Feliciano, ¿en el punto de mira? Su futuro con Teresa podría truncarse en 'La Promesa'

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El palacio de La Promesa está viviendo uno de sus momentos más tensos durante los últimos episodios de la popular serie de La 1 de Televisión Española. Los planes de los personajes de Cruz y Lorenzo, de quitarse de en medio a Curro, podrían salir tal y como esperaban, dadas las circunstancias. En el episodio emitido este lunes, a las 17:30 horas, sin embargo, alguien más podría salir perjudicado por una extraña maniobra que el capitán De la Mata parece haber estudiado.

En el capítulo de hoy, Catalina ha pedido hablar con don Pelayo en privado, pues deseaba hacer las paces con él tras una serie de encuentros y desencuentros desde que el conde le pidiese matrimonio a la hija de Alonso. La administradora ha querido conocer los sentimientos sinceros de su novio, y este ha admitido que su propuesta de boda seguía en pie, y que ella solo debía avisar cuando estuviese preparada. Al otro lado de la pared, Jerónimo ha escuchado toda la conversación.

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Por otro lado, Lorenzo le ha contado a don Pelayo que era cuestión de días que Europa entrase en un conflicto internacional, y que esperaba que España se mantuviese al margen, ante la imposibilidad de afrontar semejante dispendio. También le ha expresado su deseo de que Jerónimo se marchase de La Promesa, pues intuía que no había infligido en él el escarmiento que le solicitó que le diese, por haber robado su reloj.

"Vive una rata bajo su protección", ha anunciado Lorenzo, a sabiendas de que, por alguna extraña razón, el conde de Añil se llevaba algún tipo de chanchullo con él. El militar ha amenazado a Pelayo con denunciar a la Guardia Civil si no se deshacía pronto de su ayudante de cámara. En un principio, Pelayo ha renunciado a la idea, como algo imposible. "Lo que es imposible es que siga aquí", ha contestado el padre adoptivo de Curro.

¿Adiós a Jerónimo?

En un encuentro diferente, Jerónimo ha abordado a Pelayo, y le ha reñido por la conversación que había escuchado con Catalina. "Estás enamorado hasta el tuétano. Estás poniendo en peligro nuestro negocio", ha advertido el falso lacayo, alegando que una persona enamorada resultaba impredecible cuando de negocios se trataba.

Pelayo le ha dicho a su amigo que no se entrometiese en sus asuntos, y le ha reprochado nuevamente que le robase a Lorenzo. "Jerónimo, tienes que marcharte de La Promesa", le ha comunicado el conde al sirviente, quien le ha dicho que debían evitar a toda costa que la Guardia Civil investigase sobre su actividad delictiva. Jerónimo le ha propuesto a Pelayo marcharse de allí los dos, pero el conde ha preferido quedarse, y al criado no le ha costado imaginarse que se debía a su voluntad de seguir allí con Catalina.

Rómulo le ha otorgado a Feliciano el poder de la llave del almacén

Pelayo le ha pedido a su asistente que le devolviese la llave del almacén donde guardaban las armas de contrabando, a Rómulo. Así lo ha hecho Jerónimo, al anunciarle al mayordomo jefe que se marchaba. Rómulo no ha ocultado su alegría ante la noticia, y aprovechando que Feliciano pasaba a sus espaldas, le ha otorgado el poder de la llave del almacén, supuestamente destinado al negocio de mermeladas de Catalina.

"No le sorprenda volver a verme aparecer por aquí", ha anunciado Jerónimo, antes de marcharse, pues ha comunicado que quizás volvía para asegurarse de que todo marchaba correctamente. A solas con Feliciano, Rómulo le ha comunicado al lacayo que sería él, por petición de Cruz, quien se encargaría de repartir las armas en la próxima cacería en honor a Curro, así como de acompañar al homenajeado en todo momento.

¿Cumplirá Teresa sus planes de futuro?

Feliciano ha acudido a contarle las noticias sobre sus nuevas responsabilidades a Teresa y Petra. Unos minutos antes, nuera y suegra hablaban sobre los planes de futuro de los prometidos: una casa con tierras, animales y muchos niños que llamarían "abuela" a la señora Arcos. Feliciano ha anunciado a su novia que, desde que estaba con ella, la vida le sonreía y miraba al futuro con esperanza.

¿Cuánto le durará la dicha a Feliciano? ¿Será víctima de un boicot por parte de Cruz y Lorenzo, relacionado con las armas, o por parte de Jerónimo, quien podría inculparle como colaborador en el tráfico ilegal de armas? Todo ello echaría por la borda, sin dudas, los felices planes de Teresa y el lacayo.