"Vamos a dejarlo ahí": un soltero de 'First Dates' sonroja a su cita con sus comentarios sexuales

Janine, dueña de un tablao flamenco, ha entrado en First Dates presumiendo de tener "pretendientes", aunque luego las cosas no lleguen a cuajar con ellos: "Hay algo que hago mal". Separada y con dos hijos, la valenciana buscaba un "caballero guapo, limpio y trabajador", un prototipo en el que Ricardo, en principio, podía encajar.

El castellonense de 58 años ha desembarcado en el dating show de Cuatro con el propósito de encontrar una relación estable, una mujer con la que disfrutar de vivir en pareja. "No es acorde a mí, no me ha chocado esa primera impresión", ha manifestado la concursante, que, aun así, ha compartido una velada llena de risas con el otro comensal.

Ricardo, tras escuchar cantar a Janine: "Se me han puesto los pelos de punta. Entre otras cosas"

Ambos han charlado sobre sus aficiones y han coincidido en el gusto por el flamenco. "Yo soy como Lola Flores, ni canto, ni bailo, pero hay que verme", bromeaba la participante de 52 años, mientras Ricardo aseguraba que iría a visitarla a su lugar de trabajo, donde también se arranca de vez en cuando por alguna copla. "Me agrada todo lo que me ha explicado. Sabe cocinar y coser. Sabe ser mamá, es trabajadora, guapa... ¿Qué más puedo pedir?", comentaba el hombre a los redactores del programa.

Más avanzado el encuentro, tampoco se han cortado en hablar de sexo, aunque fuera a base de chistes. Cuando la camarera ha traído uno de los platos, una ración de almejas, el pensionista, ni corto ni perezoso, ha soltado: "De lo que se come se cría". "Eso dicen, pero a mí ya no me crece nada. Todo lo contrario, tengo la carne 'revenida' de los años", ha bromeado ella, celebrando luego, ante el equipo del espacio de citas, esos "piropos" que ha recibido durante la noche.

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Ricardo ha seguido con sus comentarios subidos de tono. En determinado momento, su compañera ha decidido hacer gala de sus habilidades para el cante y, tras la breve demostración, solo ha atinado a decir: "Se me han puesto los pelos de punta. Entre otras cosas". "Bueno, vamos a dejarlo ahí", le ha pedido Janine, entre risas.

Curiosamente, a pesar de la buena sintonía que ha reinado en la comida, la empresaria de Mislata ha expresado que no ha sentido ese "swing", si bien, para rebajar el trago de rechazar al soltero, ha tirado de humor: "No quiero una segunda cita. Me ha faltado el baile y que me tocases la guitarra". Él se ha tomado la negativa de forma jocosa, para no romper la tónica de la cena: "¿Y si te toco el pandero?".