Ana Terradillos pide perdón por entrevistar al dueño de un bar franquista: "Ha sido surrealista"

La nueva Ley de Memoria Democrática obligará a los espacios privados de uso público a retirar los símbolos franquistas como escudos, insignias, placas y otros elementos u objetos que ensalcen la sublevación militar y la Dictadura. ¿Será el fin de los bares franquistas?, se preguntaba este martes Cuatro al día.

Un equipo del programa se desplazó en la tarde de ayer hasta uno de estos bares, situado en Madrid, para conocer si su dueño tiene previsto tomar algún tipo de medida. La postura de Chen Xiangwei es clara: incumplirá la nueva ley.

El propietario intentó justificar su decisión, escudándose en su libertad, pero fue realmente complicado entender algo de lo que decía. "La ley tiene que servir al pueblo y no sacar una ley para joder y matar al pueblo", le llegó a decir a Terradillos. La presentadora intentó mantener la calma, pero no fue fácil.

Según uno de los colaboradores, "él (Chen) tiene precisamente libertad para pensar lo que piensa, pero lo que no tiene es libertad para glorificar un régimen dictatorial y asesino, que acabó con la vida de muchísimas personas, que dio un golpe de estado en este país a un régimen democrático y que impuso una dictadura durante 40 años. Él en su casa puede en su casa alabar cualquier idea por muy terrorista que sea, pero lo que no puede públicamente es glorificar porque hay víctimas, todavía vivas, y familias de víctimas para las que eso es un dolor y para las que eso supone un atentado a su dignidad, como pasa con las víctimas del terrorismo de ETA".

"Este hombre es muy tonto, ¿¡cómo puede hablar así!?", respondió el dueño del bar completamente indignado. A partir de ese momento, fue imposible mantener un diálogo con Chen Xiangwei porque ni atendió a la reportera ni al resto de colaboradores del programa. Chen tomó carrerilla y dijo todo lo que pensaba, llegando incluso al insulto.

La conversación subió tanto de tono que Ana Terradillos se vio obligada a cortar la entrevista: "Perdóname, Chen. Estamos manteniendo el respeto, en todo momento, dirigiéndonos a ti. Es una historia muy gorda de la que estamos hablando. Hay que tener respeto a las víctimas franquistas y, sobre todo, tú en tu casa puedes hacer lo que te dé la gana". Incluso en la despedida, el dueño del bar se enfrentó a Terradillos al no compartir sus palabras. "¡¿Qué víctimas?!", aseguró completamente indignado.

Tras poner fin a la conexión, la presentadora, visiblemente angustiada, quiso disculparse con la audiencia del programa por lo sucedido. "Desde mi punto de vista, ha sido una conexión un tanto surrealista y, además, que ha faltado el respeto a muchas víctimas. Queríamos establecer un contacto con una persona que sabe que tiene que quitar todo ese altar y no lo hemos conseguido. Disculpas por mi parte".