Cuatro museos imprescindibles para tu escapada de fin de semana a Extremadura

La cultura no solo son valores que traspasan tiempo y espacio, también es una forma de fomentar la integración y la cohesión social. Es capaz de generar riqueza y empleo y logra el bienestar de la ciudadanía. A los españoles nos mueve la cultura: según los últimos datos del Ministerio de Cultura y Deporte, en el 24,2% de los viajes que realizamos el año pasado las actividades culturales ocuparon buena parte de nuestro viaje.

En este escenario, Extremadura cuenta con un extraordinario patrimonio histórico, artístico y cultural que, además de construir una identidad regional, resulta una oportunidad de futuro para el desarrollo. Así lo entiende la Junta de Extremadura, que trabaja en el acceso a la cultura como puente y herramienta hacia la inclusión, eliminando las barreras culturales invisibles, que garanticen una efectiva igualdad de oportunidades.

Y uno de esos puentes culturales lo conforman, precisamente, los museos. Espacios seguros, vivos y abiertos, de unión entre el pasado y el presente, que contribuyen a la democratización cultural y al desarrollo económico y social de la región. Este año 2020, el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz (MEIAC) cumple 25 años. Un punto de encuentro cultural entre el arte contemporáneo español, portugués e iberoamericano.

Otra joya cultural extremeña se conforma en el denominado Triángulo Patrimonio de la Humanidad, integrado por las localidades de Cáceres, Guadalupe y Mérida. Desde el conjunto arqueológico romano de la capital extremeña, con interesantes museos como el Nacional de Arte Romano de Mérida, pasando por la ciudad vieja de Cáceres, donde se puede disfrutar del legado de la conquista de América en sus palacios, hasta el Real Monasterio de Guadalupe, considerado el 'Museo de los Museos', al albergar en un solo espacio arquitectura gótica, mudéjar y renacentista, obras de pintores como Zurbarán o importantes reliquias bibliográfica.

Cáceres, arte de vanguardia

Ponemos especial atención en Cáceres. No solo por su casco viejo, sino porque la ciudad ha conseguido reinventarse como núcleo de la creación artística de vanguardia, a nivel nacional e internacional. En parte gracias al Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear, situado en plena ciudad vieja. Un centro de arte moderno donde están presentes más de 500 artistas a través de las 3.000 obras de la prestigiosa galerista alemana Helga de Alvear. Una colección que eleva el arte hasta su máximo exponente, estimulando las emociones de los visitantes.

Esta iniciativa cultural, que nació en el año 2006, es fruto del deseo de la artista germana de compartir su obra con la sociedad extremeña. En la actualidad se ha convertido en un marco de referencia cultural de la producción, investigación, difusión y educación en el campo de la creación visual contemporánea.

El museo ha sido recientemente ampliado por el arquitecto Emilio Tuñón. Una construcción de diseño singular y funcional de 5.000 metros cuadrados, cofinanciada al 50% por la Junta de Extremadura, con el objetivo de apoyar, acompañar y promocionar el capital cultural extremeño. El edificio representará, además, a España en los premios europeos de arquitectura contemporánea Mies Van de Rohe.

Por otro lado, entre las múltiples experiencias que ofrece el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear , se encuentran sus programas educativos, adaptados a las necesidades de cada grupo, que convierten a este centro en un lugar de inclusión social y cultural.

En este sentido, el Ejecutivo extremeño apuesta por la acción y la promoción cultural para asegurar la modernización y profesionalización de las empresas e instituciones que forman parte de este sector, así como para el fomento de programas y actividades de cultura emprendedora, orientados hacia la innovación y vinculados a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

Asimismo, trabajan en una iniciativa que permitirá posicionar a los museos extremeños como servicio público, y garantizar, de este modo, la accesibilidad efectiva al patrimonio cultural, fomentando y estimulando el consumo cultural. Todo ello con el propósito de que el sector cultural sea un activo social y económico.