Del Pantano de Foix a Montjuïc: todos los rincones de Barcelona donde se ha rodado 'El cuerpo en llamas'

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Todavía no hace ni una semana que la serie El cuerpo en llamas llegó a Netflix, pero su polémica historia ya se ha posicionado como uno de los contenidos más populares de la plataforma de Ted Sarandos y Greg Peters en España. La producción, protagonizada por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez, se basa en el turbulento caso homicida de la Guardia Urbana de 2017, y la serie ha aprovechado algunos de los escenarios reales en los que sucedieron los hechos para dotar de veracidad a la ficción, mientras que otros han sido redistribuidos por la Ciudad Condal.

Creada por Laura Sarmiento y dirigida entre Jorge Torregrossa y Laura Mañá, la historia comienza en el Pantano de Foix, donde un coche es calcinado con un cadáver en el maletero. La zona rural se encuentra a unos cincuenta minutos en coche desde la Ciudad Condal, y allí mismo se rodaron algunas de las escenas del siniestro, así como las rutas en moto de sus protagonistas.

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Sin embargo, la ficción no tarda en adentrarse en la urbe barcelonesa, ubicando a Úrsula Corberó en el papel de Rosa, como parte de la patrulla de la Zona Franca, área portuaria de la ciudad, donde aparece la comisaría de la que Rosa formará parte. Allí coincide con Albert (Gutiérrez), quien ejercerá de compañero de coche y amante, y juntos circulan por sus calles.

En esta área se encuentra el bar Litoral, parada real de almuerzo de muchos agentes de la guardia, donde la producción de Arcadia Motion Pictures también acudió para sentar en la mesa a los personajes de Rosa y Albert junto al resto de compañeros. En un momento en el que Rosa marcha al baño del local, Albert reconoce, insistido por sus colegas, que está teniendo una aventura con ella.

La historia comienza en el Pantano de Foix, donde un cadáver es calcinado en un coche

Muy cerca de allí, pero subiendo hacia la montaña de MontjuÏc, se encuentra el mirador de los jardines de Miramar, donde Rosa y Albert tienen el altercado con el vagabundo. Desde el desfiladero por donde cae el cuerpo, es posible admirar las vistas del puerto de Barcelona y una de las torres del transbordador aéreo, que une la montaña con el muelle de la Barceloneta, ideada por el arquitecto Carles Buïgas.

Turístico parque de atracciones

De una montaña a otra: la sierra de Collserola también es protagonista de El cuerpo en llamas, especialmente su parque de atracciones Tibidabo, donde Albert tiene una inesperada cita con Rosa, a la que llega en compañía de su hija. La pareja sube a diferentes atracciones, entre ellas, la nueva montaña rusa, y desde allí se obtienen fantásticas vistas de la ciudad y el resto de la serralada.

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Otras localizaciones de la serie de Netflix son el mirador de Horta, uno de los barrios más altos de la ciudad, donde Rosa y Pedro (José Manuel Poga) mantienen un momento íntimo, y el puente de Mühlberg, próximo al parque del Guinardó, donde los amantes se reúnen después de una secuencia en moto de alta velocidad.

Cambios en el escenario

En la secuencia en la que Albert le da el anillo de compromiso a Rosa, delante de todas sus amigas, se puede atisbar la Plaza Joan Llongueras, en el barrio de Sant Gervasi-Galvany, pues se rodó en un bar de tapas situado allí mismo. No muy lejos de allí, el Palacio de Justicia que aparece en la serie, donde Rosa es sentenciada, es en realidad el Campus de la Facultad de Medicina, en la zona de Hospital Clínic. Curiosamente, la producción cambió el letrero del edificio por "Palacio de Justicia", respetando la misma tipografía del original "Facultat de Medicina".

Más allá del área metropolitana, la producción se movió hasta Arenys de Mar para rodar la secuencia de la comida de los agentes de policía en el restaurante Portinyol, donde Rosa y Albert se hacen una foto selfie. También recorrieron Caldes de Montbui, donde una escuela sirvió como escenario para recrear la prisión de mujeres de Rosa, mientras que la de Albert fue recreada en el Parc Audiovisual de Catalunya, en Terrassa. El momento de la celebración de Sant Jordi junto a Pedro, además, imita las Ramblas de Barcelona, pero en realidad es el paseo de Pere III de Manresa.