Vuelta a la tortilla en 'La Promesa': la razón por la que a Cruz podría interesarle de repente la recuperación de Curro

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La marquesa de Luján se quedó consternada en el episodio anterior de La Promesa, la serie de época que La 1 de Televisión Española emite entre semana a las 17:30 horas. Sin embargo, en el nuevo capítulo de este jueves, Cruz ya ha tenido tiempo de reaccionar ante la inesperada noticia que recibió a raíz de la muerte de Feliciano, y ha intentado cargar las culpas a aquella persona que la engañó en repetidas ocasiones.

Al final del capítulo del pasado miércoles, Cruz acudió a la habitación donde se hallaba el cuerpo ya sin vida de Feliciano, y del que Petra no quería separarse. La superiora intentó que su doncella volviese a sus cabales, pero en un delirante descuido, Petra afirmó que nadie le apartaría de su hijo. De esta manera, Cruz se enteró de que el chico muerto era, en realidad, el hijo, y no el hermano, de la sirvienta a la que tanta confianza le tenía.

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En el episodio de hoy, Cruz ha conseguido convencer a Petra de que sus compañeros amortajasen a Feliciano. Rómulo y Salvador le han puesto al cadáver el traje de los domingos, y ambos han recordado con cariño su tumultuoso paso por La Promesa. A solas con el fallecido, Salvador le ha pedido que le guardase un sitio allí donde estuviese, y ha confiado que volvería a verlo en el más allá.

Las dos caras de Cruz

Más tarde, en los aposentos de Cruz, la marquesa ha apreciado que Petra le estuviera peinando como si no hubiera pasado nada. "Sé que le debo una explicación", ha comentado la doncella, pero Cruz le ha dicho que no necesitaba que se la diese en aquel momento.

Curro, a Catalina: "Sé que algo pasa y que es malo"

Cruz se ha mostrado insólitamente generosa, y le ha prometido a Petra que se encargaría de que Rómulo y Pía contratasen un buen entierro para Feliciano, que sería llevado en una caja de buena madera, y en coche de caballos y con flores, hasta el pueblo de Petra, donde sería sepultado en el lugar más tranquilo del cementerio. "Yo corro con los gastos", ha anunciado la marquesa.

Petra le ha agradecido con efusividad el gesto a su superiora, y ha comentado que aquellos que la criticaban no la conocían de verdad. Mientras Petra besaba la mano de Cruz, la marquesa ha puesto cara de póquer. ¿Se cobrará a modo de venganza todo el dispendio y las mentiras que su doncella le había ocultado? ¿O se sentirá culpable por haberse llevado por delante al hijo de su criada cuando, en realidad, su objetivo era Curro?

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Al observar su sufrimiento, Petra ha decidido invitar a Teresa al carruaje que les llevaría al entierro del chico. Por otro lado, Cruz ha hecho llamar a Pía a sus aposentos, y le ha pedido severamente explicaciones por el secreto del que acababa de enterarse. "Le pregunté varias veces, y le dije que me dijera la verdad. Decidió faltarme al respeto", le ha echado en cara la marquesa, en relación con el vínculo familiar de los Arcos. La señora ha esperado una buena respuesta por parte del ama de llaves.

La condición de Catalina para casarse

En la habitación de Curro, Pelayo y Catalina han acudido a ver al señorito, quien todavía sigue agonizando de fiebre. El chico ha podido relatar que apenas podía dormir, pues tenía terribles pesadillas de desconocidos que le perseguían en un bosque, y de las que no podía escapar, pues le herían en el pecho, y sus piernas apenas se movían, como si estuviesen enfangadas.

"Sé que algo pasa y que es malo", ha expresado el chico, temeroso de lo que Abel y Jana pudiesen estar ocultándole. Para liberar al muchacho de tanta oscuridad, Catalina ha decidido contarle la noticia de que el conde de Añil y ella pensaban casarse. "Se lleva usted la joya más valiosa de toda la casa", le ha dicho el herido a Pelayo, dándole su enhorabuena.

Catalina, sin embargo, ha asegurado a su primo que hasta que no se recuperase, no pensaba celebrar la boda. "Más vale que te des prisa", ha bromeado la administradora. ¿Cancelaría Catalina la boda si muriese Curro? Si Cruz se enterase de esta condición, podría interesarle, paradójicamente, que Curro mejorase y que Pelayo cumpliese con su parte de llevarse a Catalina lejos de La Promesa.