Begoña podría fingir su embarazo más de lo pensado en 'Sueños de libertad'

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La noticia del embarazo de Begoña ha corrido como la pólvora en la serie Sueños de libertad. Pese a todavía no disponer de ningún comprobante que asegurase la fecundación de la protagonista de la nueva serie de sobremesas de Antena 3, el anuncio de Jesús sobre el feliz estado de su esposa ha hecho que ahora toda la fábrica De la Reina estuviese enterada. En el episodio de este lunes, sin embargo, un completo imprevisto ha impedido que Begoña revelase su verdad.

La ficción de época, protagonizada por Natalia Sánchez, Alain Hernández y Dani Tatay, ha comenzado su episodio cuando Jesús le ha indicado a Damián que había asustado a Lázaro para que no volviese a acercar a la familia, y ni siquiera había tenido que recurrir al chantaje. El patriarca de la dinastía familiar le ha reprochado que eso no detendría la sed de venganza del antiguo empleado.

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Begoña, por su parte, ha acudido al dispensario de Luz, quien le ha sugerido que le pidiese a Jesús el dinero para pagarle a su tía Eugenia una residencia en condiciones, debido a su estado mental. La protagonista de la serie se ha negado a pasar por ello, pues temía que la reacción de su marido pudiera ser igual que la de aquel inglés con el que se comprometió en Londres. Al saber que tenía una tía a su cuidado, el británico cortó todo tipo de relación con ella. "Fue una lección muy dura", ha comentado Begoña.

Justo en ese momento, Luz ha recibido los resultados de la analítica de Begoña. La chica los ha leído y ha reaccionado de manera asustada ante lo que decían los papeles. Más tarde, cuando Begoña ejercía presión en la rodilla de Andrés para procurar su rehabilitación, el hermano de Jesús le ha preguntado qué le sucedía, y ella ha confesado que no estaba embarazada. "Eres la primera persona a la que se lo digo", ha sumado la chica.

Marta le ha pedido a Elena que dimitiese, o, por el contrario, sería despedida

Andrés le ha dicho a Begoña que se lo dijese cuanto antes a su hermano, y Begoña ha expresado que, dada su ilusión y su carácter temperamental, no sabía cómo explicárselo. "Sois una pareja muy unida", ha reflexionado el ex soldado, "seguro que reacciona bien". Begoña, sin embargo, no lo ha tenido tan claro.

La cita de Fina y Petra

Por otro lado, Fina se ha preparado para su cita con Petra. Su padre le ha preguntado a dónde iba, y le ha aconsejado que, en lugar de salir con amigas, debía conocer a chicos. Después de haber ido a una bodega y durante un paseo por el bosque, Petra y Fina se han sentado y se han mirado a los ojos para expresar lo felices que estaban de tenerse la una a la otra.

"Eres una persona muy especial", le ha dicho Fina a su compañera, pensando que la prueba que Marta les había organizado les había acercado, más que alejarlas. Petra le ha respondido que ella ya sabía que Fina era especial también, y en un impulso de confianza, la dependienta ha intentado besarle en los labios. Petra, sin embargo, ha hecho la cobra y se ha levantado asustada. "¿Eres una invertida?", le ha gritado con todo su odio.

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Petra se ha marchado de allí, ofendida y sin atender a las disculpas de Fina. "Te has creído que yo soy como tú", ha exclamado la indignada, "¿ni siquiera tienes vergüenza?". Fina se ha quedado sola, lamentando su error. ¿Cómo será la relación entre ellas, a partir de ahora? ¿De verdad no siente nada Petra por su compañera, o prefiere ocultar sus sentimientos?

Un impactante secuestro

Elena estaba en el despacho de Jesús, quejándose del trato que había recibido por parte de Marta: le ha pedido que dimitiese, o, por el contrario, sería despedida. Jesús le ha preguntado a su amante qué esperaba cuando puso a toda la plantilla en contra de los De la Reina, y la chica le ha recordado que estuvo a punto de morir en aquel derrumbamiento.

Lázaro avisaba a Jesús de que debía esperar órdenes de él, el próximo día

En ese instante, Begoña ha entrado en la sala, y Elena se ha marchado felicitando a la esposa de su amante por su embarazo. Begoña se ha quedado perpleja por el hecho de que Elena también se hubiese enterado de la noticia, y le ha dicho que se lo había contado Gema, la sirvienta.

A solas, la esposa ha querido contarle a Jesús los resultados de la analítica. Pero en ese momento, el timbre del teléfono la ha interrumpido: Lázaro avisaba a Jesús de que había secuestrado a Julia, y que debía esperar órdenes de él, el próximo día. Begoña ha presenciado la reacción de su marido, y le ha obligado a que le contase lo que sucedía. "Lo voy a solucionar", ha expresado el absorto, antes de contarle a su esposa lo que había sucedido.

¿Podrá recuperar a Julia? Con todo este desastre, ¿cuándo le comunicará Begoña a Jesús la verdad sobre el embarazo? ¿Fingirá que lo mantiene? ¿Cómo se enterará Jesús? ¿Se lo contará Andrés, la única persona a la que Begoña ha informado?