Carmen Lomana habla en La Sexta del detalle que más le chirrió de Isabel Preysler y su documental: "Me dio pena"

El documental de Isabel Preysler ya está disponible en Disney+ y, como no podía ser de otra manera, ha generado multitud de reacciones. Carmen Lomana, con quien la socialité no tiene buena relación, no se ha mordido la lengua opinando sobre la producción. Lo hizo esta semana en Espejo público y lo ha vuelto a hacer la tarde de este domingo, 10 de diciembre, en La roca.

Como los espectadores de La Sexta intuirían, el especial navideño de Preysler no le ha agradado ni lo más mínimo. "Lo he tenido que ver ya por narices", ha asegurado Lomana, mientras el equipo la microfonaba y se preparaba para entrar al plató del espacio vespertino. Es más, la colaboradora ha descrito el producto como "plano" e incluso "perfecto para dormir la siesta".

"¡Ay! Que no te ha gustado", ha lamentado Nuria Roca, entre risas. Y es que, a juicio de la empresaria, Isabel Preysler: mi Navidad "no cuenta nada nuevo", es como leer la revista de confianza de Isabel, Hola: "Es como si lees el Hola. No cuenta nada de su vida, de sus amores. Ves el jardín, la piscina, los sillones... Al servicio, si le dan el Oscar, me lo creo, porque son los que más salen".

"Yo creo que son figurantes, no puede ser que tenga a tanta gente si vive ella sola", ha manifestado Carmen, a quien Nuria ha corregido: "Pero la casa es muy grande". "Sí, bueno...", contestaba la polemista de Atresmedia, no demasiado convencida. Una vez sentada con el resto, la tertuliana ha seguido siendo realmente crítica con la pieza.

"Me preguntaron qué me parecía. Dije que parecía horrorosa su bata del desayuno, que hacía juego con las cortinas. Y que el desayuno era depresivo. Un montón de vasos en una bandeja muy fea. Había un zumo de agua de Jamaica, otro de pomelo, otro de kiwi...", ha valorado Lomana, llegando a calificar el desayuno de la madre de Tamara Falcó como "un desayuno laxante".

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M. M.

"Ni un cruasán, ni nada. Me dio una pena...", ha comentado la coleccionista de alta costura, que ha confesado que vio el documental con un amigo, tumbados en su cama: "Hubo un momento que mi amigo se fue y volvió con una bandeja con una tortilla de patatas, un bocadillo... Le había entrado hambre de ver ese desayuno".