Del castillo de Sigüenza al Palacio de Olite: ocho lugares donde dormir como reyes

Para sentirse como un rey

¿Quieres saber cómo se sentían los príncipes y reyes viviendo en sus palacios? Pues hoy en día es un capricho fácil de conseguir, ya que muchos castillos medievales, fortalezas y casas señoriales se han convertido en paradores y hoteles, abiertos a todos los visitantes. Ya no hace falta tener un título nobiliario para poder disfrutar de la maravillosa experiencia de vivir “a cuerpo de rey”.

En este listado puedes encontrar algunos de los castillos más bonitos de España en los que hacer noche, para que puedas soñar con una vida de cuento y transportarte siglos atrás, a una época de esplendor y leyendas medievales, habitada por caballeros, juglares y damas de la corte.

Castillo del Buen Amor (Villanueva de Cañedo, Salamanca)

Uno de los hoteles más conocidos y con mayor encanto de España. Se erige sobre una fortaleza del siglo XI, reconvertida en casa-palacio en el siglo XV. Se trata de un edificio singular y único, de estilo renacentista, construido en piedra arenisca. Cuenta con cinco alturas, numerosos rinconcitos y entreplantas. Tiene una gran torre del homenaje, tres torreones y un foso, que alberga los jardines, la piscina y un pequeño lago.

La leyenda popular denominó al castillo-palacio como del Buen Amor al convertirse este en propiedad del Arzobispo de Santiago don Alonso de Fonseca y su amante, doña María de Ulloa.

Fue declarado Monumento Histórico en 1931. Pese a que en 1950 se encontraba en estado ruinoso, posteriormente fue totalmente reconstruido, conservando la estructura original. En 2003 fue reconvertido en hotel-posada, añadiéndole todas las comodidades necesarias para la vida moderna y creando 40 habitaciones cálidas, acogedoras y únicas. La habitación más barata cuesta 90 euros la noche, con desayuno incluido.

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Palacio Real de Olite (Olite, Navarra)

Fue considerado uno de los castillos medievales más lujosos de Europa cuando se construyó durante el reinado de Carlos III el Noble. Está compuesto por dos palacios. Uno de ellos, que data de los siglos XII-XII, ha sido convertido en parador de Turismo. El otro, el Palacio Real, es el monumento más visitado de Navarra.

Constituye el ejemplo más importante del gótico civil de Navarra, y uno de los más notables de Europa. Sus muros, torres, arcadas, vidrieras y un sinfín de elementos propios de la arquitectura del medievo te harán sentir en otra época. Las zonas comunes y parte de las habitaciones del hotel están totalmente integradas en el palacio.

Entre sus centenarios muros de piedra podrás disfrutar del oasis de paz y tranquilidad que encandiló al mismísimo Gustavo Adolfo Bécquer.

Castillo de Santa Catalina (Jaén)

Otro de los castillos que actualmente se han convertido en paradores de Turismo. Situado en la cumbre del Cerro de Santa Catalina, ofrece unas inigualables vistas panorámicas de toda la ciudad. Imponente, destaca desde la lejanía sobre Jaén, una ciudad histórica, llena de cultura y vitalidad.

Construido sobre los restos del antiguo alcázar árabe, pertenece al renacimiento andaluz y su monumental interior aún mantiene la impronta de su origen como encrucijada de reinos, durante el siglo XIII. Su salón principal, con los impresionantes arcos cruzados a 20 metros de altura, el comedor y sus estupendas habitaciones, lo convierten en un alojamiento digno de reyes.

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Castillo de Sigüenza (Sigüenza, Guadalajara)

Pertenece a la red de paradores de Turismo. Es un impresionante castillo medieval del siglo XII, instalado en una alcazaba árabe y edificado sobre un asentamiento romano. Fue residencia de obispos, cardenales y reyes.

Alojarse en él es saborear nueve siglos de historia encerrados entre sus muros. Todo en su interior mantiene el ambiente medieval, con su tradicional mobiliario castellano. En sus amplias habitaciones, las camas adoseladas te harán sentir alojado en un auténtico aposento palaciego.

Esta regia fortaleza, de gruesos muros, dispone de un patio empedrado, un señorial comedor, grandes salones para reuniones y celebraciones y una bella capilla románica del siglo XIII. Además, su ubicación nos permite disfrutar de su increíble entorno natural, como el cercano Parque Natural del Río Dulce y las Hoces del Río Salado.

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Castillo de Arteaga (Gautegiz Arteaga, Vizcaya)

Napoleón III y su mujer, la emperatriz Eugenia de Montijo, construyeron el actual castillo sobre la antigua torre de defensa de Arteaga. Su arquitectura y todas sus dependencias, que conservan los elementos ornamentales y decorativos de la época, te transportarán a la Francia de mediados del siglo XIX, con todos los lujos disponibles de hoy en día.

Esta torre neogótica formada por piedra caliza y mármoles de Ereño se encuentra ubicada en plena reserva de Urdaibai, dominando la ría de Gernika. El castillo dispone de seis suites y siete habitaciones, un restaurante y una gran bodega. Una residencia imperial en un entorno natural incomparable, desde 160 euros la noche.

Cal Raich (Montfalcó Murallat, Lleida)

Como alojarse en un antiguo castillo o fortaleza no tiene que significar hacerlo forzosamente en un parador de turismo, existen otro tipo de alojamientos más sencillos, como esta casa rural integrada en la muralla sur de la fortaleza medieval de Montfalcó Murallat, que permiten hacerlo por un precio más económico.

Fechada en el siglo XI, es de piedra y ha sido restaurada respetando sus elementos arquitectónicos originales. Cal Raich dispone de amplias estancias y tiene capacidad para seis personas Una experiencia inolvidable en una fortaleza medieval en contacto con el medio rural.

Hotel Castillo Bonavía (Pedrola, Zaragoza)

Un elegante hotel de tres estrellas, con 52 habitaciones dobles y ocho suites, instalado en un edificio moderno construido a modo de castillo y que recuerda a la época medieval, fundiendo tradición y modernidad, para que disfrutes de un inolvidable fin de semana romántico rodeado de majestuosidad.

El restaurante del hotel, con amplias vidrieras y las paredes recubiertas de tapices y armas medievales, ofrece platos típicos mediterráneos cocinados con toques de cocina de autor y vanguardista.

Posada torre palacio de los Alvarado (Ribero de Montija, Burgos)

Esta antigua torre palacio del siglo XVI ha sido restaurada para albergar un hotel con mucho encanto. Dispone de 11 acogedoras habitaciones, completamente equipadas, y una gran zona ajardinada, ideal para dar paseos y disfrutar de momentos de relax. Desde 88 euros por noche.