Decepcionado con su cita de 'First Dates', no duda en darle una estocada final: "Me ha condicionado"

Manuel es un deportista toledano que desembarcó en First Dates este viernes, 9 de febrero, para encontrar a su chico ideal. Confesó a Carlos Sobera que llegó a perder 30 kilos en solo tres mese y que esto le "cambió la vida" y "la percepción de la gente" hacia él. El equipo del dating show pensó que podía con congeniar con Frederik, un joven de 19 años que reconoció que le daba miedo comprometerse con alguien. Habría que ver si la velada le servía para superar ese temor.

Los primeros minutos de cita transcurrieron con total normalidad, con conversaciones sobre "la comida picante" y, ya en el plano sentimental, sobre las relaciones. Ambos coincidieron en que nunca se habían enamorado de verdad. El concursante de 23 años incluso llegó a afirmar que había sentido más "dependencia emocional" que amor en sí.

El de Colmenar Viejo (Madrid), sin embargo, aseguró que su problema era la "fidelidad": "Me gustaba ligar, aunque me gustase mucho el chico que estaba conociendo. Cuando puedo tener algo estable con una persona, me aparto, me alejo. Es como que me gusta lo peligroso". A lo largo de los años, este estudiante de Informática ha llegado a la conclusión de que "hay que estar preparado" para embarcarse en una relación formal.

Manuel se ha dado cuenta de que Frederik era una persona realmente sexual, sobre todo, en los postres. El programa de Cuatro propuso a los participantes darse "un beso sexy", pero el primero se negó en rotundo: "No. Creo que me lo vas a dar en la mejilla. Intenta hacerlo sexy, pero en la mejilla". "Creo que ya no te lo voy a dar", dijo el otro soltero, totalmente decepcionado.

"En la cena me dio a entender que era una persona muy sexual. Yo no tenía intención de darle un morreo, pero sí un beso. Cuando me ha dicho lo del beso en la mejilla, me he sentido rechazado", lamentó el madrileño. En el poco tiempo que restaba de noche, reinaron la incomodidad y los silencios extraños entre los dos.

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P. Martín-Vázquez

No por ello Frederik se mordió la lengua cuando tuvo que decidir si quería tener una segunda cita con Manuel o no: "He sentido que no te he llegado a atraer del todo y eso me ha condicionado. Luego ha sido un poco raro". "No me sentía cómodo en ese ambiente. No esperaba hacer nada en la primera cita", señaló el estudiante de Humanidades, que opinó que ese simple gesto tocó "el ego" de su compañero.