Pablo Motos, tajante, paraliza el juego de 'El hormiguero' ante los rumores de trampas

Una de las cosas que caracterizan a El hormiguero son los grandes regalos que reparte entre su público. Anoche, el programa de Antena 3 sorteó un coche entre aquellas personas que estaban en plató. Sin embargo, para conseguir el automóvil, primero había que superar "El juego del mejillón". Esta dinámica es muy sencilla: consiste en adivinar el número de mejillones exacto que hay dentro de una lata. En el envase figura que puede haber de 12 a 18 mejillones, por lo que el azar y la suerte son fundamentales para triunfar en este juego.

Las influencers Dulceida y Alba Paul Ferrer acudieron a El hormiguero y fueron las encargadas de seleccionar que persona del público optaría a ganar el coche del programa. Las invitadas sacaron al azar el nombre de Javier Romero, uno de los asistentes del público. El joven reconoció que había fantaseado muchas veces con participar en este juego.

"El cumpleaños de mi novia es el 15 y he visto el programa muchas veces y el 15 suele tocar", afirmó Javier Romero. Es por ello que el asistente se la jugó y eligió este número. Ante esto, Pablo Motos comenzó a sacar mejillones del envase. Sin embargo, a mitad de juego, el presentador se vio obligado a detener el juego, ya que un mejillón se había roto y había dejado un pequeño trozo.

Pablo Motos intentó que el juego fuese lo más justo posible. Por lo que, ante este contratiempo, el presentador le propuso a Javier Romero abrir una nueva lata. "Vamos a dejarlo ahí", respondió el asistente, continuando con el recuento de mejillones. Sin embargo, cuando el juego estaba llegando a su fin, Motos sacó otro mejillón roto. Para garantizar la máxima imparcialidad, el conductor de El hormiguero paralizó la prueba y se propuso a abrir un nuevo envase.

Aunque Javier Romero se opuso a esto. Y es que llevaban 12 mejillones fuera, por lo que el invitado estaba a punto de hacerse con el premio. Pablo Motos vertió el resto de mejillones e hicieron un recuento total de 16. Romero se pasó por un solo molusco, por lo que no pudo llevarse el coche del programa. Tras despedir al asistente, Motos explicó por qué había intentado volver a reanudar el juego: "¿Sabes qué pasa? Que no me gustan que estén así rotos, porque luego dicen que estamos haciendo trampas. Yo siempre quiero que se lo lleven".