Así se creó 'Los Farad' (Prime Video): de la historia real en la que se inspira la serie a la recreación de la lujosa Marbella de los 80

Década de los 80. Llegas a la lujosa costa marbellí con una maleta cargada de sueños, pero con poco dinero para cumplirlos. Sin embargo, la suerte te sonríe y una de las familias más ricas y poderosas de la ciudad te ofrece su ayuda. Solo hay un problema: la riqueza de este clan familiar proviene del tráfico de armas. ¿Qué harías? Este es uno de los principales dilemas morales que propone Los Farad, una de las grandes apuestas de Amazon Prime Video para este final de año.

Esta serie patria cuenta una historia original que, a pesar de que se desarrolla en Marbella durante los años 80, es más actual de lo que parece. "Es algo que nunca se ha contado", afirma María José Rodríguez, directora de contenidos originales de Prime Video España, que también recalca lo ambicioso que es este proyecto: "Tiene las productoras y el equipo que permiten hacerla lo grande que nosotros buscamos". Conscientes del gran volumen de producciones que existe en la actualidad, la plataforma de Amazon apuesta por la calidad, la originalidad y el talento para diferenciarse del resto de series. "Producimos poquito, por lo que tenemos que llamar la atención con lo que hacemos", señala Rodríguez.

Una de las claves de Los Farad se encuentra en sus créditos. Además de un reparto que reúne a grandes intérpretes como Nora Navas, Pedro Casablanc o Miguel Herrán, la serie está dirigida por el ganador de tres Premios Goya, Mariano Barroso. El que fuera presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España vuelve a ponerse al frente de una serie. Además, lo hace con un conocido compañero de batallas: el guionista Alejandro Hernández. "Nos compenetramos bien, tenemos un lenguaje común y una visión muy similar de las cosas que contamos. Nos encontramos en la forma de contar", explica Barroso a cerca de esta nueva colaboración junto a Hernández.

Los creadores de galardonadas películas como Todas las mujeres o de series como La línea invisible o Criminal vuelven a unir fuerzas en esta producción, que tiene como objetivo contar una fábula en la que el tráfico de armas juega un papel protagonista. Hace un año, EL CONFI TV acudió al rodaje de la serie y tuvo la oportunidad de charlar con los principales responsables de esta ficción. Coincidiendo con su estreno (próximo 12 de diciembre), conocemos de primera mano las claves de este particular "cuento" que narra la oscura historia (y negocio) de Los Farad.

¿Quiénes son Los Farad?

Esta ficción introduce a los telespectadores en la Marbella de los años 80 a través de la mirada de Oskar (Miguel Herrán), un monitor de aerobic con ambiciosos planes de futuro que sueña con abrir su propio gimnasio. Sin embargo, para este joven de Aluche todo cambia cuando en su camino se cruza Sara Farad (Susana Abautia). Y es que esta joven pertenece a una de las familias más poderosas de la ciudad. De esta forma, los Farad le abren a Oskar las puertas de Marbella y le ayudan a montar su negocio a una escala enorme.

Pero a medida que este chico humilde va introduciéndose en esta particular familia, descubrirá que la riqueza de los Farad proviene de un inesperado oficio: el tráfico de armas. A pesar del conflicto moral que en un primer momento pueda suponer este negocio para Oskar, el protagonista terminará adentrándose en el fascinante mundo de la Costa del Sol, su jet set, sus excentricidades y su geopolítica. Todo ello de la mano de Sara Farad, que es completamente consciente de cómo este joven puede satisfacer muchos de sus intereses profesionales y emocionales.

"El negocio de los Farad es limpio y legal, así lo cuentan ellos mismos"

En un mundo de hombres, Sara encontrará en Oskar al aliado perfecto con el que tratar de heredar el imperio familiar y cumplir su propio sueño: convertirse en la mayor traficante de armas del mundo. "La serie juega en diferentes niveles. Tiene un claro motor de thriller y trabaja esa tensión desde el negocio familiar, pero también, a través de las dinámicas internas de la propia familia. Se crean relaciones muy poderosas entre los personajes, porque todos tienen intereses. Todos juegan en esta partida de cartas", explica Rafa Taboada, jefe de ficción de Amazon Prime Video, dándonos más detalles lo de que les espera a los telespectadores.

No es una serie de narcos

Los responsables de Los Farad enfatizan en la originalidad de la trama. Y es que el tráfico de armas la separa de otras populares series que tratan sobre el narcotráfico. "En esas series se muestra algo oscuro y escondido con las drogas y en este caso es todo lo contrario. Los Farad están validados por la sociedad. La casa familiar es una casa con cristaleras y luminosidad, son gente que no se tienen que esconder. Su negocio es limpio y legal, así lo cuentan ellos mismos", afirma Rafa Taboada, que recalca que esta es la realidad de la época que querían mostrar en la serie.

