Dos solteros salen tarifando de 'First Dates': se levantan y se van en mitad de la cita, sin pagar la cena

Eric y Eleazar fueron este lunes, 1 de enero, dos de los solteros que acudieron al restaurante de First Dates para tratar de encontrar el amor. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, ya que ambos optaron por abandonar el restaurante a la carrera en mitad de la cita, llegando incluso a irse sin pagar la cuenta. "No te preocupes, esta corre a mi cuenta", afirmaba Carlos Sobera al ser avisado por una de las camareras, y es que el desastre había sido tal que incluso se veía en la obligación de invitarle a regresar en el futuro para arreglar el desaguisado.

Los dos jóvenes no se entraban por el ojo nada más verse, pero el físico no fue lo único que les separó: cada tema de conversación que sacaban, si es que daban con alguno con el que romper el silencio que imperaba en su cena, les separaba más y más. No solo tenían actitudes diametralmente opuestas ante la vida, sino que sus aspiraciones, sus gustos o su forma de ser eran totalmente opuestas, por lo que llegado el momento de ponerse a bailar, los dos decidían poner pies en polvorosa.

A lo largo de cada velada llega un punto en el que, con el objetivo de que los comensales se suelten y pierdan los nervios, el equipo del programa les propone bailar animosamente, como si de una discoteca se tratase. En esta ocasión, todo lo contrario, ya que fue el momento en que ambos optaron por cortar por lo sano. Al comenzar a sonar la música, Matías Roure invitaba a todos a bailar, una invitación que Eleazar aprovechaba para tratar de bailar con él. Este gesto parecía no gustar a Eric, que recogía sus cosas y se marchaba.

En la barra del bar trataban de frenarle, pero su postura era firme: "No me ha molestado que le dijera eso a Matías, porque en realidad se me adelantó. Yo se lo iba a decir también. Fue un cúmulo de cosas. Me pregunté qué hacía yo allí y decidí irme, porque no tenemos nada que ver el uno con el otro".

Unos segundos después, Eleazar también aparecía por la barra, manifestando que se marchaba también. Era entonces cuando los dos eran preguntados por su cita juntos, ante lo que este último se desquitaba: "No hubo química, buscamos cosas diferentes. Yo busco ganarme la vida por mí mismo, él por el dinero de su padre. A mí me gusta la cultura, la educación, el arte,...". Eric le interrumpía: "Eso no tiene nada que ver, a mí me gusta la cultura y el arte". "Pero no el del buen vestir", le espetaba el soltero.

"¡Dios mío! Ya quisieras tú pagar un trapo de los que llevo puesto, así sea el calzón", se defendía el joven, dejando patente el abismo que les separaba. Aunque Eleazar abría la puerta a una amistad, al menos de cara a la galería, Eric tenía claro que hasta eso sería imposible: "No, como amigo, tampoco, gracias". Tal era el mal rollo llegados a este punto que ni salir por la puerta juntos querían, con Eric haciendo tiempo para no coincidir con su cita ni en la puerta.

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N. Costas

Con todo el jaleo montado, ninguno de los dos pagaba la cuenta, algo de lo que las camareras no se percataban hasta cuando los dos ya se habían ido: "¡Que no han pagado la cena!", le decía una de las gemelas a Sobera. El grito era tal que Eric lo escuchaba y volvía sobre sus pasos para saldar la deuda, pero el propio Carlos se le decía que no hacía falta, que él se encargaba. Así lo hacía, invitando a los dos por el mal trago vivido. Del mismo modo los emplazaba a regresar en el futuro al programa para ver si tenían más suerte.