murcia.

Cuenta la leyenda que en el año 1231, en plena invasión musulmana, dos ángeles depositaron en el Santuario de la Vera Cruz el lignum crucis, una de las astillas de la cruz en la que se crucificó a Jesucristo y que, a día de hoy, se conserva en un relicario de doble brazo.

Esta se reconoció como una cruz verdadera y pasó a formar parte del escudo de Caravaca (y de su nombre), además de convertir a la ciudad en uno de los destinos de peregrinación más reconocidos del cristianismo a partir del S.XIV. ¿El propósito? Obtener el perdón de los pecados —o indulgencia plenaria— que requiere visitar el santuario y recitar una oración por la paz del mundo e intenciones del Romano Pontífice (padrenuestro, Credo, etc). Asimismo, también es necesaria una confesión sacramental, aunque no es obligatorio recibirla allí, ni en el mismo día de la visita. Puede recibirse días antes o después de la peregrinación al templo en otra iglesia.

placeholder Iglesia de El Salvador en Caravaca de la Cruz. Foto: Turismo Región de Murcia.
Iglesia de El Salvador en Caravaca de la Cruz. Foto: Turismo Región de Murcia.

Caravaca de la Cruz es, además, una de las cinco ciudades del mundo que cuenta con el Año Jubilar in perpetuum, que supone celebrar un año de forma perpetua. En el caso de Caravaca de la Cruz, se celebra cada siete años y fue concendido por el papa San Juan Pablo II en 1998, celebrándose el primero de todos en 2003, por lo que el 2024 será el cuarto desde la concesión. El objetivo del jubileo es promover la fe, la solidaridad y la reconciliación con Dios. Pero también es una oportunidad para conocer el interior de la Región de Murcia y sus paisajes desde una perspectiva diferente.

El Camino de Levante: la ruta más elegida

La travesía hasta allí puede realizarse a través de ocho rutas diferentes: Camino de Levante, Camino de Lignum Crucis, Camino del Apóstol, Camino de San Juan de la Cruz, Camino del Argar, Camino de los Vélez, Camino de la Vera Cruz y Camino Espiritual del Sur. El más largo, con 156 km es el del Apóstol y el más corto el Lignum Crucis con 36km.

placeholder Camino de Levante y Vía Verde del Noroeste a su paso por los Baños de Mula. Foto: Turismo Región de Murcia.
Camino de Levante y Vía Verde del Noroeste a su paso por los Baños de Mula. Foto: Turismo Región de Murcia.

Todos se llevan a cabo por senderos rurales y vías verdes y se pueden recorrer tanto a pie como en bicicleta. Sin embargo, entre ellos, destaca el de Levante por su buen estado, la señalización y los puntos de interés que se encuentran a lo largo de sus 118 km, divididos en cinco tramos que explicamos a continuación.

Tramo 1. Orihuela - Murcia

El punto de partida del camino es Orihuela, un municipio de la provincia de Alicante ubicado en el límite con la Región de Murcia. Allí es posible visitar la Catedral del Salvador, la iglesia de las Santas Justa y Rufina o la casa del poeta Miguel Hernández, por lo que muchos peregrinos aprovechan antes de emprender el camino.

La distancia de este tramo es de 24 km, unas seis horas caminando junto a la orilla del río Segura, uno de los más preciados de la región. La ruta pasa por Beniel, donde se encuentra el trasvase Tajo-Segura y también Raal, una pedanía que destaca por su tranquilidad. En fechas destacadas del año como la Navidad, la Semana Santa o septiembre, es posible disfrutar de su Belén Viviente, de la fiesta de Moros y Cristianos o las norias de la huerta.

placeholder Catedral Santa María de Murcia. Foto: Turismo Región de Murcia.
Catedral Santa María de Murcia. Foto: Turismo Región de Murcia.

Una vez en Murcia hay muchas opciones de alojamiento y restaurantes, pero es recomendable reservar con antelación, especialmente si es temporada alta. Por supuesto, si sobra tiempo, lo ideal es dedicar unas horas a visitar la ciudad: la Catedral de Santa María, la plaza de las Flores o el puente de los Peligros son algunas de las paradas obligatorias.

Tramo 2. Murcia - Alguazas

La segunda etapa del camino se caracteriza por transcurrir a lo largo de gran parte de la huerta murciana. Unas seis horas y media (26 km) que invitan a la introspección y a disfrutar del contacto con la naturaleza. Justo al comenzar la ruta se encuentra el Malecón, el jardín de mayor extensión de la ciudad, cuyo nombre hace honor a una construcción que debía detener las avenidas del río Segura.

placeholder Río Segura. Foto: Turismo Región de Murcia.
Río Segura. Foto: Turismo Región de Murcia.

