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"No me he atrevido": Chicote, intimidado (y atónito) por la agresividad de un concursante en 'Batalla de restaurantes'
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CON LOS CUCHILLOS EN ALTO

"No me he atrevido": Chicote, intimidado (y atónito) por la agresividad de un concursante en 'Batalla de restaurantes'

En el concurso culinario de La Sexta, David Couñago fue el más crítico con sus rivales. Sin embargo, cuando lo valoraron a él, se tomó las críticas de muy malas formas

Foto: Alberto Chicote en 'Batalla de restaurantes'. (Atresmedia)
Alberto Chicote en 'Batalla de restaurantes'. (Atresmedia)

Alberto Chicote regresó anoche a Batalla de restaurante para descubrir cuál es el mejor restaurante de Vigo. En este segundo programa, cuatro hosteleros compitieron por convertir su local en el mejor de la provincia y alzarse con un premio de 10.000 euros. Sin embargo, la competición estuvo plagada de estrategia y diversos ataques. David Couñago fue uno de los más críticos con los restaurantes de sus rivales. El concursante no tuvo ningún tipo de compasión al valorar a sus contrincantes.

Sin embargo, cuando le tocó que lo valorasen a él, David Couñago probó de su propia medicina. El gallego es chef y propietario del restaurante Malasangre, un local que cuenta con un sol Repsol y con varios premios por sus arroces. "Te vamos a ofrecer el mejor producto y la mejor cocción", aseguró el dueño de Malasangre en su vídeo de presentación. Sin embargo, sus oponentes no coincidieron con David.

Nada más entrar a Malasangre, los concursantes criticaron la decoración del restaurante: "Es muy pomposo y presuntuoso. Quiere ser un espacio luxury, pero hay una gran falta de clase y elegancia", destacó Omar Fares, uno de los principales rivales de David Couñago. Los concursantes fueron iguales de exigentes y críticos que el propietario de Malasangre fue con ellos. Sin embargo, Couñago no aceptó las críticas muy bien.

David se mostró nervioso y hostil durante el servicio, transmitiendo esta mala sensación a los comensales. "No se ha comido un pulpo a baja temperatura en su puta vida", espetó el chef de Malasangre, al escuchar que una contrincante había asegurado que su pulpo estaba un poco duro. Tras esto, Omar Fares consideró que la salsa de los mejillones estaba un poco amarga. Es por ello que Alberto Chicote llamó a David Couñago para que les explicase bien esta elaboración a los comensales.

placeholder David Couñago hablando con Omar Fares en 'Batalla de restaurantes'. (Atresmedia)
David Couñago hablando con Omar Fares en 'Batalla de restaurantes'. (Atresmedia)

Omar le preguntó al chef qué llevaba la salsa, ya que había notado "un toque amargo". "A lo mejor es un problema de paladar, porque parece que todo está amargo. No se ha agarrado en absoluto. Es una salsa muy fina, te puedo traer el resto para que la aprecies", respondió David Couñago al comensal, dejando sorprendido a Alberto Chicote con su hostilidad. Ante esta tirantez, ninguno de los concursantes dijo nada más. Por lo que Omar Fares les recriminó a sus compañeros que no se hubieran atrevido a hacerle ninguna pregunta más al propietario de Malasangre.

Foto: Alberte Gutiérrez junto a Alberto Chicote en 'Batalla de restaurantes'. (Atresmedia)

Fue Alberto Chicote que, aún sorprendido, salió en defensa del resto de concursantes: "No sé, ante la pregunta de cómo se hace la salsa, responde 'Si quieres, te traigo más". Y es que hasta el propio Chicote se sintió intimidado por David Couñago: "Le iba a decir algo de las navajas y no me he atrevido". No obstante con lo sucedido, un camarero llevó a la mesa la salsa que Omar había criticado, para que los comensales la probasen en su totalidad.

Este gestó dejó completamente atónito a Alberto Chicote y fue muy criticado por Omar Fares: "[David] está a la defensiva y supongo que la tensión del concurso le afecta. Pero, como cliente, no me gustaría sentirme fiscalizado por el cocinero. Me ha parecido un fallo del servicio y un exceso de ego por parte del cocinero".

Alberto Chicote regresó anoche a Batalla de restaurante para descubrir cuál es el mejor restaurante de Vigo. En este segundo programa, cuatro hosteleros compitieron por convertir su local en el mejor de la provincia y alzarse con un premio de 10.000 euros. Sin embargo, la competición estuvo plagada de estrategia y diversos ataques. David Couñago fue uno de los más críticos con los restaurantes de sus rivales. El concursante no tuvo ningún tipo de compasión al valorar a sus contrincantes.

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