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Alejandro Hernández, cocreador y guionista de la serie, revela que este peculiar negocio fue una de las razones por las que se embarcó en el proyecto: "Se sabe mucho del tráfico de drogas, pero el tráfico de armas es algo que, en general, es legal. No viven escondidos, ni están perseguidos por nadie. En todo momento juegan en una ambigüedad moral. A Mariano [Barroso] y a mí nos encanta ese tipo de personajes. Preguntarse dónde está el límite, dónde está la línea roja. Eso nos atrajo mucho".

Inspirada, pero no basada en hechos reales

La serie surge a raíz de El traficante, un libro de David López Canales que cuenta cómo Monzer Al Kassar se convirtió en un conocido traficante de armas internacional en la lujosa Marbella de los 80. "El punto de partida fue ese libro, pero luego, a partir de ahí, nos inventamos todo lo demás. Esta familia no existió, los personajes no existieron, es toda una invención", comenta el director de la serie, Mariano Barroso.

Sin embargo, hay un espeluznante negocio que sí que existió (y sigue existiendo). Ante un tema tan complicado, los creadores de Los Farad han querido contarlo en forma de "cuento". "Es una fábula sobre una industria que sigue vigente y que ahora está muy pujante. Marbella en los años 80 era un cruce de caminos de ambición, en el que se encontraban todo tipo de personajes con intereses y ambiciones", declara Barroso.

Aunque la serie entra de lleno en el tráfico de armas durante el periodo de la Guerra Fría, muchas de las situaciones que muestra se podrían extrapolar a contiendas mucho más recientes: la invasión a Ucrania o el conflicto de Gaza. Los mismos responsables de la serie se percataron del grado de actualidad que tenía cuando comenzaron a trabajar en ella. "Es absolutamente actual. Los mecanismos de funcionamiento del negocio de armas siguen siendo los mismos. Los traficantes de armas son personas que actúan como mediadores de una forma legal y que viven de comisiones entre estados", destaca Alejandro Hernández.

Un cuento a través de la imagen

Aunque gran parte de la trama de Los Farad se desarrolla en Puerto Banús, el equipo de arte decidió grabar todas estas escenas en diferentes puntos de la costa andaluza. El director artístico, Juan Pedro de Gaspar, nos explica el porqué de esta decisión: "La presión urbanística es tan grande que Puerto Banús se ha convertido en un centro comercial de marcas muy caras. Donde antes había terrazas, la arquitectura ha avanzado cinco metros y ahora es una fachada comercial continua". Además, el exclusivo puerto de Málaga en la actualidad cuenta con una serie de elementos tecnológicos que para nada se corresponden con la década de los 80.

Por todas estas razones, los responsables de la dirección artística decidieron ahorrarse dolores de cabeza y se trasladaron a escenarios como Motril o Almuñécar. "Era más fácil buscar otro sitio que se pareciese más a lo que era Puerto Banús en aquel entonces. Esa especie de desnudez en el terreno es la que nos ha ayudado a recrear esa época. De hecho, tuvimos que hacer varias de las tiendas, porque estaban vacías. Había comercios, pero estaban mucho más contenidos", revela Juan Pedro de Gaspar.

Sin embargo, al elegir estos escenarios surge otro inconveniente. Y es que parte de la geografía y la arquitectura de estos lugares no se corresponden a la de Puerto Banús. Es por ello que, a través de efectos digitales, se ha recreado el escenario original. Aun así, el director artístico destaca que Los Farad "no es un documental, sino un cuento". Es por ello que no han vivido este trabajo de recreación con una excesiva presión. "La serie pretende ser atractiva a los ojos del espectador, al igual que lo es para Oskar cuando llega. Buscamos que el espectador sienta lo mismo que el protagonista", señala el director de fotografía, Ángel Iguacel.

A pesar de lo que digan sus responsables, el trabajo documental para elaborar este cuento es profundo y exhaustivo. Ángel Iguacel desvela como internet, postales de segunda mano y reportajes de televisión han sido fundamentales para documentarse sobre el escenario de la época. Aunque una de las claras referencias conceptuales de la serie las encontramos en las fotografías de Cliff Adams: "Era un fotógrafo de los años 50 y 60, que retrató la alta sociedad de lugares como Marbella, Mónaco o Monte Carlo. Este hombre retrataba a gente feliz constantemente", señala el director de fotografía.