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Del Mediterráneo al Atlántico vikingo: vacaciones en alta mar, a bordo de un crucero de lujo
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de la naviera silversea

Del Mediterráneo al Atlántico vikingo: vacaciones en alta mar, a bordo de un crucero de lujo

De ciudades con siglos de historia como Estambul, Rodas, Jerusalén o Alejandría, a los volcanes, géiseres, glaciares, cascadas y termas de Islandia y las Islas Feroe. Te proponemos dos cruceros para viajar de manera diferente

Foto: buque Silver Moon. (Foto: cortesía)
buque Silver Moon. (Foto: cortesía)

Viajar es la mejor medicina para huir de la rutina. Y es que no es solo una forma de ocio, sino que abre las puertas a conocer lugares nuevos con otros paisajes, culturas, gastronomía…; de disfrutar de lo diferente, liberar estrés y recargar pilas.

Hay mil formas de viajar, pero hacerlo en un hotel flotante cinco estrellas es algo que uno tiene que probar al menos una vez en la vida. Te invitamos, junto a Viajes El Corte Inglés y la naviera Silversea, a embarcarte en una experiencia de lujo en alta mar que une lo mejor de dos mundos.

Mediterráneo: Grecia, Turquía, Egipto e Israel

Nuestra primera propuesta es un recorrido de 13 días y 12 noches que empieza en el Mediterráneo, en uno de los puertos más grandes de este mar. Hablamos de El Pireo, conocido como el puerto de Atenas, el mayor de Europa en volumen de pasajeros, y divido en tres bahías naturales. Partimos rumbo hacia Estambul para visitar la ciudad de las mil y una noches, entre dos continentes (Asia y Europa) por el Estrecho del Bósforo. Entre sus principales atractivos se encuentran Santa Sofía y la Mezquita Azul, ubicadas una frente a la otra; y el Palacio Topkapi, residencia de los sultanes otomanos durante cuatro siglos; o la Torre Gálata de 60 metros. Tampoco puedes irte sin visitar alguno de sus mercadillos, como el Gran Bazar o el Bazar de las Especias, y por su supuesto, experimentar un baño turco.

placeholder Estambul. (Foto: iStock)
Estambul. (Foto: iStock)

Seguimos en Turquía para desembarcar en Kusadasi y poder recorrer las ruinas arqueológicas de Éfeso, situadas a 17 kilómetros de esta pequeña localidad costera y consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Tras esta parada, volvemos a Grecia, a la ciudad de Rodas, donde no puedes perderte su ciudad medieval, la mejor conservada de Europa; el Palacio del Gran Maestre de los Caballeros, el Museo Arqueológico y el de Arte Bizantino, la Torre del Reloj, las Iglesias de Agia Triada y Agia Aikaterini y la Mezquita de Solimán.

De ahí navegamos hasta la chipriota Pafos, muy vinculada a Afrodita, ya que la mitología cuenta que allí nació la diosa del amor. Parada obligada son dos de sus yacimientos arqueológicos, patrimonio de la Unesco, las Tumbas de los Reyes, ocho tumbas excavadas que datan del siglo III a. C; y Kato Pafos, un cruce de culturas entre la civilización romana y griega. La ciudad vieja, el puerto, el castillo o las catacumbas de San Salomón son otros puntos de interés.

placeholder Ciudad Vieja de Jerusalén. (Foto: iStock)
Ciudad Vieja de Jerusalén. (Foto: iStock)

Tras Chipre, el crucero llega a la ciudad israelita de Ashdod, donde podrás relajarte en alguna de sus playas, descubrir los restos de la antigua fortaleza marítima de Castellum Beroar, subir a lo alto de la colina Jonás o visitar su paseo marítimo. De allí se partirá a Jerusalén, la ciudad Santa para judíos, cristianos e islámicos. Y terminamos el viaje en Alejandría, nuestra última parada antes de volver al puerto de El Pireo, considerada “la perla del Mediterráneo egipcio”. Albergó algunas de las Siete Maravillas del mundo Antiguo que lamentablemente hoy ya no podemos visitar, como el Faro de Alejandría o la Gran Biblioteca. Sin embargo, al recorrer la ciudadela de Qaitbay, las catacumbas de Kom el Shogafa, el pilar de Pompeyo, el Museo Arqueológico, el teatro romano e, incluso, la nueva biblioteca podemos comprender su pasado glorioso.

