"¡Jolines!": 'First Dates' desoye el requisito físico que una soltera pidió para su cita

Isabel es, en sus propias palabras, "una persona vitamina", de esas que "desprenden alegría, son empáticas con sus amigos e intentan ayudarles en todo". Divorciada y madre de un hijo, se ha confesado en First Dates este miércoles, 8 de mayo, como una mujer sin ninguna "vergüenza" y abierta al cien por cien a encontrar el amor. Si es un hombre que la haga reír, mejor.

Con esta presentación, Carlos Sobera ha asumido que la soltera no tenía exigencias físicas respecto a una futura pareja, pero andaba equivocado. Y es que a la trabajadora en logística de un supermercado le agradan hombres calvos: "Yo voy por la calle y veo a un chico calvo que esté bien... Pues la mirada se me va. Lo siento mucho. Calvos de España, ¿dónde estáis?".

"Me ponen los calvos. Y si van de uniforme más", bromeaba la concursante del dating show, que pronto comprobaría que el espacio de Cuatro no había tenido este gusto en cuenta. No tardaba en aparecer en el restaurante Raúl, un agricultor al que Sobera ha vacilado: "Qué pelazo tienes. ¿Te has hecho un injerto en Turquía?". Él, por supuesto, no terminaba de entender la broma.

"¡Me gustan los hombres calvos y no me han traído a un calvo! ¡Jolines!", se ha quejado la comensal tras las cámaras, que también le sacaba alguna que otra pega al de Aspe (Alicante): "Tiene los ojos bonitos, de color azul. Es bajito... No sé, me gustan más altos, pero no está mal el chico". "Es que le gustan calvos, pero te lo va a perdonar, no te preocupes", tranquilizaba el conductor de First Dates al trabajador del campo.

Aun así, Isabel ha querido cenar con el compañero que le ha asignado el programa y se ha llevado una grata sorpresa al confirmar que conectaban "en el tipo de humor": "Me ha seguido el ritmo". Además, durante la velada, ha habido tiempo para que subiese la temperatura de la conversación, cuando ambos han revelado, a base de indirectas, sus "talentos sexuales".

"Por las indirectas que me ha tirado y yo le he pillado, creo que nos podríamos llevar bien en la cama", ha aceptado la alicantina, antes de que llegase el momento de la decisión final. "Me encantaría tener una segunda cita con esta chiquilla porque es un amor. Y tiene unos labios divinos", ha reconocido Raúl, e Isabel ha accedido sin pensárselo dos veces, avisándole de que le debía un buen gazpacho con tomates de su huerta y unos "mejores chistes" que los que había contado en el transcurso de la cena.