María Jiménez reveló en su documental 'Mi mundo es otro' un duro dato de su infancia que nunca había contado

• Muere la artista María Jiménez a los 73 años en su casa de Triana (Sevilla)
• María Jiménez, un torrente en la Transición y la reivindicación del feminismo con el "se acabó"

La cantante María Jiménez, fallecida en Sevilla el pasado 7 de septiembre a los 73 años, grabó en los últimos meses la serie documental Mi mundo es otro en la que repasa su trayectoria profesional y vital y desvela algunos de los episodios más duros de su vida, como la muerte de su hija Rocío a los 16 años o el tortuoso matrimonio con Pepe Sancho, que terminó en los juzgados con acusaciones de malos tratos.

En la primera de las dos entregas de esta producción, estrenada anoche por La Sexta, la artista también contó los crueles momentos que vivió durante su infancia y que forjaron su carácter indómito. Jiménez nunca había hablado de estos episodios y desveló a la audiencia que había sufrido el maltrato por parte de su madre.

TE PUEDE INTERESAR

Cuando María Jiménez dijo "se acabó": la importancia de ser un referente en violencia de género

Álvaro Rey

"He pasado hambre toda mi vida. Desde niña aprendí a vivir los golpes de una madre alcohólica que me hizo pasar lo más grande. Mi situación nunca la he contado hasta ahora", comenzaba explicando la cantante mientras recordaba su niñez en el barrio de Triana, de Sevilla, como hija primogénita de Gabriel Jiménez y María Gallego.

"Era una madrastra"

"Mi madre conmigo ha sido un bicho, lo digo a boca llena, que Dios me perdone porque es mi madre y en paz descanse. Ha sido muy mala, pero era mi madre. Era tremenda, tremenda, tremenda. Todo lo que yo pueda contar es poco. Me cuesta mucho trabajo hablar de esto. Una madre tendría que ser una buena madre, pero ella era una madrastra", reconocía con pesar.

Según aseguró la artista, "mi padre fue muy mujeriego, entonces se conoce que a mí me odiaba porque mi padre me adoraba a mí. Me odiaría porque ella vería reflejadas en mí las mujeres que mi padre tenía. Me odiaba esa mujer", aseguraba sobre el comportamiento de su madre hacia ella durante sus primeros años de vida.

"Desde niña aprendí a vivir los golpes de una madre alcohólica que me hizo pasar lo más grande" reconoció María Jiménez

Sin embargo, el carácter de María hizo que todo aquello quedara en un lejano recuerdo que enterró dentro de su corazón y del que a muy pocas personas habló. "Yo era una niña que tenía mucha imaginación y en esa imaginación estaba todo el poder que necesitaba para crecer, para cantar, para comer, para vivir, para no sufrir, para quitarle el hambre a mis hermanos, a mí, a mis padres", afirmó dando por zanjado este triste capítulo de su vida.