La reacción de Marina Castaño a las duras acusaciones del secretario de Cela que el 'Chester' rescata

Con motivo de su entrevista en Viajando con Chester, Marina Castaño, la viuda de Camilo José Cela, ha regresado, 26 años después, a la casa en la que vivió con el escritor. La empresaria se ha sincerado frente a Risto Mejide sobre todas las polémicas que se sucedieron tras la muerte de su difundo marido, que falleció en enero de 2002.

Después de su desaparición, Gaspar Sánchez Salas, el que fue secretario de Cela, no dudó en cargar contra Castaño. El programa de Cuatro ha recuperado unas declaraciones de Aquí hay tomate, en las que este hombre hablaba de la "desmesurada afición por el dinero" de la invitada del Chester de este miércoles: "Aquel matrimonio le supuso la fama y la ascensión social que ella venía buscando".

El confidente de Camilo José llegó a decir que, en casa, Marina prohibía hacer fotocopias antes de las cinco de la tarde, ya que supuestamente la luz bajaba de precio a partir de esa hora. "Hay una persona a la que te has referido como el pequeño traidor. ¿Qué pasó con el secretario de Camilo José?", ha querido saber el presentador de Todo es mentira.

La entrevistada no se ha mordido la lengua y también ha dedicado unas duras palabras al exsecretario: "Era un adorador tremendo. No sé si le pagaban en algún sitio para que dijera cosas terribles de mí, pero, pobrecito. A los seres insignificantes no podemos cederles ni un minuto de nuestro tiempo". "Pero algo pasaría...", ha insistido Mejide.

Sin embargo, Marina ha negado que existiese un conflicto concreto con Gaspar, o al menos no ha querido hablar del mismo: "No, te lo digo muy en serio. Alguien le tuvo que pagar para que dijera esas cosas. Por el amor de Dios, hoy en día pagan por todo y sobre todo si es para hacerte daño". Era entonces cuando el formato de La Fábrica de la Tele introducía esas imágenes del Tomate antes mencionadas.

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La única respuesta de Castaño ha sido la carcajada, en concreto, ante el detalle de las fotocopias: "No me acordaba de eso, pero seguramente sea así. Lo de la electricidad me hace gracia porque, en aquel momento, francamente, no se miraba la hora a la que era más o menos barata". Acto seguido, ha recordado que Camilo José era consciente de que era una "tiquismiquis" y, cariñosamente, le decía iba a ser "una vieja horrorosa".