'Secretos de familia': Yekta solicita que se investigue a Ilgaz por la muerte de Engin

El nuevo capitulo de Secretos de familia, emitido este domingo en Antena 3, revela por fin quién fue la tercera persona que se encontraba en el suceso en el bosque, cuando Engin fue asesinado y Ceylin fue atacada.

Niyazi, el asistente de laboratorio de pruebas de Eren, resulta ser la sospechosa figura detrás de la descripción de "persona con melena" que Ceylin recuerda. La serie se adentra por primera vez en la vida del personaje del químico para conocer sus principales motivaciones y el nivel de implicación en el caso. Al mismo tiempo, el guion realiza un giro de 180º en el transcurso de la investigación, al introducir a Ilgaz en el foco de amenaza de Yekta.

Flujo de intereses entre Seda y Yekta

La letrada Seda y Yekta, el padre de Engin, se muestran muy interesados en culpabilizar a terceras personas en el caso. Seda tiene fijación por la jueza Neva, quien visitó a Engin el día anterior a su muerte y se subió a la ambulancia que lo llevó al hospital.

Sin embargo, el guante recién encontrado en el bosque y la noción de que Ilgaz estuvo allí mismo el día posterior a los sucesos, buscando pruebas que demostrasen la inocencia de Ceylin, provoca un cambio de intereses para la familia Tilmen.

Ambos personajes solicitan al fiscal Pars una prueba de ADN a Ilgaz, para contrastarla con los restos del guante. Niyazi, probablemente cómplice de las intenciones de Yekta, se encarga de buscar pelos en el antiguo despacho de Ilgaz, que pueda colocar en el guante como evidencia para la futura prueba.

La humilde vida de Niyazi

Todo indica que Niyazi podría haber actuado movido por su inestable economía. Una secuencia al comienzo del capítulo muestra la humilde vida que lleva en casa, conviviendo con su hermana, sus tres sobrinos y su anciana madre, la cual le pide dinero prestado. Además, una conversación telefónica en la calle indica que debe dinero a su prestamista, por lo que solicita a la persona que le contrató como sicario que le adelante el pago de sus servicios.

Lo que desconoce Niyazi es que alguien le está espiando. Cuando regresa de recopilar ADN en el despacho de Ilgaz, unos matones le agreden en mitad de la calle y se le cae una de las bolsas de pruebas. Ahora que se han contrastado los restos biológicos con los del guante manipulado, esta podría ser la única evidencia que salvase a Ilgaz de una falsa acusación.