Roberto Leal, en 'shock' en 'El camino a casa', que le impacta con un emotivo final en La Sexta

El paseo por Alcalá de Guadaíra, su ciudad natal, que El camino a casa le ha regalado a Roberto Leal no ha podido tener mejor final posible. Tras recorrer lugares tan señalados como el instituto al que acudió el presentador sevillano o el campo donde jugaba al fútbol con sus amigos, tocaba hacer una última parada, la más emotiva de todas.

Albert Espinosa y el protagonista de la entrega de este martes, 20 de febrero, han llegado al barrio donde se crio el andaluz: "Aquí es donde yo tenía los primeros rincones para ir al bar, para pasear con mis padres. Y, bueno, este era mi piso, tío. Este, este. Hace como 35 años que no volvía". En el portal, el conductor del espacio de La Sexta le ha dado las habituales "notas emocionales" con las que puntúa al invitado en cada programa.

Después, y esto era lo que quizá Roberto no esperaba, es que Albert le soltase un "¿quieres subir?". "¿En mi casa de aquí? ¿Tienes las llaves? Pero, ¿puedo abrir y entrar?", preguntaba, anonadado, Leal. En efecto, el escritor le ha entregado las llaves para que él mismo hiciese los honores. Por segunda vez en el recorrido, el entrevistado se echaba a llorar sin poderlo evitar.

"Hos***, tío. Es brutal. La distribución es la misma", ha atinado a comentar el rostro de Atresmedia, que ha investigado cada rincón del piso en el que vivió su infancia. De hecho, tal y como ha detectado, solo distaban del orden de aquella época un par de detalles, como una pared que ya no existía y la habitación en la que se encontraba la cocina.

"Qué suerte poder volver a la casa de tu infancia, amigo", ha destacado Albert Espinosa, ante un Roberto Leal al que se le seguían cayendo las lágrimas de pura nostalgia. "Rober, te voy a dar otro abrazo", le ha dicho Espinosa, mientras su compañero le aclaraba que lloraba de alegría: "Ya, pero es emoción bonita". Para poner el broche de oro a esta caminata, ha hecho su aparición Mercedes Guillén, madre del también presentador de El desafío.