"Es muy amigo mío": presume en 'First Dates' de codearse con un famoso (y disgusta a su cita por ello)

Fran es un quiromasajista que ha acudido a First Dates este miércoles, 4 de octubre, para encontrar el amor. El concursante de 49 años no ha tenido reparos en contar la historia de cómo descubrió su sexualidad y cómo ese proceso le llevó a un lugar oscuro. "Me he enamorado una sola vez, de la madre de mi hijo. Me casé con ella hace 20 años. En realidad, yo soy gay, pero sentí atracción por ella", ha explicado ante un atento Carlos Sobera.

Según el murciano, una vez rompió la relación con su mujer, en esa "exploración" de su orientación, cayó "en el lado oscuro" y lo pasó "realmente mal". Un camino de drogas, alcohol y excesos que le llevó a un centro de rehabilitación en Málaga. Después de este duro bache, cambió de mentalidad en el ámbito laboral y decidió dedicarse al quiromasaje.

Fran, sobre Fermín: "No he visto generosidad, nobleza, humildad... Son valores fundamentales para mí"

Justo el mismo oficio que su compañero de velada, Fermín. El también murciano ha comentado que compagina este trabajo con la realización de sesiones de reiki, ya que tiene "un sexto sentido", "un don especial para ayudar a los demás". Y no lo dice él, sino un gran amigo suyo, el vidente Rappel: "Es muy amigo mío. Me dijo que tenía muchos dones y que mi misión en el mundo es ayudar a la gente".

El comensal de 46 años ha reconocido estar "trabajando con gente muy top": "Hace tres días, tenía en mi Instagram una historia de Bárbara Rey pasando por mis manos". "Gente del cine, del teatro, de la política o incluso de la realeza", ha asegurado el terapeuta, aunque no ha querido dar los nombres de esos famosos.

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A juicio de Fran, el otro participante se ha jactado demasiado de sus contactos: "Cuando una persona muestra más con quién se relaciona, qué hace y a dónde va... Está desvirtuado [...] No he visto generosidad, nobleza, humildad... Son valores fundamentales para mí". Tampoco ha encontrado esa humildad en el postre, momento de confesiones más subidas de tono.

Uno de los juegos consistía en puntuarse según creyeran que se desenvolvían en la cama. Fermín lo tenía claro: "Del uno al diez, me pongo un doscientos. En todo lo que hago soy bueno y en la cama soy el mejor". "No sé, a mí me conquista de una persona la nobleza. Tendrá su parte humilde y noble, pero...", ha afirmado Fran. Ambos, finalmente, han convenido no tener una segunda cita, pues no ha surgido la chispa "romántica".