Miguel Ángel Revilla, sin pelos en la lengua: saca los colores a Podemos y PSOE en 'Chester'

El que fuese durante más de 20 años presidente de Cantabria se ha sentado por tercera vez en Viajando con Chester para repartir a diestro y siniestro a todo aquel sobre el que le pregunte Risto Mejide. Los primeros en pillar repaso por parte de Miguel Ángel Revilla han sido los dirigentes de Podemos y del PSOE.

El programa ha querido que el político cántabro haga balance de estos diez años de acontecimientos políticos, desde la primera vez que visitó este formato de La Fábrica de la Tele. Mejide le ha recordado que en aquel entonces, el casi extinto partido de Pablo Iglesias, estaba recién inaugurado, que Pedro Sánchez no era presidente, que el rey no era emérito y que Ciudadanos solo estaba en Cataluña. De todo quiso hablar en esta nueva charla, centrándose en los dos partidos de izquierdas, que actualmente siguen en funciones al cargo del país a la espera de la investidura de Sánchez.

"Madrid se va a convertir en una tómbola o mercado persa; todos van a ir con la bandeja"

"Estoy sorprendido de lo rápido que ha ido todo. De partidos que parecían que tocarían el poder. Ciudadanos a punto de comerse al PP y Podemos, al PSOE, se han ido. Lo rápido que desaparecen cuando no hay poso para consolidar un partido", ha respondido sin cortapisas. Y todo lo achaca, según recalca, a la falta de "coherencia" de estos dirigentes en concreto.

"Decirles en la campaña electoral lo que no vas a hacer o quién no vas a pactar, eso es sagrado", advierte por ambos signos políticos de izquierdas. "No puedes decir en una campaña '¡jamás!', y luego hacer todo lo contrario", insiste, en clara referencia al gobierno de colores que conformó y que actualmente sigue en el Congreso.

"Da miedo la investidura, si sale, que va a salir. Y va a salir, por la razón de que el prófugo quiere volver", se atreve a sentenciar, con respecto a las uniones con independentistas, o también al terror involutivo que cree tener el ciudadano español, cuando los partidos de derechas se hermanan con Vox. Y afea tajante: "Madrid se va a convertir en una clase de tómbola o mercado persa, donde, a cambio de voto, todos van a ir con la bandeja", lanzando un claro dardo a la actual negociación del PSOE con Junts per Catalunya.

Sin embargo, también ha dado cera a Iglesias y hasta se ha atrevido en compartir con los telespectadores la que cree que es la razón por su debacle: "Cuando ocurrió una cosa sabía que le iba a ser demoledor. Si yo voy hablando por ahí que soy una persona normal, cuando he predicado que lo soy... Es que Pablo Iglesias se encargaba de decir siempre: 'Viviré en este pisito de Vallecas con mis vecinos'. Claro, y de repente se va a un casoplón impresionante... ¡La gente toma nota de eso!".

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Y añade: "No hagas propaganda de tu manera de vivir para de repente irte a un sitio que es todo lo contrario. La falta de coherencia... La falta de lo que se dice y lo que se hace es el cáncer de la política y la religión". Un rapapolvo que quiso también hilar con la actual situación en la que se encuentran los votantes de Sánchez (y, por ende, los españoles) con la posible ley de amnistía para conseguir el poder y evitar las elecciones. Un tema en el que, por cierto, ha dicho claramente que se opondrá con su voto.