Un amor prohibido se desvela en 'La Promesa': ¿quién más se enterará?

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El conde de Añil se podría estar pasando de castaño oscuro en La Promesa. El enamorado de Catalina en la serie que La 1 de Televisión Española emite entre semana a las 17:30 horas, ha visto en el palacio cordobés un espacio perfecto para trapichear con el extranjero Mr. Cavendish y hacer contrabando de armas. Pero la última advertencia del marqués en el episodio de este lunes podría acongojar a Pelayo.

En el episodio anterior, la última visita del inglés molestó al marqués Alonso. Primero, porque se enteró a través de Lorenzo de que Walter había regresado a la finca, y segundo, porque eso ponía en entredicho las alianzas de los Luján, en un momento tan complicado como las vísperas a la Primera Guerra Mundial en Europa.

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A. Richart

Pelayo intentó calmar al marqués de que Mr. Cavendish había llegado solo para dar su visto bueno a la nueva gama de productos de la empresa de Catalina, las salsas en conserva, pero Alonso le reprochó que ese señor no debía pisar La Promesa. En el episodio de hoy, Pelayo ha llamado por teléfono a Walter para intentar eludir que el nuevo intercambio de armas ocurriese en el palacio.

La negativa de Alonso

Jerónimo, nervioso, le ha preguntado a su amigo qué había dicho el inglés, y Pelayo le ha contado su negativa a cambiar el lugar del trato. En la sala del billar, Alonso casi pilla a Pelayo con los documentos sobre las armas. El conde le ha comunicado a su posible suegro que necesitaba hacer una llamada, y que iría dirigida a Mr. Cavendish, pues quería invitarle a La Promesa para que probase sus nuevas salsas.

Alonso se ha mostrado paciente, pero firme en su decisión: no iba a permitir que ningún inglés, ni nadie procedente de los países que intervienen en el complejo escenario europeo del momento, se pasease como Pedro por su casa en su palacio. "Así que no insista, es mi última palabra", ha dicho Alonso antes de marcharse. ¿Cómo se las ingeniará Pelayo?

Leonor ha dicho que el plantón del "principito" había supuesto un alivio para Martina

En la cena, Pelayo y Catalina han utilizado a los comensales como cobayas para que probasen a ciegas la primera remesa de sus salsas en conserva. Las críticas han sido más que positivas, pues hasta Leonor ha querido repetir el plato.

Por su parte, Alonso ha mantenido una charla agradable con Margarita, a quien le ha confesado que se arrepentía, en gran parte, de haberle obligado a sus hijos a hacer cosas que no deseaban hacer, como el matrimonio consensuado de Manuel con Jimena. Su cuñada le ha entendido bien, pues aunque casi obligaron a Martina a casarse con don Antonio de Carvajal y Cifuentes, ha asegurado que ni Fernando ni ella deseaban ningún mal para su hija.

Leonor, decepcionada

Leonor se ha interesado por aquella fase de la vida de su prima, en la que fue invitada a la garden party de Alfonso XIII. Deseosa de que sus primos le admitiesen que estaban enamorados uno del otro, la recién llegada ha intentado lanzarles indirectas para que se lo contasen de una vez. Finalmente, la chica se ha visto obligada a decir que el plantón del "principito" había supuesto un alivio para Martina.

"Os dejó el camino libre para estar juntos", ha observado Leonor, frente a Curro y Martina. La pelirroja les ha pedido que dejasen de tratarla como a una idiota, pues sabía que eran pareja.

¿Lo negarán Curro y Martina? ¿Se lo contará Leonor a otras personas, como Cruz o Margarita, o será benévola con ellos en honor a la relación, también prohibida, que ella misma tuvo con Mauro? De momento, solo Jana era consciente de su historia de amor. Ahora que lo saben más personas, la relación podría verse obligada a terminar de una vez por todas.