Atlántico: Islandia e Islas Feroe

En esta segunda propuesta de 11 días y 10 noches cambiamos la calidez del Mediterráneo por las aguas vikingas del Atlántico. Comenzamos en Islandia, la tierra del hielo y el fuego, plagada de volcanes, géiseres, glaciares, cascadas, termas o campos de lava. Partimos desde la capital, Reikiavik, en la que algunas paradas imprescindibles son la iglesia Hallgrímskirkja de 74 metros de altura, con una arquitectura inspirada en las columnas de basalto; el Puerto Viejo, la escultura del Viajero del Sol o Sólfar, la casa Höfði y el auditorio Harpa; la calle comercial de Laugavegur o el edificio Perlan (La Perla) desde donde disfrutar de unas visitas panorámicas de la ciudad.

placeholder  Cascada Dynjandi. (Foto: iStock)
Cascada Dynjandi. (Foto: iStock)

Recorreremos su costa donde descubriremos algunos de sus impresionantes fiordos y los pueblos con encanto que allí se ubican. Comenzamos al norte con Patreksfjordur, una localidad pesquera emplazada en el fiordo de Patrick, desde donde podemos viajar hasta la cascada Dynjandi, conocida como el Tesoro de los Fiordos. También visita obligada son los acantilados de Látrabjarg y la playa de Rauðasandur. Seguimos con Siglufjördur, ubicado en el fiordo homónimo, una de las aldeas islandesas más visitadas gracias el encanto de su centro histórico de casas coloridas recubiertas de hojalata o su Museo de la Era del Arenque que muestra cómo este pequeño pueblo fue un gigante de la pesca del arenque durante el siglo pasado. Finalmente, llegamos a la capital de la zona norte, Akureyri, la segunda ciudad más grande de Islandia, bañada por el fiordo Eyjafjörður. Algunos de sus atractivos son la Iglesia Akureyrarkirkja y sus empinadas escaleras de acceso; el faro, el centro con sus tradicionales edificios, pubs y restaurantes y la curiosa Casa de Navidad o Christmas Garden, donde el tiempo parece haberse detenido.

No abandonamos el norte y llegamos a Husavik, a las orillas de la bahía de Skjálfandi, considerada la capital de las ballenas, así que si eres un enamorado de estos animales, no dudes en realizar un avistamiento. Si quieres continuar con la aventura, puedes hacer una caminata por el Círculo de Diamante, donde encontrarás el lago Mývatn y las cascadas Godafoss y Dettifoss; por el lago Botnsvatn y la montaña Húsavík. También te aconsejamos relajarte con un baño geotermal en el balneario GeoSea.

placeholder Torshavn, capital de las Islas Feroe. (Foto: iStock)
Torshavn, capital de las Islas Feroe. (Foto: iStock)

Nos dirigimos al este, a la región conocida como Austurland, para visitar dos pueblos con encanto: Seydisfjordur y Djupivogur. El primero, ubicado en el fiordo del mismo nombre, además de su espectacular paisaje, es una pequeña localidad con calles pintorescas y algunos edificios curiosos como la Iglesia Azul, el monumento a la Avalancha o su camino de baldosas multicolor, en honor la comunidad LGTBIQ+. Djupivogur, por su parte, es lo que se conoce como una cittaslow, donde prima la calidad de vida de locales y foráneos, adaptándose a los ritmos naturales y olivando las prisas. Claro, que en un entorno como el de esta localidad pesquera no es complicada adaptarse a esa cadencia. Su puerto o el edificio Langabúð, que hace de centro cultural, son algunos de sus must.

Dejamos Islandia atrás para navegar hacia Torshavn, la capital de las Islas Feroe. Allí la vida gira en torno al puerto pesquero, Vágsbotn, y la península de Tinganes. No te pierdas su fuerte que data del siglo XVI y el casco antiguo, Undir Ryggi, una maraña de calles pequeñas y casas coloridas con tejados cubiertos de vegetación. Tampoco dejéis de visitar la moderna catedral luterana, cuya campana fue rescatada de un barco danés hundido frente a las costas de Lambi en el siglo XVIII; y el mercado de pescados de Sølutorgið. Y antes de volver al punto de partida, atracaremos en la isla de Heimaey, la única habitada de las 15 que forman el archipiélago islandés de Vestman, en la que uno de sus principales encantos es la formación rocosa Elephant Rock (Halldorsskora) y su volcán Eldfell que hace unos años copó todas las portadas de la prensa mundial.

placeholder Suite de Silver Moon. (Foto: cortesía)
Suite de Silver Moon. (Foto: cortesía)

Ambos itinerarios se realizan a bordo del buque Silver Moon que desde la naviera califican como "el epítome del viaje de lujo del siglo XXI". Este tiene capacidad para 596 pasajeros y un arqueo de 40.700 toneladas. A pesar de sus dimensiones, guarda la tradición de los barcos pequeños e íntimos con alojamiento en espaciosas suites. La experiencia gastronómica permite a los pasajeros sumergirse a fondo en determinados destinos, gracias a Sea And Land Taste (S.A.L.T.).

Además de las rutas mencionadas, Silversea también tiene recorridos por Italia y Croacia y los fiordos Noruegos, tanto a bordo de Silver Moon como otro de sus buques de lujo, Silver Dawn. Al reservar con Viajes El Corte Inglés, puedes disfrutar de algunas ventajas como todo incluido a bordo, asistente de Viajes El Corte Inglés en castellano, hasta un 20% de descuento y pago en tres meses.

Viajar es la mejor medicina para huir de la rutina. Y es que no es solo una forma de ocio, sino que abre las puertas a conocer lugares nuevos con otros paisajes, culturas, gastronomía…; de disfrutar de lo diferente, liberar estrés y recargar pilas.

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