Más adelante, ya adentrados en la huerta de Murcia, hay otros puntos de interés como un museo dedicado exclusivamente a sus productos y tradiciones o la gran rueda de la Ñora. El camino pasa también por Molina de Segura, donde es posible visitar la Ermita de Nuestra Señora de la Consolación, una construcción del S. XV que se conserva a la perfección. Las antiguas vías ferroviarias de Murcia te guiarán hasta Alguazas, donde hay diferentes bares y restaurantes en los que reponer fuerzas para la próxima jornada.

Tramo 3. Alguazas - Mula

Un nuevo día y un nuevo tramo de 26 kilómetros. Esta vez por un paisaje bastante diferente al anterior, ya que discurre por campos de secano y las llamados badlands: tierras yermas que han sido erosionadas por el agua y el viento dando lugar a formaciones espectaculares.

Otra de las peculiaridades de este tramo es que es posible seguir un itinerario alternativo para visitar algunos puntos de interés cultural. Para ello hay que dirigirse a Los Rodeos, junto al río Mula, donde está ubicado un antiguo asentamiento de Campos del Río con casitas tradicionales. Más adelante, en Albudeite se encuentra la iglesia de Nuestra Señora los Remedios, que es una de las pocas que está enclavada en una mezquita.

placeholder Panorámica de Mula. Foto: Turismo Región de Murcia.
Panorámica de Mula. Foto: Turismo Región de Murcia.

Además, en esta etapa, una vez pasados los Baños de Mula, también es posible desviarse para conocer el yacimiento romano de la Villa Romana de los Villaricos. Justo antes de llegar al destino, en La Puebla de Mula, se sitúa el Castillo de Alcalá, una fortaleza elevada a unos 120 metros sobre las llanuras.

Tramo 4. Mula - Bullas

Los paisajes desérticos quedan atrás y el camino pasa a adentrarse de lleno en una zona rica en vegetación y viñedos. Esta etapa de 21 km se desarrolla en el noroeste de la Región, muy cerca del Parque regional de Sierra de Espuña donde además es posible, si se presta atención, observar a algún águila real.

placeholder Camino de Levante y Vía Verde del Noroeste de Mula a Bullas. Foto: Turismo Región de Murcia.
Camino de Levante y Vía Verde del Noroeste de Mula a Bullas. Foto: Turismo Región de Murcia.

Aunque el tramo es más corto que los anteriores, también es más complejo por sus cuestas. Lo más recomendable es seguir la Vía Verde del Noroeste y hacer una parada en El Niño de Mula para recargar las pilas antes de continuar hasta el destino.

Una vez en Bullas, es buen momento para disfrutar de algunos de sus vinos, que cuentan con Denominación de Origen propia e, incluso, un museo dedicado al mismo. Y si aún quedan fuerzas, no está de más visitar la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario.

placeholder  Videños de Bullas. Foto: Turismo Región de Murcia.
Videños de Bullas. Foto: Turismo Región de Murcia.

Tramo 5. Bullas - Caravaca

Comienza la etapa final del camino, la que lleva hasta conseguir la indulgencia plenaria. Este último tramo, sin embargo, es el que más esfuerzo requiere, tanto físico como mental, porque es el más montañoso y, por lo tanto, el más duro.

La buena noticia es que los 500 metros de ascenso están acompañados de paisajes que, por su belleza, dan aliento a los peregrinos. El camino pasa por otro antiguo trazado ferroviario que conduce hasta el canal de Taibilla y, entre pinares y viñedos, se llega al Paraje del Cristo del Carrascalejo, donde se encuentra la bodega más antigua de Bullas. Más adelante aparece Cehegín, un pueblo cuyo casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico. Entre su patrimonio histórico destacan las ruinas de Begastri, una antigua ciudad romana que fue sede episcopal entre los siglos VI y VIII.

placeholder Llegada al Santuario de la Vera Cruz. Foto: Turismo Región de Murcia.
Llegada al Santuario de la Vera Cruz. Foto: Turismo Región de Murcia.

El camino llega, por fin, a la entrada de Caravaca de la Cruz donde, en lo alto del cerro, el santuario espera a los peregrinos para celebrar su logro junto a la Vera Cruz. Una travesía que lleva implícita un viaje espiritual y que invita a ir más allá, a creer en lo extraordinario y encontrarse con uno mismo. ¿Te apetece recorrerlo? Puedes encontrar más información en su web oficial.

Cuenta la leyenda que en el año 1231, en plena invasión musulmana, dos ángeles depositaron en el Santuario de la Vera Cruz el lignum crucis, una de las astillas de la cruz en la que se crucificó a Jesucristo y que, a día de hoy, se conserva en un relicario de doble brazo.

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